martes, 2 de noviembre de 2021

Amazonía peruana: Tribus olvidadas descubren la Covid-19 con la llegada de las vacunas

 

Amazonía peruana: Tribus olvidadas descubren la Covid-19 con la llegada de las vacunas

No todas las comunidades se han librado del impacto de la pandemia. Al menos cinco personas de Urarina han muerto tras contraer el virus.

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    Amazonía peruana: Tribus olvidadas descubren la Covid-19 con la llegada de las vacunas

"No sabíamos sobre la Covid-19. Es lo primero que escuchamos", dijo Mariano Quisto mediante un traductor del pueblo de Mangual, en la vasta pero escasamente poblada región de Loreto, en el norte de la selva amazónica peruana.
 
A la comunidad indígena Urarina de Quisto, llegaron trabajadores de la salud y miembros de la Cruz Roja Internacional después de un viaje en bote de tres días a lo largo de los ríos que parten de la ciudad de Iquitos, la metrópoli más grande del mundo a la que no se puede llegar por carretera.
 
"Las brigadas no han venido aquí en muchos años. Estas comunidades están realmente olvidadas", dijo Gilberto Inuma, presidente de Fepiurcha, una organización que aboga por los derechos Urarina.
 
El grupo indígena Urarina más amplio, uno de los más insulares de Perú, tiene solo 5 800 personas, según muestran los datos oficiales. No todas las comunidades se han librado del impacto de la pandemia. Al menos cinco personas de Urarina han muerto de la Covid-19, dijo Inuma.
 
El viaje río arriba subraya los desafíos de vacunar a comunidades indígenas remotas en Perú y más allá, así como las brechas en el acceso más amplio a la atención médica para grupos remotos.
 
Las comunidades indígenas, especialmente en la Amazonía, tienen algunas de las tasas de vacunación más bajas de Perú, dijo Julio Mendigure, quien dirige la política de salud de los grupos en el Ministerio de Salud del país.

Menos del 20 % de ellos han sido completamente vacunados, en comparación con alrededor de la mitad en todo el país, dijo.

"Cuando miras ese número, debes recordar que para administrar ambas dosis, los equipos tienen que viajar de 4 a 5 horas. Eso es en el mejor de los casos", explicó Mendigure. Llegar a Mangual requirió 26 horas de viaje durante tres días a lo largo de ríos que a veces se secan o se bloquean con árboles caídos.
 
El barco incluía una nevera azul con 800 dosis de la vacuna Sinopharm de China, refrigerada con hielo seco. Un equipo regresará en noviembre para dar segundas dosis después de administrar más de 600 inoculaciones.

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