viernes, 1 de mayo de 2020

El siglo XVIII, periodo clave para entender quiénes somos los mexicanos hoy: Concepción Company

El siglo XVIII, periodo clave para entender quiénes somos los mexicanos hoy: Concepción Company
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  • El Colegio Nacional 
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    jue. 30 de abr. a las 21:11

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    30 de abril 2020
    ECN/081
    Ciencias Sociales 
    y Humanidades

    El siglo XVIII, periodo clave para entender quiénes
    somos los mexicanos hoy: Concepción Company


     *Concepción Company, integrante de El Colegio Nacional, impartió en vivo la conferencia El siglo XVIII. Un periodo clave en la gestación del español de México que forma parte del ciclo La gramática en la construcción histórica de México

    * En ese periodo se presentó el mayor empleo de mecanismos atenuadores para lograr una convivencia exitosa, demostró la filóloga


    La lengua, anticipa, moldea, condiciona la historia, la política y la cultura, que a su vez la modifican, aseveró la filóloga Concepción Company durante la conferencia El siglo XVIII. Un periodo clave en la gestación del español de Méxicodictada el 29 de abril y transmitida en línea, que forma parte del ciclo La gramática en la construcción histórica de México.

    La académica aseveró que a lo largo de los siglos XVI y XVII, se mantuvo un sistema administrativo que permite entender lo que ocurre con la lengua.     

    En su recorrido por la evolución y origen de nuestra lengua, la doctora Company dijo que en el siglo XVIII, se produjo el español mestizado, un periodo clave para entender quiénes somos los mexicanos hoy y cómo pensamos. Fue el momento de las grandes emigraciones de indígenas a las ciudades, el boom de los indigenismos y en la Nueva España los criollos empezaron a tener conciencia de su identidad. La población indígena llegó entonces a su nivel más alto, ya que el 60 por ciento de habitantes de la Nueva España tenían ese origen.

    Dijo que los indígenas vendieron sus tierras en zonas rurales o les fueron usurpadas, se presentó una migración masiva de distintos orígenes indígenas a los núcleos urbanos que fueron empleados como mano de obra en casas de españoles, criollos y peninsulares. Coincidieron y convivieron en espacios colectivos públicos como los mercados, las iglesias y las plazas. Todo esto generó nuevas voces para nombrar la realidad en una confluencia multidialectal, muy compleja, junto con la española.

    Concepción Company señaló que no sólo fue permeado el lenguaje de indigenismos, sino también por ejemplo de diminutivos que seguramente reproducen el mundo del respeto, de la relacionalidad del mundo pragmático, de la reverencialidad en muchas lenguas mesoamericanas, o la obsesión de los posesivos, y se presentó el mayor empleo de mecanismos atenuadores, como gordita, o comadrita, para lograr una convivencia exitosa.

    Habló de cinco cambios que eclosionaron en la segunda mitad del siglo en cuestión: los indigenismos, los diminutivos, los posesivos, el pretérito simple y los verbos: coger, tomar y agarrar.

    Mencionó que los mexicanos, los italianos y los polacos abusamos de los diminutivos, y comparó su frecuencia de uso en el periodo de los siglos XVI al siglo XVIII, que resultó de muy poco en el primero, un poco más en el segundo y mucho más en el tercer periodo. Comentó también que a los mexicanos nos caracteriza el que lo poseemos todo; usamos los posesivos sin control, decimos, por ejemplo, me duelen mis pies.

    Otro fenómeno al que se refirió es que los mexicanos compartimos sólo con los argentinos y los uruguayos el uso de la palabra coger para referirnos al coito, a diferencia de España, Colombia y Cuba, donde se coge todo, como el vaso para tomar agua o cualquier otra cosa.

    Esa especialización semántica aparece en documentaciones del siglo XVIII y es una prueba más de que ése es el siglo que nos vuelve mexicanos, dijo la colegiada, quien mostró un texto literario de 90 décimas dedicadas a las prostitutas, una para cada una, escritas por un sacerdote en el que se lee el coger sexual de los mexicanos a diferencia del coger de agarrar de los españoles.

    ¿qué diré/de mujer de quien me espanto?/[...] / Desde que empezó tal fue,/y hasta la presente lo es,/que he de decir esta vez, /que más hombres la cogieron,/ que indios bárbaros murieron/ cuando conquistó Cortés
    [1782, México, Décimas a las prostitutas, 59]

    Tiene entonces que haber otros verbos para suplirlos por coger, como agarrar, que viene de garra y significaba tomar algo muy muy fuerte, aunque los mexicanos lo usamos para todo: agarrar la borrachera, agarra al niño, se dice, agarramos el virus; o tomar, que sólo se tomaban líquidos y medicinas y aún en España para eso se usa. Pero estos verbos, tomar y agarrar se tienen que desespecializar porque coger se estaba especializando, aseveró.

    Los mexicanos ya usaban el verbo coger con especialización sexual desde principios del siglo XVIII, indicó la filóloga, quien mostró textos de la época:

    Siempre que se lo permitía la ocasión se tomavan las manos (1798).
    El Santo Tribunal hacía mal en tomarse los bienes de los reos (1805).  
    ... alcansó a Nieves de los cavellos, asi a la puerta, por lo que agarró Apolinario a Domingo (1813).

    En el siglo XIX los originarios de América nunca fueron noticia, desaparecieron de la documentación de archivos y aún más de la propia prensa. La palabra indio sólo se lee en textos de prensa de este periodo 2933 veces, narró la académica de la UNAM.

    Comentó que la Independencia de México creó un discurso pro-indígena, que en los hechos no coincide porque se volvieron invisibles, y cuando quisieron ir a las ciudades, se adhirieron al mundo español y aprendieron aceleradamente esa lengua. Quedaron estereotipos en la literatura costumbrista, como en Astucia o Los bandidos de Río Frío, pero desaparecieron de los documentos y de la prensa, subrayó.

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