martes, 27 de octubre de 2020

Constitución a la carta

 

Constitución a la carta

Especial
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Si la ley estorba los planes de la 4T de rescatar Pemex y la CFE —endeudadas e ineficientes—, el Presidente enviará una iniciativa para que se cambie la Constitución.

En otras palabras, si la Ley de Leyes no se ajusta a los proyectos de un hombre que no ha respetado la división de poderes y que mezcla la jurisprudencia con “los sentimientos del pueblo”, se modifica.garfi

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Lo dijo así en la mañanera: “Si no tenemos márgenes en la legislación actual debido a la mal llamada reforma energética, voy a presentar una iniciativa de reforma a la Constitución para que se reafirme el principio de que, en materia energética, será siempre predominante el interés de la nación”.

El interés de la nación, según el Presidente, está en prolongar la carga para las finanzas públicas que significan ambas empresas públicas.

Pemex y la CFE tienen que pagar, el año que entra, 171.5 mil millones de pesos sólo por concepto del servicio de la deuda, de acuerdo con la exposición de motivos del paquete económico para el 2021, enviado por la SHCP a San Lázaro.

La cifra equivale a más de dos veces y medio el monto de los desaparecidos fideicomisos que beneficiaban a científicos, cineastas, artesanos, deportistas, becarios, investigadores, exbraceros, defensores de derechos humanos, periodistas y habitantes de zonas de desastres, entre otros.

Por el bien de la 4T, primero sus proyectos.

* Al jefe del Ejecutivo no parece importarle mucho que la Suprema Corte haya rechazado la llamada Ley Nahle, que suspendía las pruebas en centrales privadas de energía renovable.

Tampoco que las dos empresas utilicen combustibles fósiles para la generación de energía, aun cuando son más caros y contaminantes que las energías limpias en la generación de energía eléctrica.

Mucho menos que su postura ahuyente la inversión nacional y extranjera en energías limpias por falta de garantías o que legisladores de Estados Unidos le hayan escrito una carta al presidente Trump para pedirle que presione a México para que respete “compromisos” energéticos.

* Entretenida la comparecencia de Rocío Nahle ante comisiones del Senado. La muy cuestionada secretaria de Salud salió bien librada de un ejercicio que no ha sido un día de campo para los funcionarios.

Ya al final hasta se dio el lujo de regañar al panista Julen Rementería, quien no vaciló en acusarla de tratar de engañar a los legisladores.

“No, senador, no somos iguales. No vine aquí a mentir. Yo di números exactos (los otros datos). Las campañas políticas son en otros lados”, le dijo.

Rementería, hay que decirlo, ya no tuvo posibilidad de revirar. El formato les da la última palabra a los comparecientes.

* El panorama no le favorecía a Nahle. Ni el PVEM pudo hacer causa común con la secretaria de Energía. No había modo de que apoyara a quien promueve el uso del carbón y el combustóleo. El senador del PVEM Raúl Bolaños Cacho se adhirió a las críticas de la oposición en la materia, al reprocharle la introducción de instrumentos regulatorios contrarios al desarrollo de energías limpias en México.

* Proliferan las versiones de cambios inminentes en el gabinete. La mayor parte son especulaciones. Les podemos asegurar que el embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, no irá a la cancillería en lugar de Marcelo Ebrard.

El embajador ha sido explícito al reiterar a sus colaboradores que el primero de enero asumirá su responsabilidad como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

“Todos son borregos. Si Marcelo Ebrard se va de la cancillería, no será él quien lo sustituya… al menos por ahora”, nos dice una voz autorizada.

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* A Rosario Robles le niegan nuevamente la libertad. La exsecretaria de Estado escribió una carta desde la cárcel en la que dice tener información que atribuye a fuentes al interior de la FGR. Afirma que a excolaboradores les ofrecen impunidad a cambio de que declaren lo que ellos necesitan.

“También sé que lo que pretenden para que yo obtenga mi libertad —como en otros casos— es que señale como responsables a excolegas míos de mayor jerarquía en el gabinete pasado (Peña Nieto), con el objetivo de dirigir ahí sus baterías”, señala en la misiva.

Pero advierte: “Yo no mentiré para obtener mi libertad. No quiero salir por la puerta de atrás. Seguiré luchando porque soy inocente y porque confío en que alguien, en el sistema judicial, tendrá la valentía de aplicar la ley…”. Señalamientos graves, valientes, de una mujer que lleva 14 meses y medio en la cárcel por un delito —ejercicio indebido de la función pública— que no amerita prisión preventiva oficiosa.

Los aludidos en la carta no pueden simplemente voltear para otro lado.


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