viernes, 2 de octubre de 2020

El mejor homenaje a León-Portilla es construir una mexicanidad incluyente: Natalio Hernández

 El mejor homenaje a León-Portilla es construir una mexicanidad incluyente: Natalio Hernández

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    2 de octubre 2020

    ECN/252

    Ciencias Sociales

    y Humanidades    

    EL MEJOR HOMENAJE A LEÓN-PORTILLA ES CONSTRUIR UNA MEXICANIDAD INCLUYENTE: NATALIO HERNÁNDEZ

     

    *Se presentó el volumen Cinco lienzos para mi maestro Miguel León Portilla, de Natalio Hernández, actividad transmitida en vivo el 1o de octubre, coordinada por Eduardo Matos Moctezuma, integrante de El Colegio Nacional

     *En el acto de homenaje por el primer aniversario luctuoso del historiador, participaron Ascensión Hernández Triviño, Pilar Máynez, Adelfo Regino y Juan Villoro, también integrante de El Colegio Nacional

    * León-Portilla fue el dueño de una palabra viva, “quien demostró que pocas cosas son tan actuales como nuestro pasado”, a decir de Juan Villoro, presidente en turno de esta institución colegiada

     *Para el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, fue “un luchador a favor del indigenismo, del indígena actual, de las lenguas que están por desaparecer

     

    El primer año del fallecimiento de Miguel León Portilla fue conmemorado en El Colegio Nacional con la presentación del libro Cinco lienzos para mi maestro Miguel León Portilla, del poeta en lengua náhuatl Natalio Hernández, en una actividad coordinada por el colegiado Eduardo Matos Moctezuma, y en la que también participaron Ascensión Hernández Triviño, Pilar Máynez, Adelfo Regino y Juan Villoro, también integrante de El Colegio Nacional.

    En la ceremonia, el autor del volumen aseguró que el mejor homenaje que le podemos rendir a nuestro “tlamatini” es imaginar y construir, en este siglo XXI, una mexicanidad incluyente, “que recupere las raíces ancestrales y nuestras lenguas milenarias”.

    Natalio Hernández recordó una obra pionera en el trabajo de don Miguel León Portilla, La Huida de Quetzalcóatl, su única obra dramatizada, escrita cuando el maestro emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), contaba con sólo 29 años de edad, con la cual empezó su búsqueda del camino de los antiguos mexicanos, que después lo llevó por otras obras, como La visión de los vencidosTrece poetas del mundo azteca –que más tarde convirtió en 15 poetas del mundo náhuatl- y La filosofía náhuatl.

    Desde esa perspectiva, el poeta llamó a que, de la mano de la lengua española, “que también ya es un idioma nuestro, y de las lenguas extranjeras, podamos construir una nación incluyente, donde lo indígena deje de ser un tema sectorial, deje de ser un tema marginal y se constituya en la base fundamental de nuestra identidad”.

    Para el presidente en turno de El Colegio Nacional, Juan Villoro, la presentación de Cinco lienzos para mi maestro Miguel León Portilla (Editorial Trajín), además de permitir la celebración de la actividad 150 actividad del Colegio desde la pandemia, “lo cual habla de la vitalidad para mantener viva la flama de la cultura”, se celebra a un gran humanista, como don Miguel León-Portilla: historiador, traductor, dueño de una palabra viva, “quien demostró que pocas cosas son tan actuales como nuestro pasado”.

    “Don Miguel fue de los primeros y grandes traductores de la poesía de Flor y canto, como menciona Natalio en el libro, quien creció en una comunidad náhuatl y, gracias a la lectura que hizo de León-Portilla, entendió el valor de sus raíces, de su propia tradición; de modo que el legado del humanista puede ser visto como un trabajo de recuperación esencial de un mundo que pudo darse por perdido, pero al mismo tiempo un proyecto de restitución de las lenguas originarias de México.

    “Lenguas que, gracias a él, encontraron la posibilidad de seguir escribiendo en los más de 60 idiomas que se hablan en México, los cuales nunca han contado con el apoyo que merecerían, a pesar del apoyo de Natalio Hernández y de Miguel León- Portilla: hablar de las lenguas originarias es hablar de algo que sigue estando en peligro, pero que se defiende gracias a esos trabajos esenciales”, aseguró el narrador.

    En su participación, Eduardo Matos Moctezuma, integrante de El Colegio Nacional y coordinador de la actividad, definió a Miguel León Portilla como un hombre universal, quien supo penetrar, a través de los códices, de los documentos, y de la arqueología, en el pasado de México, tanto prehispánico como colonial, pero también destacó por ser “un luchador a favor del indigenismo, del indígena actual, de las lenguas que están por desaparecer”.

    Amistad y canto

    La conmemoración por el primer aniversario de la partida de don Miguel León- Portilla contó con la presencia de la filóloga Ascensión Hernández Triviño, viuda del historiador, quien señaló que en la publicación se reconoce el amor del discípulo al maestro, sobre todo porque “no siempre el discípulo se confiesa ante el maestro y, mucho menos, con poesías llenas de belleza y canto”.

    “Los dos se encuentran, se hablan, piensan juntos y acuden a ceremonias donde toman la palabra: son amigos y la amistad acerca a la gente, la humaniza y nos iguala. Natalio cuenta en una de sus pinceladas cómo se van sintiendo colegas: acuden juntos a congresos, se escuchan mutuamente y de pronto, el poeta, siente que el ‘tlamatini’ (el sabio) ya es su amigo, su hermano mayor. Ambos recitan a sus viejos, a sus antepasados, con la belleza de la palabra hecha flor y canto”.

    Al hacer un recorrido por las líneas que dan forma al volumen de Natalio Hernández, Hernández Triviño se refirió a los textos: al de Eduardo Matos Moctezuma, quien recuerda que su amistad se gestó desde 1978, cuando se descubrió el Templo Mayor y desde entonces caminaron juntos para dar a conocer la riqueza del patrimonio cultural de México.

    “Añadiré que en ese caminar se hizo una dualidad entre el arqueólogo y el historiador, entre el sabio de las piedras y el sabio de los signos escritos. Ambos llegaron a ser cuates, un ‘nahuatlismo’. La línea trazada por Matos da belleza y un sentido profundo a su relación con Miguel”.

    Otra de las líneas fue trazada por el historiador José María Muriá, quien reconoció que don Miguel sembró una semilla del estudio del pasado, que fructificó y sigue dando identidad al país”; se detuvo en un nuevo trazo, aquél dibujado en el libro por María Luisa León Portilla, en donde plasma el sentido de la vida de su padre en torno a tres ideales básicos: “el amor al país, el trabajo académico y su familia, su mujer, sus hijos, nietos y también los perros”.

    “Toda su vida estuvo comprometido con estos ideales y con sentido de trascendencia sintetizado en lo que llamó Flor y canto, llenando de contenido a esta metáfora náhuatl, que simboliza la belleza y el arte, la única manera de decir palabras verdaderas en la tierra”.

    Otra de las discípulas de Miguel León-Portilla, Pilar Máynez lo describió como un sorprendente políglota y acucioso investigador de las propiedades de variados sistemas lingüísticos: “poseedor de una rica expresión en su lengua materna, el español, que le permitió adentrarse en hondas reflexiones histórico- filosóficas a las que sólo puede acceder el portador de una profunda conciencia metalingüística”.  

    “A través de la palabra, el doctor transitó por el antiguo mundo indígena y descubrió reveladores secretos en las fuentes a las que tan asiduamente recurrió; también, a través de la palabra, se comunicó con nahuahablantes de hoy para conocer su sentir respecto a la rampante globalización que desconoce las raíces que definen a cada pueblo”.

    En la presentación del libro, Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), resaltó que con esta publicación sigue una larga tradición de los tlacuilos, de quienes en su momento elaboraron los códices prehispánicos, códices que dan testimonio del pasado de nuestros pueblos y nuestras comunidades que, de algún modo, “es trascender la oralidad”.

    “El hecho de que Natalio hable de los cinco lienzos es una evocación del pensamiento indígena, que ubica la cosmovisión a partir de cinco puntos cardinales: con ello honra el pensamiento indígena en nuestro país”.

    El funcionario federal, recordó que, en febrero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México, que tiene como propósito fortalecer las culturas y las lenguas indígenas de nuestro país, y “le encargamos a Natalio Hernández encargarse de los trabajos para concretar esta universidad”.

    La ceremonia conmemorativa por el primer aniversario de la muerte del historiador y presentación del libro el volumen Cinco lienzos para mi maestro Miguel León Portilla, de Natalio Hernández, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de El Colegio Nacional: elcolegionacionalmx.   

     

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