domingo, 31 de enero de 2021

Relato sioux sobre la Pipa Sagrada

 

Relato de la visión de Alce Negro, el último de los hombres santos de la tribu de los sioux, que trata sobre el simbolismo de la Pipa Sagrada. Edición, Raimon Arola y Lluïsa Vert

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Ilustración del Barón de la Hontan en la que aparece la Pipa sagrada o CalumetNew voyages to North America, Londres, 1703.

Presentación

Hehaka Sapa, que en lengua sioux quiere decir Alce Negro, perteneció al grupo ogalada de los dakota teton, una de las ramas más poderosas de la gran familia de los sioux. Hacia el final de su vida, Alce Negro accedió a transmitir oralmente algunos de sus conocimientos ancestrales. las tradiciones de su pueblo, sus creencias y un buen número de rituales sagrados sioux a John Neihardt y Joseph Epes Brown que los recogieron y los publicaron[Información libro]

Así comienzan sus enseñanzas:

 

La leyenda de la pipa sagrada

Muchos inviernos han pasado desde que esto sucedió: dos lakotas habían salido de caza y se apostaron sobre una colina; en el instante mismo en el que el sol se levantaba vieron a lo lejos algo que avanzaba hacia ellos de un modo extraño y maravilloso. Cuando esta cosa se hubo acercado, se dieron cuenta de que era una mujer muy bella, vestida con blancas pieles de venado y llevando una bolsa con flecos. Entonces, uno de los dos hombres tuvo pensamientos impuros y se lo dijo a su amigo; pero éste le conminó a olvidar tales pensamientos, pues seguramente se trataba de una mujer wakan, una mujer sagrada. La mujer se acercó, y después de dejar su bolsa, le rogó al hombre de las intenciones impuras que la siguiera. Cuando el joven se acercó a la mujer misteriosa, una gran nube los envolvió y cuando ésta se disipó, la mujer estaba seguía de pie y en el suelo yacía el hombre, reducido a esqueleto mientras unas serpientes le roían. Entonces, la mujer le dijo al hombre puro: “¡Considera lo que has visto! Vengo a tu pueblo porque deseo hablar con tu jefe Cuerno-Hueco-de-Pie. Regresa a su lado y dile que prepare una tienda espaciosa en la que reunirá a todo su pueblo y preparará mi llegada. Quiero decirles algo muy importante».

El joven volvió a la tienda de su jefe y le narró todo lo que había sucedido, que esta mujer misteriosa venía a visitarlos y que se debía preparar su recepción. En aquella época el jefe Cuerno-Hueco-de-Pie disponía de muchas tiendas desmontadas y con todas ellas levantó una muy grande, como le había pedido la mujer. Además, envió a un pregonero para advertir a la gente que debían vestir sus mejores trajes de venado y reunirse sin tardanza en la tienda. Todos estaban muy intrigados aguardando la llegada de la mujer celeste, y cada uno se preguntaba acerca de lo querría confiarles.

El joven volvió a la tienda de su jefe y le narró todo lo que había sucedido, que esta mujer misteriosa venía a visitarlos y que se debía preparar su recepción. 

Muy pronto los jóvenes que vigilaban la llegada de la desconocida anunciaron que la veían, acercándose hacia ellos con gracia y dignidad; la mujer misteriosa entró en la tienda, y giró en el sentido de la puesta del sol, luego se detuvo delante de Cuerno-Hueco-de-Pie. Se despojó de su bolsa y, sosteniéndola con sus dos manos, le dijo al jefe: “¡Contempla esto y ámalo siempre! Es una cosa muy sagrada y debéis considerarla como tal. Jamás un hombre impuro podrá verla, ya que esta bolsa contiene una Pipa sagrada. Con ella, en los inviernos futuros enviaréis vuestra voz a Wakan-Tanka, vuestro Abuelo y Padre”.

Habiendo dicho esto, la mujer celeste sacó de su bolsa un calumet, como una pequeña piedra redonda que depositó en el suelo. Dirigiendo el cañón de la pipa hacia el cielo, dijo: pues la Tierra es vuestra Abuela y Madre, y es sagrada. Cada paso dado sobre ella debería ser como una plegaria. La cazoleta de esta pipa es de piedra roja; representa a la Tierra. El joven bisonte que está grabado en la piedra, y que mira hacia el centro, representa a los cuadrúpedos que viven sobre vuestra Madre. El cañón de la pipa es de madera, y representa todo aquello que crece sobre la Tierra. Las doce plumas que cuelgan allí donde el cañón penetra en la cazoleta, son el Águila Moteada, y representan a todos los seres alados del aire. Estos pueblos, y todas las cosas del Universo están unidos a ti que fumas la pipa; todos envían sus voces al Gran Espíritu. Cuando oráis con esta pipa oráis para y con todas las cosas”.

La mujer celeste tocó entonces con el extremo de la Pipa la piedra redonda puesta en el suelo, y dijo: “Con esta Pipa estaréis unidos a todos vuestros antepasados: vuestro Abuelo y Padre y vuestra Abuela y madres. Vuestro Padre, Wakan-Tanka, el Gran Espíritu, os hace el don de esta piedra redonda que está hecho con la misma piedra roja de la cazoleta de la Pipa. Es la Tierra, vuestra Abuela y Madre, y es el lugar donde viviréis y creceréis. Es roja, y los hombres que viven en ella son rojos y el Gran espíritu os ha dado también un día rojo y un camino rojo. Son venerables no lo olvidéis. Cada aurora que llega es un acontecimiento sagrado, pues la luz viene de vuestro Padre; y debéis acordaros de que los hombres y los demás seres que están en esta Tierra son sagrados.

La mujer celeste tocó entonces con el extremo de la Pipa la piedra redonda puesta en el suelo, y dijo: “Con esta Pipa estaréis unidos a todos vuestros antepasados

Desde ahora la Pipa de los misterios estará en la Tierra roja, los hombres tomarán la Pipa y enviarán sus voces al Gran Espíritu. Estos siete círculos que ves en la piedra significan los siete ritos según los cuales se utilizará la pipa. El primero representa el rito que voy a transmitiros y los otros os serán revelados a su debido tiempo. Cuerno Hueco de Pie se bueno respecto a estos dones y para con tu pueblo, pues son sagrados. Con esta Pipa habrá prosperidad y todo vendrá hacia el hombre. Desde lo alto el Gran Espíritu os ha dado esta Pipa para que podáis obtener el conocimiento. ¡Estad agradecidos por este gran don! Ahora, antes de irme deseo instruirte sobre el primer rito con el que tu pueblo utilizará esta Pipa.

Que sea sagrado el día en el que uno de los tuyos muera. Deberás guardar su alma como te explicaré, pues fortalecerá tu abnegación y amor hacia tu prójimo. Mientras uno de los vuestros permanezca con su alma junto a tu pueblo estaréis en condiciones de enviar vuestra vos al gran Espíritu a través de ella.

Que sea igualmente sagrado el día en el que el alma se libere y regrese a su morada, que es Wakan-Tanka, pues aquel día cuatro mujeres serán santificadas y con el tiempo traerán hijos que caminarán por el sendero de la vida según el misterio, dando ejemplo a tu pueblo.

Mírame, pues yo soy lo que llevarán a su boca y, gracias a esto, se convertirán en santos.

El hombre que guarda el alma de alguien debe ser virtuoso y puro, y debe servirse de la pipa para que todos, junto con el alma, envíen sus voces al Gran Espíritu. El fruto de vuestra Madre, la Tierra, y el fruto de todo lo que lleva serán así benditos, y tu pueblo marchará entonces según el misterio, por el camino de la vida. No olvidéis que el Gran Espíritu nos ha dado siete días para enviarle vuestra voz. Mientras os acordéis de esto viviréis. El resto os será revelado por el Gran Espíritu”

No olvidéis que el Gran Espíritu nos ha dado siete días para enviarle vuestra voz. Mientras os acordéis de esto viviréis.

Entonces la mujer celeste se adelantó para salir de la tienda, pero volviéndose de nuevo hacia Cuerno-Hueco-de-Pie, dijo: “¡Mira esta pipa! Acuérdate de cuán venerable es, y trátala en consecuencia, pues ella te guiará hasta tu meta. En mi hay cuatro edades. Ahora me voy pero velaré por tu pueblo durante cada una de estas edades y al final regresaré”.

Después de dar la vuelta a la tienda siguiendo el movimiento del sol, la mujer misteriosa salió; pero a una corta distancia, se volvió hacia el pueblo y se sentó. Cuando se levantó, los hombres vieron con sorpresa que se había transformado en un joven bisonte rojo y castaño. Entonces el joven bisonte, después de alejarse otro poco, se tendió y se revolcó y miró hacia el pueblo; y cuando se levantó de nuevo era un bisonte blanco. Se alejó y se revolcó de nuevo en el suelo y se convirtió en un bisonte negro, que volvió a alejarse, se inclinó hacia cada una de las cuatro regiones del universo y desapareció tras una colina.

Película filmada por Thomas Edison en 1894, que recoge momentos de la danza del búfalo y de la de los espíritus.

 

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