México. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) niega acusaciones de militarización en su Gobierno; sin embargo, la presencia de esta fuerza se ha vuelto un distintivo en lo que va de su administración.

“No se ha ordenado que hagan la guerra a nadie, no se les ha pedido que vigilen y opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades y muchos menos que se involucren en acciones represivas o violatorias de los derechos humanos”, expresó AMLO en su informe de los primeros 100 días del tercer año.

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Aunque el Primer Mandatario señale que las acusaciones carecen de “toda lógica” y que la participación de las fuerzas armadas en su gobierno es “refrendo de lealtad a las instituciones civiles”, es claro que esas figuras se han vuelto omnipresentes en la vida cotidianidad del país.

Presencia d ela Fuerza militar es incluso mayor que con Calderón y EPN

De acuerdo con el New York Times, la militarización es mayor, incluso, que cuando el expresidente Felipe Calderón declaró su guerra al crimen organizado en 2006 o después de que Enrique Peña Nieto mantuviera ese despliegue durante su mandato.

“AMLO, un nacionalista autoritario que dice ser de izquierda, habla de los soldados como el pueblo uniformado al igual que Hugo Chávez. Su discurso cala profundo en las familias más pobres, donde suele nutrirse la infantería militar”.

Asimismo, NYT menciona de manera muy precisa, que López Obrador  ha encontrado en los militares un respaldo inesperado para realizar acciones de seguridad, resolver logística de oficinas civiles del Estado o apuntalar negocios públicos. 

Tal como ocurre con la distribución de vacunas, el control de sargazo del mar Caribe y la vigilancia de migrantes que se dirigen a la frontera sur del país, en sus conferencias matutinas.

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