jueves, 29 de septiembre de 2022

En respuesta a la búsqueda de Occidente de una tercera guerra mundial, Putin anuncia una movilización parcial y se anexiona cuatro repúblicas en el este de Ucrania

 

En respuesta a la búsqueda de Occidente de una tercera guerra mundial, Putin anuncia una movilización parcial y se anexiona cuatro repúblicas en el este de Ucrania

En respuesta a las acciones y el apoyo de Occidente a Ucrania, Putin declaró abiertamente que Rusia recurriría a todos los medios para proteger su territorio, incluido el uso de armas de destrucción masiva.

  • En respuesta a la búsqueda de Occidente de una tercera guerra mundial, Putin anuncia una movilización parcial y se anexiona cuatro repúblicas en el este de Ucrania
    En respuesta a la búsqueda de Occidente de una tercera guerra mundial, Putin anuncia una movilización parcial y se anexiona cuatro repúblicas en el este de Ucrania

En un artículo del filósofo ruso Alexander Dugin titulado “Los últimos desarrollos de la guerra en Ucrania” (Traducido al árabe por el Dr. Ziad Al-Zubaidi, publicado en Kanaanonline), se habla de que el mundo está al borde de una tercera guerra mundial, la cual Occidente está impulsando con gran determinación. El autor, hace hincapié en que Rusia está actualmente en guerra con Occidente en general, una guerra que podría convertirse en una guerra nuclear, especialmente porque generales estadounidenses como el excomandante de las fuerzas estadounidenses en Europa Ben Hodges y el comandante de la OTAN, Jens Stoltenberg han declarado abiertamente que el objetivo de Occidente no es solo empujar a Rusia a retirarse completamente de Ucrania, sino que lo que quieren es una rendición incondicional que provocaría el desmantelamiento del país de la misma forma que sucedió con la Unión Soviética en 1991 después de su derrota en la Guerra Fría.

Rusia enfadada con Occidente

Lo que expresa el artículo de Dugin no parece ser tan descarrilado, sino más bien un eco de lo que está pasando en los pasillos del Kremlin entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y los líderes políticos y militares rusos, algo que explica los recientes pasos del Presidente ruso y que Occidente interpretó como una escalada del conflicto en Ucrania. Putin está harto del continuo apoyo occidental a Ucrania contra Rusia, especialmente después del reciente ataque sorpresa de Ucrania, que llevó a las fuerzas de Kiev a apoderarse de grandes áreas alrededor de Kharkov de las fuerzas rusas, y que no habría sido posible sin el apoyo logístico y de inteligencia occidental hacia el lado ucraniano.


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Esto se suma a los continuos intentos de las fuerzas de Kiev de atacar la planta de energía nuclear en Zaporozhye en un intento de ocasionar una catástrofe nuclear que conmocionaría al mundo y causaría grandes daños a las tierras de Ucrania y Rusia. Esto llevó a Putin a declarar que Occidente ha cruzado todos los límites en su política hostil contra Rusia, argumentando que Kiev ha obtenido una orden para socavar las propuestas de resolución pacífica presentadas repetidamente por Moscú para poner fin al conflicto en Ucrania. Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, declaró que Rusia no solo está en guerra con Ucrania, sino con todo Occidente.

Anexión de regiones de habla rusa

Esto fue considerado como un preludio de que Putin firmara un decreto declarando la movilización parcial en la Federación Rusa, según el cual los ciudadanos rusos con experiencia militar previa o con un nivel específico de entrenamiento están obligados a incorporarse a las operaciones de combate en Ucrania. Esta decisión coincide con la decisión de Putin de trasladar la operación militar especial en Ucrania a la etapa de "proteger la soberanía de Rusia" contra Occidente. Una decisión que se produce en previsión de que las fuerzas ucranianas apunten a las áreas de habla rusa en Ucrania después de su anexión planificada a Rusia mediante un referéndum que se llevaría a cabo entre el 23 y el 27 de septiembre. Las regiones candidatas para unirse a Rusia son Lugansk y Donetsk, así como Kherson y la región de Zaporozhye.

Putin ha declarado abiertamente que Rusia recurrirá a todos los medios para proteger su territorio, incluido el uso de armas de destrucción masiva. Estos pasos anticipan la llegada del invierno, lo que puede afectar la conducción de las operaciones militares, y representan un intento de Moscú por consolidar el progreso que ha logrado en los últimos meses desde el inicio de la operación militar en Ucrania que tenía como objetivo proteger las regiones de habla rusa en el este y sur de Ucrania.

La decisión de Putin fue apoyada por amplios segmentos de la élite política y militar rusa, ya que el vicepresidente de la Federación Rusa, Konstantin Kosachev, anunció que el ataque a las tierras liberadas en Ucrania después del referéndum se consideraría un ataque a la propia Rusia, destacando que sería deber de todo ruso defender estas zonas, denotando la indiferencia ante lo que diga Occidente al respecto.

Además, el vicepresidente del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, Dmitry Medvedev, anunció que el referéndum en las regiones de Donbass y Kherson es importante para que Rusia asegure su autodefensa, lo que tendrá un impacto significativo en el curso del desarrollo del país en las próximas décadas. El ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, había declarado que el pueblo de Donbass tiene derecho a determinar su propio destino.


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¡Preocupación europea!

Parece que la decisión de Putin de anunciar una movilización parcial ha despertado la preocupación de los países europeos, lo que se reflejó en las declaraciones de la vocera principal de la Comisión Europea, Peter Stano, quien anunció que la Unión Europea no es parte del conflicto entre Moscú y Kiev pero apoya a Ucrania, su independencia y unidad. A su vez, señaló que la Unión seguirá apoyando a Kyiv en las dimensiones humanitaria, militar y económica.

El anuncio se produjo después de que el Consejo Europeo ratificara un nuevo paquete de ayuda de 5.000 millones de euros para Kiev, que se suma a un paquete de ayuda anterior de 9.000 millones de euros. Parece que a la Unión Europea le preocupa la posibilidad de que Moscú tome una decisión para reducir aún más el flujo de gas y petróleo hacia Europa en vísperas del frío otoño en el viejo continente, y la incapacidad de sus países para encontrar una alternativa al gas ruso y al petróleo en otras partes del mundo. 

Los datos mostraron que los flujos de gas desde Rusia a Europa a través del gasoducto Yamal Europe se detuvieron por completo el 21 de septiembre, para agregarse al gasoducto Nord Stream 1, que ha estado suspendido durante varias semanas. Los europeos temen que los rusos detengan la línea de suministro rusa a través de Ucrania, que aún está operativa, lo que podría conducir a un gran desastre económico y humano en los países europeos.

Cabe señalar que la factura energética en Europa se ha duplicado desde el inicio de la crisis ucraniana como consecuencia de lo que los europeos consideran una interrupción deliberada por parte de Moscú del suministro de gas y petróleo en respuesta al apoyo de la Unión Europea a Ucrania en el conflicto con Rusia. Esto provocó que miles de manifestantes en un gran número de capitales europeas se manifestaran denunciando las posturas de sus gobiernos contra Moscú, que afectaban negativamente a sus condiciones económicas y de vida.

El periódico liberal británico The Guardian expresó ciertos temores de que los gobiernos europeos se sometieran a la voluntad rusa y marginaran el "problema ucraniano en la conciencia europea" por temor a que los rusos castigaran a estos gobiernos deteniendo el suministro de energía de forma permanente.

Impotencia americana

Paralelamente a esta retirada europea, parece que Estados Unidos ha agotado sus reservas de armas y municiones que suministró a Ucrania para prolongar el conflicto con Rusia. Esto hizo que recurriera a países de Medio Oriente, pidiéndoles que proporcionaran a Ucrania las reservas de armas soviéticas que poseía desde la época de la Guerra Fría.

Según el New York Times, durante su visita al Medio Oriente, el presidente de los EE. UU., Joe Biden, pidió a varios países de la región que proporcionaran a Kiev sus armas de fabricación soviética debido al agotamiento de armas en los Estados Unidos y Europa. Sin embargo, Biden se mostró decepcionado al no recibir respuesta de los países del Medio Oriente.

Según el investigador del Instituto Nacional Primakov para la Investigación en Economía Global y Relaciones Internacionales Ilya Kramnik, es poco probable que Egipto, Irak, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos respondan a las demandas estadounidenses, especialmente porque tienen buenas relaciones con Moscú que no quieren estropear. En cambio, algunos expertos del diario ruso "Kommersant" temen que la Casa Blanca aproveche la crisis económica que atraviesan algunos de estos países para atraerlos con ayudas económicas y préstamos del Fondo Monetario Internacional, además de tentarlos con contratos para obtener compras de armas estadounidenses avanzadas hasta que acepten vender su arsenal de armamento soviético a Kiev.


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La victoria y sus condiciones

Estos hechos pueden indicar que Moscú está destinado a lograr la victoria, aunque sea después de un tiempo. Vale la pena señalar que Rusia no puede darse el lujo de perder esta guerra, porque en este caso, las potencias occidentales no se detendrán en las fronteras entre Ucrania y Rusia, sino que lanzarán ataques en lo más profundo de Rusia, principalmente en el Cáucaso y Asia Central.

Pero existen condiciones para lograr la victoria que Alexander Dugin resume en otro artículo titulado Condiciones de la Victoria (Traducido al árabe por el Dr. Ziad Al-Zubaidi). Según Dugin, para que Rusia logre la victoria, debe profundizar la conciencia geopolítica colectiva rusa sobre la realidad de lo que está sucediendo en Ucrania, declarar la ley marcial en algunas áreas fronterizas adyacentes a las arenas de tensión y lucha, reestructurar la economía rusa y convertirla en una economía de guerra, declarar la movilización general (y no solo la movilización parcial), estimular a la sociedad rusa en su conjunto a participar en la guerra bajo el título de una cultura del despertar y fortalecer la lealtad nacional rusa, especialmente entre los grupos rusos fluctuantes en su posición sobre la guerra.

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