"Israel" y Estados Unidos de la mano contra palestinos y negros
Estados Unidos e "Israel" marchan de la mano para aniquilar a los palestinos y a los negros con políticas introducidas en ambos países que benefician solo a cristianos blancos y a judíos, según una denuncia de el Dr. M. Reza Behnam publicada en el sitio en internet original.antiwar.com.
Behnam, politólogo especializado en la historia, la política y los gobiernos de Oriente Medio, en un amplio análisis aborda aspectos medulares de las políticas de Washington y Tel Aviv contra negros y palestinos, en las que el racismo, el apartheid y la eliminación física de la población juegan un sombrío papel.
El análisis “Raza y violencia en Estados Unidos e 'Israel'", aborda descarnadamente la situación a raíz de la última agresión sionista contra la población palestina, la cual agudizó más el sufrimiento de ese pueblo.
Ningún sistema de poder se mantiene para siempre y la lucha por la libertad no conoce fronteras. Ideas como éstas unen a los negros estadounidenses y a los palestinos, señaló el experto.
La solidaridad de los afroamericanos con los palestinos se basa en la comprensión de que la violencia estatal que sufren está directamente relacionada con la violencia a la que se enfrentan diariamente los palestinos en "Israel", la Franja de Gaza y los Territorios Ocupados, indicó Behnam.
El racismo, sostuvo, subyace en las relaciones entre Estados Unidos e "Israel". Ambos países se refuerzan mutuamente en su empeño por controlar a las personas y grupos que consideran hostiles a sus intereses.
Cómo explicar si no el compromiso militar y financiero de Estados Unidos con "Israel", uno de los países más ricos, tecnológicamente avanzados y opresores del mundo. Y cómo se explica la validación por parte de Washington de las leyes de apartheid de "Israel", los muros y los puestos de control militares en toda Cisjordania ocupada y Jerusalén Este, sus crímenes de guerra en Gaza y las numerosas violaciones del derecho internacional. Y lo que explica el ensordecedor silencio y la indiferencia de Washington ante el sufrimiento de los palestinos, valora el politólogo.
Por ejemplo, señala, la lucha por el control de tierras ya habitadas es primordial en las historias de Estados Unidos e "Israel".
Los sionistas europeos, explicó, se introdujeron en una Palestina ya bien poblada, como lo hicieron los colonos británicos en las tierras indígenas de América. El racismo se introduciría inevitablemente en un Estado que fue creado sólo para judíos; y en las colonias americanas, sólo para cristianos blancos.
Desde sus primeros días, Estados Unidos e "Israel" persiguieron implacablemente políticas de adquisición de tierras y de asentamientos que condujeron al desplazamiento violento de las poblaciones indígenas. La fuerza motriz de estas políticas agresivas era el mito de la elección. Los colonizadores estadounidenses y sionistas creían que eran el pueblo elegido de Dios y que, como tal, tenían la bendición de Dios para robar y ocupar la tierra, subraya Behnam.
La ideología de la dominación produjo un sentimiento de derecho y superioridad entre la población judía y entre los blancos de Estados Unidos. La aniquilación metódica y gradual de la población autóctona palestina por parte de "Israel" ha sido calificada por algunos como limpieza étnica, pero debería describirse más exactamente como genocidio, aseveró el analista.
Asimismo, acentuó, un elemento central del plan sionista para construir un Estado judío en Palestina ha sido el esfuerzo continuo por expulsar a los palestinos de su tierra, infligiéndoles deliberadamente condiciones de vida para provocar su destrucción física.
Por otra parte, la historia de explotación y dominación de los afroamericanos y de los palestinos ha dado lugar a un racismo institucionalizado en ambas sociedades. Los estadounidenses están empezando a despertar al legado del pasado colonial y racista del país. Mientras que en Israel, la violencia contra los palestinos y el robo de sus tierras no cesan, subrayó Behnam.
Sobre esta problemática el académico aseguró que muchos estadounidenses blancos, europeos y apologistas de Israel se sintieron molestos cuando en 1975 la Asamblea General de la ONU adoptó la Resolución 3379 que determinaba que "el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial". La intensa presión estadounidense-israelí llevó a su revocación en 1991.
Behnam sostuvo que tras años de evasión, la comunidad mundial ha declarado por fin de forma inequívoca que las prácticas racistas de Israel contra los palestinos constituyen un apartheid. Desde hace más de 50 años, el apartheid se considera un crimen contra la humanidad y está prohibido por el derecho internacional.
En su accionar el gobierno de (Israel) ha tenido mucho cuidado en segregar y dominar los recursos materiales para preservar las ventajas y los derechos sólo para los judíos.
Sobre esa práctica, Behnam precisó que en enero de 2021, B'Tselem, una organización israelí de derechos humanos, publicó un documento de posición titulado "Un régimen de supremacía judía desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo: Esto es Apartheid". Concluyeron que: "...el régimen israelí implementa leyes, prácticas y violencia estatal diseñadas para cimentar la supremacía de un grupo -los judíos- sobre otro -los palestinos".
También, denunció el politólogo, la superioridad judía se consagró en la legislación israelí con la promulgación de la ley básica del Estado-nación de 2018. La ley establece esencialmente que Israel es el Estado-nación sólo del pueblo judío, e institucionaliza la discriminación a favor de los judíos en todos los ámbitos de la vida, subrayó.
Los palestinos y los afroamericanos se enfrentan a la violencia patrocinada por el Estado en muchas formas, como el acoso y la brutalidad policial, las ejecuciones extrajudiciales y el encarcelamiento masivo. Ambas comunidades, a las que se les niegan recursos y derechos y se les somete a una vigilancia excesiva, son en realidad sociedades ocupadas, aseveró.
En su paralelismo entre lo que ocurre en Estados Unidos e Israel, Behnam sostuvo que el encarcelamiento generalizado y arbitrario de los palestinos por parte del gobierno israelí evoca el encarcelamiento masivo de los negros estadounidenses.
Por ejemplo, B'Tselem informa que los palestinos han languidecido en prisión sin cargos; y que cada año, entre 500 y 700 niños palestinos son detenidos y procesados en los tribunales militares israelíes. El cargo más común es el de lanzamiento de piedras, que puede conllevar una condena de hasta 20 años, sostiene el analista.
Además, plantea Behnam, décadas de políticas estadounidenses e israelíes han atrapado a los negros estadounidenses y palestinos en comunidades segregadas, con pocos recursos y fuertemente vigiladas, con pocas esperanzas de salir de la pobreza.
Tras más de 73 años de conquista y traslado forzoso, los palestinos viven ahora en dos pequeñas parcelas -Cisjordania y la Franja de Gaza-, aproximadamente el 22% de la Palestina histórica, sobre la que no tienen ninguna autoridad real; los habitantes de Gaza están recluidos en una franja de tierra empobrecida y escuálida, señala el politólogo en su denuncia.
Las continuas medidas de Israel para colonizar Palestina rara vez reciben la atención de los medios de comunicación, lamentó Behnam.
Desde 1967 hasta 2020, Israel ha demolido unas 5.350 viviendas palestinas en Jerusalén Este. Los recientes intentos en 2021 de desalojar por la fuerza a los palestinos de sus hogares en los barrios de Al-Bustan y Sheik Jarrah de Jerusalén Este para dejar paso a los colonos sionistas y construir un parque temático bíblico atrajeron la atención nacional después de que estallaran los enfrentamientos.
Por otra parte, consideró Behnam, los medios de comunicación estadounidenses no han dado un contexto histórico a la lucha de los negros estadounidenses y de los palestinos y no han hecho responsables a sus opresores.
Lamentablemente, subrayó, las innumerables imágenes de soldados israelíes y extremistas judíos armados que hieren y maltratan a hombres, mujeres y niños palestinos aún no han suscitado la condena de la comunidad mundial.
Por el contrario, puntualizó, su sufrimiento sigue siendo enterrado bajo la falsa narrativa de un Israel democrático bajo asedio, mientras las prácticas de apartheid de Israel se han vuelto cada vez más institucionalizadas y crueles.
Estados Unidos no puede pretender ser un campeón de los derechos humanos cuando persisten la desigualdad institucionalizada y la violencia policial contra los estadounidenses negros. Y no puede estar a la vanguardia de los derechos humanos cuando ha elegido el lado del opresor (Israel), puntualizó el experto.
Las vidas de los negros y los palestinos están unidas por su oposición a la opresión del Estado y por su deseo de construir sociedades basadas en la igualdad política y económica, concluyó el analista.
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