Décadas después del 11 de septiembre, los musulmanes continúan luchando contra la islamofobia en EEUU
Los musulmanes siguen siendo objeto de odio, intimidación y discriminación, denunció el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas.
HOUSTON, Estados Unidos
Los musulmanes estadounidenses continúan luchando contra la islamofobia más de dos décadas después del 11 de septiembre de 2001.
“Los musulmanes siguen siendo objeto de odio, intimidación y discriminación como resultado de los estereotipos que perpetuaron los islamófobos y los medios de comunicación en los años posteriores a los ataques del 11 de septiembre”, denunció Hussam Ayloush, director ejecutivo del capítulo de Los Ángeles del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR-LA).
Ayloush aseguró a la Agencia Anadolu que organizaciones como CAIR han ayudado a hacer "tremendos avances" en la lucha contra las narrativas perpetuadas por organizaciones e individuos que se benefician de la islamofobia, pero todavía hay "información errónea que alimenta el odio que se difunde en línea".
Según las estadísticas del FBI, los crímenes de odio contra los musulmanes se dispararon inmediatamente después del 11 de septiembre, al aumentar en un 1617% entre 2000 y 2001.
Ayloush aseguró que tras los ataques, el pueblo estadounidense y su Gobierno necesitaban un “enemigo común” para apoyar la multimillonaria industria de la islamofobia, el complejo militar-industrial y hacer frente a la creciente amenaza del nacionalismo blanco.
“Estos factores combinados crearon un ambiente volátil para los musulmanes y cualquier otra persona percibida como 'el otro'. La desafortunada realidad es que hay personas y organizaciones que se benefician de perpetuar la islamofobia, la intolerancia y la guerra”, dijo.
La islamofobia, que se define como la aversión o el prejuicio contra el Islam o los musulmanes, sigue siendo frecuente en EEUU.
“El 72% de los musulmanes reporta sentir hostilidad por parte de los demás debido a su religión y el 65% se ha sentido irrespetado. Eso es casi tres veces el porcentaje entre los cristianos”, indicó Zahra Jamal, directora asociada del Instituto Boniuk para la Tolerancia Religiosa de la Universidad de Rice en Houston, al referirse a un estudio de agosto de 2022 realizado por la institución educativa.
“Los judíos (60,7%) y los musulmanes (61,7%) tienen el doble de probabilidades que los cristianos y los adultos estadounidenses en general de decir que han sido objeto de insultos verbales debido a su religión”, dijo Jamal a la Agencia Anadolu.
“Ambos grupos también son más propensos a reportar que han sido amenazados con violencia física, perseguidos o seguidos, o que su hogar ha sido destrozado debido a su religión. También tienen tasas más altas de haber sufrido agresiones físicas o daños a la propiedad debido a su religión”.
Según Jamal, poco más del 80% de los musulmanes reportaron que “otros asumieron cosas sobre ellos debido a su religión”, mientras que el 21% de los adultos musulmanes reportaron ser víctimas de abuso policial, aproximadamente cinco veces el porcentaje entre el siguiente grupo más alto.
El efecto Trump
La investigadora indicó que las cifras relacionadas con la discriminación contra los musulmanes son alarmantes y muestran cuánto ha aumentado la islamofobia en EEUU en los últimos años.
“Para los musulmanes, las puntuaciones en el Índice de islamofobia aumentaron de 18 en 2018 a 26 en 2022”, dijo.
“La islamofobia internalizada es más frecuente entre los musulmanes más jóvenes, que se han enfrentado a contenidos antimusulmanes en la cultura popular, las noticias, las redes sociales, la retórica política y las políticas. Esto impacta negativamente en su propia imagen y salud mental”, Jamal.
Sin embargo, Ayloush dijo que las estadísticas no son sorprendentes al considerar el actual clima político volátil en EEUU, el cual fue perpetuado por el expresidente Donald Trump durante su mandato.
“La presidencia de Trump normalizó ser un fanático antimusulmán. Hizo que fuera socialmente aceptable ser abiertamente antimusulmán”, agregó.
Una acción que “habló más fuerte que sus palabras islamófobas fue la Prohibición de Musulmanes, que vetó la entrada a EEUU de los viajeros de varios países de mayoría musulmana”, recordó Ayloush.
“Aunque la administración actual anuló la prohibición, todavía estamos lidiando con las ramificaciones de la misma hasta el día de hoy, con muchas familias aún separadas”, agregó.
El activista dijo que hay una larga lista de falsedades que demonizan la comunidad musulmana debido a los más de 20 años de islamofobia después del 11 de septiembre, pero “la falsedad más flagrante es la idea de que los musulmanes son de alguna manera más propensos a la violencia que otros grupos o religiones”.
“Esta ideología peligrosa e inexacta retrata a los más de 2 mil millones de seguidores del Islam de una manera que en última instancia los deshumaniza”.
Según Jamal, otros estereotipos predominantes contra los musulmanes son: “Los musulmanes discriminan a las mujeres, son hostiles hacia EEUU, son hostiles hacia los judíos y cristianos, son menos civilizados que otras personas, son parcialmente responsables de los actos de violencia llevados a cabo por otros musulmanes, están tratando de remplazar la Constitución de EEUU con la Sharia (ley canónica islámica basada en las enseñanzas del Corán) y están en contra de la libertad religiosa”.
Cambiar la narrativa
“La islamofobia no existe en el vacío. Desafortunadamente, los musulmanes no son el primer, y lamentablemente no serán el último, grupo que enfrenta el odio y la discriminación en EEUU”, enfatizó Ayloush.
“Nuestro país tiene una larga historia de deshumanización y marginación de varios grupos étnicos y religiosos, ya sean los negros, los nativos americanos, los judíos, los asiaticoamericanos de las islas del Pacífico u otras comunidades”, agregó
El activista indicó que la única forma de combatir la islamofobia, los estereotipos y la discriminación nacidos el 11 de septiembre es abordarlos de frente.
“Es importante responsabilizar a las personas que perpetúan el racismo, la intolerancia y la xenofobia con sus palabras y acciones de odio en todos los sectores, ya sea en la frontera, en el aeropuerto, por parte de la Policía o de un político”, dijo Ayloush.
“También es fundamental que sigamos combatiendo el racismo institucional y construyamos el poder político musulmán para influir en la política y la legislación, así como trabajar para abordar la islamofobia a nivel estatal o del Congreso, que se presenta en forma de intimidación, discriminación, injusticia por parte del Gobierno o vigilancia del FBI”, indicó.
Difundir la conciencia y promover la educación son claves para ayudar a los estadounidenses a comprender mejor la diversidad de la comunidad musulmana en el mundo posterior al 11 de septiembre.
“Al aprender y reconocer la historia de nuestro país y su falta de aceptación y tolerancia, todos podemos trabajar para cambiar la narrativa”, dijo Ayloush.
“Es importante recordar que los actos de intolerancia no solo se reflejan en quienes los cometen, sino que nuestra reacción ante ellos se convierte en un reflejo de nosotros como nación. ¿Somos compasivos e impulsados por la justicia? ¿O somos egoístas y apáticos?”, añadió.
“En los últimos más de 20 años desde ese horrible día, estamos viendo a más y más estadounidenses que optan por defender lo que es correcto”, concluyó el director ejecutivo de CAIR-LA.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
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