Expertos tunden la forma en que la 4T ha destruido al sector salud
Aseguran que los cambios que ha hecho López Obrador en políticas de salud han fallado
El pasado martes 25 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que cuando termine su sexenio México tendrá un sistema de salud pública de calidad y gratuito como el de Dinamarca.
Para cumplir está meta, dijo que se requiere apoyo de todos los trabajadores de la salud y autoridades estatales y municipales.
“Había estado leyendo a nuestros adversarios que apuestan que no lo vamos a lograr, porque hace un año hablé que íbamos a tener un sistema de salud pública como en Dinamarca y países nórdicos que tienen un estado de bienestar de lo mejor”, dijo.
Y añadió: “Aceptamos el desafío y el reto y cuando terminemos vamos a tener un sistema de salud de primera”.
Sin embargo, especialistas aseguran que los cambios que ha hecho el mandatario tabasqueño en políticas de salud han fallado.
Prueba de ello está la escasez de fármacos, la atención médica insuficiente y el mal manejo de la pandemia del coronavirus.
Asimismo, señalan que aún no hay un programa claro sobre hacia dónde va el sistema de salud.
Sobre este tema, coincidieron en que la desaparición del Seguro Popular, el cambio en el modelo de compras de medicamentos y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) son los principales errores de López Obrador que han marcado los problemas que hay en el sector salud.
“Tenemos un problema serio en los instrumentos de atención para la no derechohabiencia; tenemos un problema serio no resuelto en la planeación, compra y abasto de medicamentos, y tenemos un serio problema con los rezagos generados a partir de la pandemia”, dijo Salomón Chertorivski, exsecretario de Salud.
El actual diputado de Movimiento Ciudadano (MC) recordó que la 4T eliminó el Seguro Popular, el cual atendía a 53 millones de personas.
En su lugar crearon el Insabi el cual, dijo, se creó sin reglas, funciones y procesos claros para atender a la población sin seguridad social.
La consecuencia, enfatizó, fue que más personas se quedaron sin acceso a un mecanismo de protección en salud.
“Decidieron destruir todo sin tener claridad de lo que tenían que construir. Simplemente, entre 2018 y 2020, 15 millones de mexicanos y mexicanas que ya tenían un mecanismo para financiar y atender su salud declararon que ya no lo tenían, que lo habían perdido”, explicó.
Por su parte, Sofía Charvel, académica del ITAM, señaló que las reformas estructurales que ha implementado AMLO han fragmentado el sistema de salud, porque están incompletas, no tienen marco normativo adecuado y carecen de una implementación correcta, algo que se agudizó por la pandemia de Covid-19.
Aseguró que primero se reformó el mecanismo de compra y distribución de medicamentos e insumos, pero éste sigue sin rumbo y sin cuentas claras.
También, se creó el Insabi con el objetivo de dar cobertura universal a la población sin seguridad social, pero en este año ya fue eliminado.
En el caso del IMSS-Bienestar, aseguró que parece tener los mismos vicios que el Insabi, pues no tiene indicadores de salud y omite el tercer nivel de atención.
“No hay un programa claro de hacia donde va el sistema de salud, sólo está siguiendo indicaciones de que ahora será el IMSS-Bienestar, pero aún sin las reglas de operación que es urgente conocer”, comentó.
Para adquirir medicamentos, el gobierno de López Obrador decidió que las compras las llevaría a cabo la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
Sobre ello, Enrique Martínez Moreno, director general del Instituto Farmacéutico (Inefam), explicó que era innecesario este convenio, la cual consideró era una improvisación, al explicar que México cuenta con instituciones, leyes y experiencia para realizar compras de gran magnitud.
Enese sentido, Carlos Salazar, presidente de la Asociación Nacional de Proveedores para la Salud, explicó que en este gobierno ha sido un reto la compra de insumos médicos por la falta de planeación.
Los fabricantes de dispositivos médicos y fármacos, expuso, requieren de al menos seis meses de planeación para obtener materia prima y terminar los procesos de fabricación.
Por ello, algunos participantes dejaron de participar en las licitaciones.
Sobre esta crisis sanitaria provocada por la Covid-19, indican que ello provocó uno de los mayores rezagos en salud por la falta de atención médica a otros padecimientos y por las secuelas que ha causado esta nueva enfermedad.
“Debemos seguir cuestionando y tiene que haber responsabilidad, tenemos muchas consultas que no se hicieron, cánceres que no se atendieron, diabetes que se dejó de atender, vacunación que cayó. Y todos esos rezagos los vamos a tener que resarcir en los próximos tiempos”, añadió Chertorivski Woldenberg.
Con información de Expansión Política, Forbes México y Diario.mx
MSA
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