El 9 de marzo, 2020 la Unión Internacional de Estudiosos Musulmanes (UIEM), que cuenta con el apoyo de Qatar, publicó en su portal un artículo de uno de sus miembros, el Jeque ‘Abd Al-Razzaq Qassoum, quien también se desempeña como presidente de la Asociación de ‘Ulamas Argelinos-Musulmanes. En el artículo este describió la pandemia del coronavirus como un signo que anuncia el Día del Juicio Final y como un castigo divino por la opresión cometida contra los musulmanes en China, Palestina y en otras partes del mundo. El jeque expresó su desconcierto por lo que este llamó el silencio de los musulmanes y sus líderes ante la persecución de sus hermanos en todo el mundo, e incluso acusó a algunos de estos líderes de alentar y apoyar tal opresión.
‘Abd Al-Razzaq Qassoum (fuente: Echoroukonline.com)
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo.[1]
«En estos días, el mundo y la gente están siendo sacudidos… por la mortal pandemia del coronavirus, que ha matado a miles en China y que [luego] se extendió como pólvora hacia todos los lugares del mundo». La pandemia confundió a los médicos en hospitales y ha mantenido despiertos a todos aquellos que trabajan en los laboratorios en la búsqueda de una cura. Todas las habilidades, el poder económico y las tecnologías de China no lograron avalarlo, ni tampoco sus ideologías. La pandemia confundió a los aviones en los cielos y a los puertos y aeropuertos en tierra. Esta obligó a la gente a utilizar mascarillas, obligó a los viajeros de China a ponerse en cuarentena e hizo que los centros vacacionales se volvieran irrelevantes…
“El mundo se vio sacudido por la aparición del virus chino, ya que el pánico se extendió hacia todos los países y a todos los laboratorios de los hospitales y clínicas que se movilizaron para detenerlo. Pero la China ideológica ha sufrido de otra plaga, una ideológica, una manifestada en la silenciosa persecución política de millones de musulmanes chinos que no hicieron nada malo, aparte de ser musulmanes.
“Bendito seas Alá, por [marcar] el cuerpo del gigante chino con signos que anuncian la llegada del Día del Juicio Final. Expusiste la impotencia [de este gigante], en oposición a tu inmenso poder y vengaste a aquellos musulmanes chinos oprimidos. Hoy China posee dos rostros: el rostro de la plaga china que aflige su cuerpo y el rostro de la persecución religiosa, que condenó a los musulmanes chinos al aislamiento, a la opresión e incluso a arrestos. Entonces, ¿por qué el mundo, con todas sus [diferentes] religiones e ideologías, se indignó por esta enfermedad y se propuso [combatirla] por aire y en tierra, pero no pestañeó ante el tormento de aquellos musulmanes oprimidos?
“Este es un mundo lleno de contrastes, cuyos equilibrios de poder, fórmulas y estándares son totalmente erróneos. Estos están preocupados por el «Acuerdo del Siglo» en lugar del «Juicio del Siglo». Este Acuerdo del Siglo le niega los derechos a los palestinos oprimidos, ya que les roba su tierra y los desgarra en pedazos… mientras complace a los agresivos, ocupantes sionistas, celebrando la opresión que estos cometen, fortaleciéndolos y alentando la manera en que erosionan [la tierra palestina]. El mundo «libre» y «civilizado» también ignora toda la corrupción, la tiranía y la opresión que se sucede en varios [otros] lugares y en más de un país.
“¿No consideraron aquellos arrogantes en el mundo, [que hablan] en nombre de la política, la economía y tecnología, que esta epidemia china, que fue creada en China, es la respuesta [de Alá] a [las súplicas] de aquellos que están siendo oprimidos? ¿No entienden que Alá les da un respiro a los opresores, pero no los ignora y finalmente los captura, para nunca liberarlos nuevamente? Seguramente fueron los suspiros y súplicas de los atormentados en las cárceles de los sionistas agresivos y en los campos de concentración de los arrogantes chinos a los que Alá respondió [al causar esta epidemia]…
“Me sorprendió el terrible silencio de los musulmanes y de los líderes ante lo que les está sucediendo a sus hermanos perseguidos. Me sorprendió aún más aquellos que conspiran con los opresores, ayudándoles económicamente y alentándolos a continuar… Esto es algo muy grave y la sociedad musulmana sufre todo tipo de percances, por causa de sus líderes…
“Alá le ha dado señales y advertencias [al mundo] en formas de esta epidemia que surgió en China y sacudiendo las sillas de los tiranos en los Estados Unidos y en Palestina. Todo lo que queda es que nuestros [propios] líderes reciban una lección del [destino de] estos arrogantes [tiranos]. La historia ya nos ha enseñado que Alá decretó que las ideas [correctas], ya sean estas nacionalistas o religiosas, finalmente triunfarán, sin importar la cifra inicial de víctimas. Así como [los musulmanes] derrotaron a quienes los atormentaron en la trinchera[2] y así como los chicos de noviembre[3] derrotaron a los ocupantes colonialistas, también lo harán los musulmanes chinos a aquellos que los atormentan, los palestinos oprimidos vencerán a quienes los ahorcan y todos aquellos a quienes les han robado sus derechos vencerán a sus opresores. Esa fue la manera de Alá de tratar con aquellos que se han ido del mundo y así será el camino de aquellos que [actualmente oprimen]. Nosotros nunca encontraremos una alternativa al camino de Alá. No existe ningún tirano que no sea [derrotado] por un tirano mayor y no existen oprimidos a quienes Alá finalmente no le otorgue la victoria. Tememos que la epidemia… y el castigo… tengan víctimas entre los musulmanes [también] junto a repercusiones para los musulmanes. Pero con el tiempo llegará la recuperación y será la suerte de los creyentes que hablaron la verdad y que creen en [sus propios] derechos…»

[1] Iumsonline.org, 9 de marzo, 2020.
[2] Una referencia a un relato en el Corán (85:4-9) sobre los enemigos de los musulmanes que los arrojaron a una trinchera repleta de fuego.
[3] Es una referencia a los jóvenes argelinos que lucharon por la independencia de su país de Francia. November’s Children (Los Chicos de Noviembre) es el nombre de un documental de Moussa Haddad sobre este período en la historia.