miércoles, 25 de agosto de 2021
Laboratorio de armas biológicas de EE. UU. sospechoso de ser fuente de enfermedad Lyme
Laboratorio de armas biológicas de EE. UU. sospechoso de ser fuente de
enfermedad Lyme
Spanish.xinhuanet.com | 2021-08-25 15:41:02 GINEBRA, 24 ago (Xinhua) -- Un
laboratorio de armas biológicas del Gobierno de Estados Unidos, inspirado en un
experto en armas biológicas nazi y con la misión de envenenar al ganado en la
Unión Soviética, sería la fuente de la enfermedad de Lyme, dijo Karl Grossman,
profesor universitario y veterano periodista de investigación. Karl Grossman,
profesor de periodismo a tiempo completo en la Universidad Estatal de Nueva
York, ha pasado cinco décadas investigando un laboratorio del Gobierno de
Estados Unidos en Plum Island, conocido como el Centro de Enfermedades Animales
de Plum Island, que se encuentra a una milla (unos 1.609 metros) frente a Long
Island, Nueva York. Para Grossman, este laboratorio está "envuelto en un
secreto". "Desearía que hubiera 'transparencia'. Esa es la palabra que se ha
utilizado durante décadas en Estados Unidos para que la gente sepa lo que ha
hecho su Gobierno", sostuvo Grossman en una reciente entrevista con Xinhua. El
"padrino" del laboratorio de Plum Island fue el experto en armas biológicas nazi
Erich Traub, que fue traído a Estados Unidos después de la Segunda Guerra
Mundial. "Durante la Segunda Guerra Mundial, Traub dirigió un laboratorio
secreto de guerra biológica nazi en el Báltico en una isla llamada Riems, con la
misión de envenenar al ganado en la Unión Soviética. Además, Traub estaba
familiarizado con el área de Nueva York antes de la Segunda Guerra Mundial.
También participó en actividades nazis en Long Island", señaló Grossman. "Este
Erich Traub tal vez pensó que había tenido una buena idea en establecer un
laboratorio de guerra biológica animal, como el que tenía en el Báltico, en esta
pequeña isla", dijo. "En ese momento había una base militar en la isla desde
hacía más de 50 años, que se llamaba Fort Terry. Por lo tanto, la idea era hacer
que este laboratorio llevara a cabo guerra biológica", dijo, y señaló que el
laboratorio pasó luego a estar bajo el Departamento de Agricultura de EE. UU.
(USDA). "En 1993, el reportero de investigación de Newsday John McDonald pudo
obtener documentos, incluido uno que fue publicado en la portada de Newsday",
dijo. "Este documento decía que la misión en Plum Island era desarrollar
armamento de guerra biológica que se usaría para envenenar ganado y otros
animales en la ex Unión Soviética", agregó. En la década de 1950 la misión
estadounidense en Plum Island se aleje del trabajo con armas biológicas dirigido
al ganado en la Unión Soviética. Aún así, un patógeno con el que trabajó en Plum
Island se relacionó años más tarde con un elemento usado por Estados Unidos en
la guerra biológica dirigida a animales en Cuba. Grossman recordó que "Newsday,
un periódico de Long Island, informó en 1977 sobre el estallido de la peste
porcina africana en Cuba en 1971, que fue devastador para los cerdos en Cuba, y
conectó el brote de la peste porcina africana en Cuba con Plum Island". "El
único lugar donde existió el virus de la peste porcina africana en el hemisferio
occidental fue en Plum Island, donde se experimentó con él. La investigación de
Newsday conectó este brote de peste porcina africana en Cuba con Plum Island, y
con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y con una operación de la CIA en
la Zona del Canal de Panamá", ahondó. Sin embargo, es posible que las hambrunas
no sean el único producto de Plum Island y algunos de los patógenos con los que
ha estado experimentando pueden transmitirse a los humanos. Según un informe de
2005 de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. (GAO), Plum Island
experimentó con patógenos que pueden causar enfermedades potencialmente mortales
en los seres humanos, incluido el virus del Nilo Occidental, el virus Nipah y la
fiebre del Valle del Rift. Plum Island también es sospechoso de iniciar la
epidemia mundial de la enfermedad de Lyme, un mal que se transmite a través de
las picaduras de garrapatas y que puede provocar un sufrimiento crónico si no se
trata. "El abogado John Loftus, un especialista en perseguir a los nazis para la
Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia de Estados
Unidos, cuenta en su libro de 1982 que los científicos de la guerra
bacteriológica nazi experimentaron con garrapatas envenenadas lanzadas desde
aviones", recordó Grossman. El profesor agregó que el autor "sugiere en el libro
la hipótesis de que las garrapatas envenenadas eran la fuente de la enfermedad
de Lyme". Grossman también agregó que las garrapatas han sido consideradas
durante mucho tiempo como un vector de enfermedades en la guerra biológica.
Grossman señaló que Kris Newby, un "excelente escritor científico relacionado
con la Universidad de Stanford", escribió un libro en 2019 con entrevistas con
Willy Burgdorfer, a quien se le atribuye el descubrimiento del microbio que
causa la enfermedad de Lyme, en el que expuso que Burgdorfer había "desarrollado
anteriormente armas biológicas para el Departamento de Defensa (DOD, sigla en
inglés) de EE. UU.". En 2019, el Congreso de EE. UU. aprobó una enmienda que
requiere que el inspector general del DOD investigue la "posible participación
de los laboratorios de guerra biológica del DOD en la militarización de la
enfermedad de Lyme en garrapatas y otros insectos". La enmienda fue sugerida por
el representante Chris Smith de Nueva Jersey, quien sostuvo que "esas
entrevistas combinadas con el acceso a los archivos de laboratorio del Dr.
Burgdorfer sugieren que él y otros especialistas en armas biológicas llenaron
garrapatas con patógenos para causar discapacidad severa, enfermedad e incluso
la muerte a enemigos potenciales. Los estadounidenses tienen derecho a saber si
algo de esto es cierto". Grossman resumió que con la experiencia de sus tres
visitas a Plum Island dedujo que el lugar era "aterrador". "Necesitamos que diga
la verdad Estados Unidos, creo, sobre lo que ha sucedido durante todos estos
años en Plum Island", concluyó Grossman.
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