martes, 27 de octubre de 2020

Algunos apuntes sobre el “ritual indígena” y sus usos políticos

 

Algunos apuntes sobre el “ritual indígena” y sus usos políticos 

Los rituales indígenas no han podido escapar de las apropiaciones culturales indebidas. Después de ser combatidos por el Estado y el mercado, se han creado rituales performáticos con el sólo propósito de hacer política y reforzar estereotipos.

En el libro Just Kids, la poeta y cantante estadounidense Patti Smith explica cómo su entrañable amigo, el fotógrafo Robert Mapplethorpe, tenía una fascinación por los ritos religiosos. Más que establecer una relación religiosa o piadosa con la Iglesia, la de él era una relación estética, aclara ella. Las personas establecemos múltiples relaciones con lo sagrado; el origen de ese universo –o esos universos– ha sido objeto de estudio de la antropología y la historia de las religiones, que evidencian las diversas maneras, sistemas completos, en que esa relación humana con lo sagrado se manifiesta y establece. La creación de universos de lo sagrado es un proceso, paradójicamente, muy humano y bastantes libros, desde distintas teorías, se han escrito sobre esta necesidad humana de proyectar ese mundo y un sistema para relacionarse con él.

En cada cultura, hay chamanes, sacerdotes, xëëmaapy para el caso mixe u otros tantos nombres, que son mediadores expertos entre el mundo de lo sagrado y el de lo profano, como lo ha descrito Mircea Eliade. Después de un sueño inquietante o ante una propuesta de matrimonio, en mi comunidad acudimos a una de estas personas, para consultar por medio de la lectura de granos del maíz el significado del sueño o la conveniencia de establecer una relación de pareja. Si los granos de maíz indican algo más que la respuesta, xëëmaapy, también llamada wijyjä’äy, indicará no sólo la interpretación o la conveniencia, sino la necesidad de ejecutar actos para propiciar el futuro, agraciar al mundo de los muertos o agradecer los favores vitales que proceden de lo sagrado. El acto que nos conecta, por medio de un intermediario calificado culturalmente para ello, es conocido como ritual. Los rituales, estos canales que abren las puertas hacia lo sagrado,  están generalmente envueltos en despliegues estéticos y, entre ellos, en discursos poéticos. Mientras que el arte occidental contemporáneo (la literatura, por ejemplo), se ha alejado considerablemente del ritual, en sistemas como el mixe, las manifestaciones de lo poético son muy cercanas a ello, de manera que, en general, los expertos de nuestra tradición poética son también las xëëmaapy, expertas en rituales. La belleza poética de los cantos chamánicos tseltales, que el antropólogo Pedro Pitarch compiló y editó en el extraordinario libro La palabra fragante. Cantos chamánicos tseltales, no puede estar desligada de su función en rituales como los de curación.

Dentro de esa gran diversidad de sistemas que ordenan las maneras en las que nos relacionamos con lo sagrado, me gusta llamarle religiones sólo a las que están institucionalmente organizadas o que se han convertido en Estado, como el catolicismo. A diferencia de lo que sucede con religiones como ésta, que controlan bancos o han ejercido funciones de Estado en diferentes partes del mundo y en diferentes momentos de la historia, los mediadores con el mundo sagrado en la tradición mixe no se hallan dentro de una estructura institucional: no hay dogmas, no hay órganos colegiados que los unjan como tales, ni controlen bancos ni ejercen funciones de estado con todos los medios represivos ligados a esta figura. Este cruce entre Estado –sea república o monarquía– y sistemas religiosos ha producido terribles males y violencias, como lo evidencia la historia. Sin embargo, a pesar de ello, es innegable que sus rituales se anclan también en un aspecto estético, el mismo que ejercía una gran atracción sobre el joven Mapplethorpe como nos cuenta Smith, necesario para vincularse con lo divino. Otra diferencia interesante entre religiones y otros sistemas es el tipo de entes que los habitan. Cuando me preguntan sobre los dioses mixes, suelo responder que en nuestra tradición no hay tales; en todo caso, contamos con muchas entidades de diversos tipos y características que difícilmente podrían equipararse con la idea de un dios; tal vez, fuerzas dinámicas que toman diferentes formas, se manifiestan de maneras diversas, ligadas a elementos naturales.

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