lunes, 10 de agosto de 2020

American curios
Peste y poetas
E
l presidente está preparando anular el ejercicio más básico de la democracia formal en Estados Unidos, y por ahora, nadie lo está frenando. Todos los conscientes (y hasta algunos semiconscientes) lo comentan todos los días. Es nota principal en los medios. Más asombroso que este ataque contra el sagrado ejercicio democrático es qué tan débil es la defensa de lo que este país proclama por todo el mundo durante por lo menos siglo y medio: que este país es el ejemplo de la democracia en el universo y faro de libertad en el planeta. Pero su propio presidente y sus cómplices están declarando que las próximas elecciones serán ilegítimas y tal vez nulas.
El paso más reciente fue imponer a un megadonante de Trump como nuevo director del sistema de correos con la misión explícita de sabotear sus operaciones a través del cual, en este año de pandemia, se realizará en gran parte el voto por correo para reducir la necesidad de acudir a casillas. Sin ninguna evidencia, Trump ha declarado que el voto por correo llevará a la elección más corrupta y fraudulenta en la historia del país. Esta es sólo una de varias maniobras para suprimir y cuestionar el proceso, incluyendo una serie de disputas legales que podrían postergar los resultados finales por semanas.
A pesar de que nadie puede descartar que Trump descarrile las elecciones y rehuse reconocer los resultados, incluso hasta enviar fuerzas federales a cientos de estados para provocar una crisis electoral, no hay por ahora una convocatoria de fuerzas para defender el voto y la Constitución. El coronel Lawrence Wilkerson, quien fue la mano derecha del ex secretario de Estado de Colin Powell, ha insistido en que hay una muy real probabilidad de que Trump rehuse dejar el poder. Él y un grupo de expertos ya están evaluando los posibles escenarios, y subrayó que por ahora se supone que los militares, sobre todo los altos mandos, se mantendrán en sus cuarteles, o sea, no participarán en la pugna, pero advierte que no sabe qué ocurrirá si Trump se atreve a convocar a sus bases armadas para salir a las calles a defenderlo.
Todo esto mientras bajo la batuta de Trump el país es el más contagiado del mundo por el coronavirus. Estados Unidos superó ahora los 5 millones de casos –una cuarta parte del total mundial – con más de 160 mil muertos; 80 por ciento de los cuales eran evitables si el gobierno federal hubiese actuado de manera adecuada desde el principio. Mientras tanto, los multimillonarios del país siguen multiplicando sus fortunas por decenas de miles de dólares durante una pandemia en donde la gran mayoría está enfrentando desempleo masivo, la pérdida de su vivienda y hambre.
“Al final , la peste nos tocó a todos. No fue confinada al Oran de Camus. No, apareció de nuevo en America, reproduciéndose en el abono de la avaricia y la inutilidad y el asesinato. En aquellos lugares donde los estadistas y los generales depositan los cuerpos de los siempre jóvenes. La peste corrió en la sangre de hombres en trajes finos, quienes se lanzaron para la presidencia prometiendo vida y entregando muerte… El bacilo se movió entre nosotros, matando a esa vieja America donde los inmigrantes prendieron un millón de sueños en la sombras de los puentes… y a través de la neblina de la peste, gran parte del arte se marchitó en periodismo. Los pintores dejaron a sus caballetes para dibujar su inocencia sobre muros y manifiestos… Pobre America… Tierra donde murieron los poetas.
El gran periodista Pete Hamill (https://www.jornada.com.mx/ultimas/ mundo/2020/08/05/muere-pete-hamill-periodista-y-guia- indispensable-en-la-vida-de-nueva-york-9821.html) escribió este texto para acompañar el disco Blood on the Tracks de Bob Dylan hace 45 años y al continuar cuenta que no perecieron todos los poetas señalando que Dylan “nos dio voz… Cuando murió nuestra inocencia para siempre, Bob Dylan convirtió ese momento en arte”.
Hoy día los poetas y sus cómplices están creando el arte con el cual invitan a salvar a este país.

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