martes, 18 de enero de 2022

Para “Israel” perder a América Latina sería el principio del fin de la existencia de esa entidad racista terrorista.

 Para “Israel” perder a América Latina sería el principio del fin de la existencia de esa entidad racista terrorista.

  • América Latina… ¡Gracias a la misma se estableció “Israel” y a través de ella será sacudida!
    América Latina… ¡Gracias a la misma se estableció “Israel” y a través de ella será sacudida!

• Trece países latinoamericanos votaron a favor de la resolución de partición.

Sin los países de América Latina, “Israel” no hubiera existido sobre el mapa en primer lugar; partiendo de este hecho, el movimiento sionista, desde sus inicios, prestó especial atención a América Latina, cercana a su principal bastión en Estados Unidos, cuyos frutos cosechó durante la votación de la resolución de la partición del 29 de diciembre de 1947.

Durante la votación de esta resolución, el delegado de Brasil, Osvaldo Cruz, quien presidió la reunión de la Asamblea General de la ONU, jugó un papel importante en la aprobación de la resolución por la mayoría de un solo voto; ya que después de fracasar en obtener la mayoría de dos tercios en la primera votación del 26 de diciembre de ese año, Cruz decidió, a petición del presidente estadounidense Truman, posponer la sesión del día siguiente, argumentando que era el Día de Acción de Gracias estadounidense, esto fue aprovechado por Truman, los empresarios estadounidenses y los líderes judíos y sionistas, para contactar a los líderes de los países latinoamericanos, con el fin de persuadirlos con sobornos o con amenazas, pidiéndoles que era necesario votar a favor de la resolución.

El delegado guatemalteco, Jorge García Granados, jugó un papel importante en influir en los representantes de los países latinoamericanos, y como manifestación de gratitud, “Tel Aviv” respondió a esto nombrando muchas calles en los asentamientos israelíes con su nombre.

En la sesión del día 29 de diciembre, trece países latinoamericanos votaron a favor de la resolución, y seis de estos países se abstuvieron; Cuba fue el único país en aquel entonces que votó en contra de la resolución que obtuvo, por un solo voto, una mayoría de dos tercios, ya que treinta y tres países la apoyaron y trece países la rechazaron.

Guatemala, Uruguay, Venezuela, Nicaragua, Panamá y Costa Rica reconocieron a “Israel” inmediatamente después de la declaración del estado en mayo de 1948, eso después de haber sido reconocida por Washington, mientras que la República Dominicana, El Salvador, Honduras y Paraguay la reconocieron en septiembre de 1948, para ser seguidos por Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba, Haití y Perú en diciembre de 1948; Argentina seguida por Brasil, estuvo a la cabeza de los países que abrieron sus embajadas en Tel Aviv, elevando el número de estas embajadas a 14 en 1972.

Por otro lado, "Israel" abrió su primera embajada en Uruguay en noviembre de 1949, convirtiendo a su capital, Montevideo, en un importante bastión de la actividad del “Mossad” en el citado continente, a la que se sumaron su embajada en Argentina, luego Brasil y México; el “Mossad, en coordinación y cooperación con la inteligencia estadounidense, estuvo detrás de todos los golpes fascistas, los intentos de rebelión en Cuba, el asesinato del líder revolucionario Guevara y finalmente, detrás del fallido intento de golpe en Venezuela a través de la frontera de la vecina Colombia.

El Mossad, junto con los empresarios judíos que controlan los medios, habían sido un elemento clave en la conspiración contra el presidente de izquierda en Brasil Lula da Silva, impidiéndole participar en las elecciones en las que resultó ganador el derechista y fascista Bolsonaro; un amigo de “Israel”.

Inmediatamente tras su victoria, Bolsonaro reconoció a Jerusalén como la capital del “Israel” judío, y trasladó allí la embajada de su país desde “Tel Aviv”, como han hecho otros países del citado continente, en momentos en que el Mossad, los movimientos sionistas y en coordinación con los cuerpos de inteligencia estadounidense, lanzan campañas de desinformación contra las actividades de la Resistencia libanesa e Irán, que en conjunto son una fuente de gran preocupación para “Tel Aviv”, que considera este continente como una región estratégica y que al perderla podría perderlo todo, incluso esto podría provocar la desestabilización de todo el ente sionista.

Aunque dejemos de lado las relaciones económicas y comerciales y el provecho que obtiene Tel Aviv de sus relaciones con muchos de los países latinoamericano ricos recursos naturales, lo que busca “Israel” es evitar que los países del continente se pongan del lado de la causa palestina traicionada en muchos de los periodos históricos recientes y lejanos, por sus dueños, los palestinos, árabes y musulmanes. 

Prueba reciente de ello es la reunión de Mahmoud Abbas con el ministro de Seguridad sionista Benny Gantz, y antes de eso, la conspiración de algunos líderes de “Hamas” contra el estado sirio (y aun lo hacen), sin el cual “Hamas” no habría existido en primer lugar, sin mencionar las disputas intestinas palestinas, y el hecho de que algunos palestinos trabajan para los sionistas de una manera directa o indirecta, en momentos en que la causa palestina estaba, y sigue estando, sembrada en la conciencia de todos los revolucionarios latinoamericanos, figurando entre ellos, sin duda, Castro, Guevara y Chávez, y ahora Maduro, quien, en su entrevista con el profesor Ghassan Ben Jeddou a través de la pantalla de Al Mayadeen, manifestó que se enorgullece de su amistad personal con el mártir Qassem Suleimani, y lanzó un hurra por Palestina; eso es lo que ha hecho y hará el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, quien sigue la ruta de Castro, Chávez y Guevara, así como muchos revolucionarios de América Latina quienes dieron al imperialismo estadounidense y sus agentes locales respaldados por el capitalismo sionista, lecciones de valentía, emprendimiento y sacrificio que nunca olvidarán, en momentos en el que regímenes árabes e islámicos se apresuran para normalizar sus relaciones con “Tel Aviv”, que de no ser por su traición, y su entrega al enemigo junto con quienes les precedieron, el sionismo no hubiera podido penetrar en los países de América Latina, como es el caso también de África.

Sin olvidar el fracaso de las comunidades árabes que residen en el continente latinoamericano (con la excepción de casos individuales) y cuyo número no es menor a los veinticinco millones, en jugar un papel más importante e influyente en las decisiones políticas de sus respectivos países; parece claro que, con la izquierda en el poder, estos países se alinearán con la causa palestina, y esto es lo que hará de la elección del joven revolucionario Gabriel Boric (35 años) un acontecimiento histórico que puede determinar el rumbo autentico de la lucha árabe e islámica por Palestina.

Esto será suficiente para derrotar a “Israel”, luego de que pierda muchas de sus posiciones estratégicas en este continente, la más importante de las cuales sería Brasil, en las elecciones venideras de fin de año, así como anteriormente perdió a Argentina y México, donde ganó la izquierda; esto requerirá más coordinación y cooperación entre las fuerzas de la resistencia y los líderes de la izquierda en América Latina, principalmente con el joven Boric, porque está destinado a influir en el sentir de la juventud de América Latina, y de hecho en la juventud de todo el mundo; cuando Boric estuvo en el parlamento en 2016, apoyó un proyecto de ley que proponía boicotear los productos israelíes producidos en los asentamientos judíos en Cisjordania, en al Quds (Jerusalén) ocupada y los Altos del Golán, describiendo a “Israel” en aquel momento como un “estado criminal”.

El año 2018, Boric visitó Cisjordania ocupada con dos miembros del parlamento y se reunió con el presidente Mahmud Abbas (hubiera sido mejor que no se produjera ese encuentro), también se encontró con la joven Ahed al Tamimi y la saludó en nombre de los combatientes de su país; Damasco, Teherán o Argelia deberían ayudar a Ahed a viajar a Santiago para asistir a la ceremonia de juramentación el próximo 11 de marzo, para conocer en ese momento al joven presidente, y para que el pueblo chileno conozca de cerca el heroísmo de la niña palestina.

En 2019, una organización judía chilena envió un obsequio al presidente Boric con motivo del año nuevo, a lo que este respondió en su cuenta de Twitter: “Gracias por esta linda iniciativa, pero me gustaría que le pidiera a 'Israel' que se retirara de la Palestina ilegalmente ocupada”.

Durante su campaña electoral, y en una entrevista televisada en vivo, y en respuesta a una pregunta del presentador del programa, Boric dijo: “Sí, sin duda alguna, 'Israel' es un estado genocida y un estado criminal, y todos debemos hacerle frente y defender los derechos del pueblo palestino, sin importar cuán poderosos sean los países que ignoran estos derechos”.

Solo para hacer memoria, el número de árabes, que en su mayoría son palestinos, sirios y libaneses, en Chile no es inferior a los 250 mil; ha llegado el momento que todos ellos, y con ellos todos los de origen árabe en los otros países de América Latina, para que dejen de lado sus diferencias, cualquiera que sea su causa, y acuerden un mínimo denominador común, que es enfrentar al sionismo y defender a Palestina, esto por supuesto si aún creen en Palestina y no son seguidores de la normalización, o sea, la rendición, la traición y la conspiración.

Los países y pueblos árabes e islámicos que apoyan la causa palestina deben recordar cómo, Castro, Guevara y finalmente Chávez apoyaron los movimientos de liberación árabes, entre los que destaca Argelia, país que Guevara visitó un año después de su independencia, y la histórica visita del presidente Ben Bella a Cuba el 16 de octubre de 1962, a pesar de la objeción del presidente estadounidense Kennedy a esta visita, que coincidió con la crisis de los misiles entre Washington y Moscú.

En ausencia de una postura árabe unificada, Siria e Irán, y esta vez junto con Argelia y Túnez, con sus posiciones nacionalistas, pueden construir fuertes vínculos con los países latinoamericanos gobernados por la izquierda, de modo que el único objetivo común de este encuentro sea enfrentar a “Israel” y evitar que algunos regímenes árabes conspiradores (como Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos) se infiltren en estos países con diferentes fachadas, con el fin de mitigar el impacto de futuras políticas contra Tel Aviv, y aunque  estos cuatro países junto con países y fuerzas nacionalistas, difieran en el estilo, el enfoque y los objetivos con estos gobiernos de izquierda, es evidente que su acción conjunta servirá al final los intereses comunes de los pueblos de nuestra región y los pueblos de América Latina.

Hay que recordar que todos estos pueblos sufrieron de la opresión, la tiranía y el terror de las fuerzas colonialistas, comenzando con Cristóbal Colón y terminando con Trump; Biden y los que están con él no se diferencian de aquellos y de todos los que han cometido crímenes contra toda la humanidad, siendo Palestina el meollo y la conciencia, porque es la tierra de los tres mensajes celestiales.

Nadie debe olvidar que para “Israel” perder a América Latina sería el principio del fin de la existencia de su entidad racista terrorista, y que movilizará todas sus fuerzas para proteger sus posiciones, luego de asegurar su entorno con la conspiración de regímenes árabes e islámicos contra al Quds (Jerusalén), ciudad que pronto podría convertirse en la Meca para millones de camaradas de Guevara después de que sus dueños la traicionaran.

Las ideas y opiniones expresadas en este  artículo son las de su autor y no reflejan necesariamente el punto de vista de Al Mayadeen.

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