lunes, 16 de enero de 2023

La ventana de Overton: ¿Quién nos manipula?

 

La ventana de Overton: ¿Quién nos manipula?

Somos hijos de nuestro tiempo.

Las ideas predominantes en cada época ejercen una fuerza similar a la de un agujero negro. Escapar al agujero es una gesta heroica aunque a veces necesaria.

Si lo prefieres, puedes escucharlo en iVoox, Spotify, Apple o Google.

Joseph P. Overton fue vicepresidente del Centro Mackinac, un think tank que promueve ideas liberales. En 2003 murió en un accidente de aviación. En su honor, sus colegas le pusieron su nombre a un modelo político al que llamaron La ventana de Overton

“La ventana de Overton es un modelo para comprender cómo las ideas en la sociedad cambian con el tiempo e influyen en la política. El concepto central es que los políticos están limitados en cuanto a las ideas políticas que pueden apoyar; por lo general, solo persiguen políticas que son ampliamente aceptadas en toda la sociedad como opciones políticas legítimas. Estas políticas se encuentran dentro de la Ventana de Overton. Existen otras ideas, pero los políticos corren el riesgo de perder el apoyo popular si las defienden. Estas políticas se encuentran fuera de la ventana de Overton.”

Joseph Lehman

Desde entonces este modelo se ha popularizado. Hay quien piensa que se está utilizando como una estrategia de manipulación social para imponer políticas que, hasta hace poco, parecían descabelladas, pero que ahora están dentro de la ventana de Overton.

Veamos qué hay de cierto en todo esto, quiénes mueven la ventana de Overton y si debemos preocuparnos por ello.

La ventana no para de moverse

El 26 de diciembre de 1978 la homosexualidad dejó de estar penada por la ley en España. A principios de los 80 todavía era común escuchar comentarios homófobos en la calle, incluso en la TV y según una encuesta del CIS, el 50% de los psiquiatras pensaban que la homosexualidad era una enfermedad. En los 90 las cosas empezaron a cambiar y en 2022 la homosexualidad en España está socialmente aceptada.

En 40 años la ventana de Overton ha sufrido un gran empujón del rechazo a los homosexuales a su normalización y apoyo. La prueba de que se ha movido es que un partido conservador como el PP poco a poco va aceptando el matrimonio homosexual, cuando hace solo hace 15 años era visto por muchos como una aberración.

Overton decía que los políticos proponen políticas dentro de la ventana, pero eso no impide que haya partidos como VOX, que encuentren su lugar en los extremos. Si bien VOX no está en contra de que los homosexuales formen parejas de hecho, cree que el matrimonio es una institución tradicional que debería estar reservada a relaciones entre hombres y mujeres.

¿Podría la influencia mediática de VOX mover la ventana de nuevo hacia donde estaba en los 80?

Según Overton los políticos no mueven la ventana sino que se adaptan a ella. ¿Pero es eso cierto?

¿Quiénes mueven la ventana?

No debemos olvidar que Joseph Overton pertenecía a un think tank, una organización cuyo objetivo es influir en la opinión pública. Como es lógico, Overton y sus colegas pensaban que la ventana la movían los think tanks, sus donaciones dependían de creer en ello, pero ¿quién mueve la ventana en realidad?

Creo que esta es una de las grandes preguntas de nuestro tiempo. Si alguien tuviese la respuesta tendría una de las claves para dominar el mundo. Afortunadamente no hay una respuesta fácil y desde luego no creo que los think tanks sean los actores determinantes que mueven la ventana.

Para acercarnos a una respuesta razonable debemos recuperar uno de los artículos de Polymatas en los que hablé sobre la evolución cultural y ver qué dice la Teoría de la Herencia Dual. La THD postula que somos animales culturales que aprendemos por imitación. Aprendemos fijándonos en los demás, pero no en cualquiera que pase por ahí. Prestamos atención a los que se parecen a nosotros, aquellos que hablan nuestro idioma, viven en nuestro país y tienen un nivel económico y cultural similar. Pero sobre todo, intentamos imitar a los que han tenido éxito porque queremos aprender de los mejores y el éxito es una buena señal de competencia que está a la vista de todos.

Además, la mayoría intentamos mimetizarnos con nuestro grupo: nuestros vecinos, compañeros de trabajo, amigos, etc. Sabemos desde pequeños que salirse del consenso social se castiga con el desprecio, la burla y la desconfianza. Por eso la mayoría sigue al grupo sin cuestionarlo demasiado.

Esta conducta también se ve reforzada por el efecto de mera exposición, una idea de la psicología social muy simple: nos gusta lo que nos resulta familiar. El efecto ha sido demostrado con muchos tipos de estímulos (incluyendo palabras, pinturas, fotografías de rostros, figuras geométricas y sonidos). En estudios de atracción interpersonal, cuanto más a menudo una persona es vista por alguien, más agradable y simpática parece ser esa persona. Creo que no es descabellado suponer que algo similar pasa con las ideas, cuanto más familiarizado estás con ellas, más te gustan. Es importante tener presente que una repetición continuada a una idea que nos disgusta puede provocar que nos disguste todavía más.

Por lo tanto, normalizamos y nos sentimos cómodos con aquello que escuchamos y vemos día a día y, lo que antes podía resultarnos extraño, inaceptable, puede llegar a ser tolerable.

Pero si no hubiese rebeldes seguiríamos en la Edad de piedra y lo que vemos cuando miramos a nuestro alrededor es que los valores y las ideas políticas pueden cambiar en un par de décadas. La mayoría somos conformistas pero unos pocos tienen una vena rebelde. No les importa ir contracorriente y casi siempre encuentran unos pocos seguidores que les hacen sentirse arropados. Así se forman nuevos grupos con ideas que empiezan siendo impensables para el mainstream, luego radicales y finalmente pueden terminar siendo aceptables.

Los rebeldes e inconformistas son quienes intentan ampliar o mover la ventana. Unos pocos se convertirán en líderes de opinión, influencers o como los quieras llamar; son los que crean la nueva realidad. Los líderes son personas con las que podemos identificarnos pero que a la vez tienen “ese algo” que les hace parecer más competentes, más seguros, más sabios, más valientes, más poderosos. Algunos de ellos son hombres de acción, otros usan las plumas para influir en los que toman las decisiones. Karl Marx escribió El Capital y Lenin intentó hacer realidad sus ideas. Hayek escribió Camino de servidumbre y Margaret Thatcher se inspiró en su obra y buscó reducir la intervención del Estado en la economía del Reino Unido.

La influencia de los medios en la ventana de Overton

La rapidez con la que se transmite la información por redes sociales y los medios de comunicación de masas acelera estos cambios. Los medios son amplificadores de los líderes de opinión, les dan un altavoz para llegar a la masa. Si la masa escucha lo suficiente una misma idea se familiariza con ella y empieza a normalizarla: la ventana se mueve… En ocasiones, estas ideas refuerzan a sus antagonistas y la ventana, en vez de moverse se amplía, dando lugar a más ideas aceptables dentro de la sociedad.

Según la teoría de la Espiral del Silencio que Elisabeth Noelle-Neumann expone en un libro con el mismo nombre, las minorías tienen fuerza de arrastre porque las mayorías están adocenadas. Las minorías están motivadas, son activistas y tienen líderes implicados, mientras que las ideas mayoritarias han dejado de defender sus posiciones con fuerza porque ya no hacía falta.

A medida que la ventana se mueve la masa lo hace con ella. Al fin y al cabo nadie quiere ser el rarito que no se adapta a los nuevos tiempos. Cuando mi madre era todavía una cría, fumar era sexy; todas las actrices de Hollywood lo hacían y la juventud seguía esa moda. Ahora, la ventana se ha desplazado y fumar ya no mola tanto. La sociedad ha empujado a los fumadores fuera de los bares, tiendas, centros de trabajo… la gente ya no fuma en los coches ni en las casas por el qué dirán. Los que consiguieron dejar el vicio ahora son críticos con los nuevos fumadores. Solo unos pocos «rebeldes» fuman abiertamente e incluso lo ven como un acto de desafío al mainstream.

Greta Garbo «Anna Christie» , 1930

“Nadie escapa al castigo de su censura y desagrado si atenta contra la moda y la opinión de las compañías que frecuenta… No hay uno entre diez mil lo suficientemente firme e insensible como para soportar el desagrado y la censura constantes de su propio círculo. Muchos hombres han buscado la soledad, y se han acostumbrado a ella; pero nadie que tenga el menor entendimiento o sentido humano puede vivir en sociedad con la continua aversión y mala opinión de los familiares y las personas con las que trata. Es un peso demasiado grande para poder sufrirlo.”

John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano

Los medios no solo son amplificadores de otros, también tienen sus propios líderes. En España Iñaki Gabilondo, El Gran Wyoming o Federico Jiménez Losantos son ejemplos de periodistas con un gran poder de influencia.

Los medios de masas mueven la ventana de Overton porque la mayoría los consume, así que solo tenemos que ceñirnos a sus mensajes para mantenernos en lo políticamente correcto. Sin embargo, la TV tradicional (que era todopoderosa a finales del siglo pasado) va perdiendo fuerza. No obstante Netflix, HBO y Disney siguen cumpliendo el papel de decirnos qué es lo normal y qué opiniones son seguras. Es decir, gracias a los medios que todos consumimos podemos mantenernos en sintonía con el resto de la gente. Es cierto que algunos medios de masas tienen editoriales muy diferentes: La Razón y el Diario.es, por ejemplo. Pero incluso ellos comparten principios incuestionables: la democracia, la libertad de expresión, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres o la propiedad privada no están en debate.

Reparto de la serie Sense 8 de Netflix. Fuente: Hobby Consolas

Según la autora de La Espiral del Silencio, no es tan importante el número de personas que apoyen una idea sino la percepción que tiene la sociedad del número de personas que apoyan esa idea. Los medios de masas pueden crear la sensación de que una idea minoritaria es apoyada por muchas más personas de lo que lo es en realidad. Esto se convierte en una profecía autocumplida porque mucha gente intentará acomodarse a lo que cree que es la opinión mayoritaria convirtiéndola en mayoritaria.

Entonces, ¿los políticos mueven la ventana?

Volviendo a la afirmación de Joseph Overton de que los políticos no mueven la ventana… yo no estoy de acuerdo. Los políticos también influyen en lo que es y no es políticamente correcto. Es un error pensar en la influencia cultural como un proceso simple que sólo fluye de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo. La sociedad es un sistema complejo repleto de bucles de retroalimentación. Es verdad que los políticos suelen promover políticas que están en el centro de la ventana, de lo que es socialmente aceptable, pero lo socialmente aceptable también se ve afectado por los políticos y sus acciones. Además, los políticos están en una posición privilegiada porque tienen la atención de los medios y el poder de cambiar las leyes que, una vez establecidas, pueden crear una nueva normalidad.

Algunos creen que Donald Trump movió la ventana de Overton cuando propuso construir un muro en la frontera con México. Ese muro lo iban a pagar los propios mejicanos, decía. La propuesta parecía tan radical que estaba fuera de la ventana. Algunos piensan que fue una estrategia deliberada para mover la ventana de Overton y conseguir que fuesen aceptables políticas menos radicales pero que antes habrían sido inconcebibles. Bajo esta tesis, podemos especular con que la ventana es manipulable usando el efecto de anclaje, un sesgo ampliamente aceptado en psicología que los negociadores usan habitualmente y que entenderás con un ejemplo.

El muro de Trump. Fuente: NBC

Imagina que estás en una negociación salarial. Cobras 30000€ y le dices a tu jefe que quieres cobrar 40000€ o aceptarás una oferta que te ha hecho otra empresa. En realidad te conformas con 35000€ pero al fijar la cifra inicial (el ancla) tan arriba, tu jefe, sin darse cuenta, cogerá esa cifra como referencia. Quizás él no te habría subido a 35000€, pero lo que antes le parecía una subida desproporcionada, ahora le suena razonable. Esto mismo podría extrapolarse al mundo de las ideas. Si Trump dice que va a construir un muro con el dinero de los mejicanos y al final solo construye una valla con dinero de EEUU, quizás no sea tan malo. Lo que antes te habría parecido radical, ahora te parece aceptable.

Resumen

Joseph Overton creó el modelo de la ventana de Overton como una forma de entender qué margen tienen los políticos para crear nuevas leyes y políticas. Él pensaba que solo las ideas ampliamente aceptadas por la sociedad pueden convertirse en leyes. Cuando trabajó en esta idea, creía que eran los think tanks y los medios eran quienes movían la ventana, pero ya hemos visto que la cosa es mucho más compleja. Es probable que los políticos también tengan la capacidad de manipular la ventana. Es incluso posible que haya asesores expertos en psicología y sociología que les digan cómo pueden hacerlo. No lo sé, solo son especulaciones, pero podría ocurrir. Naturalmente los políticos también cuentan con influencia en medios de comunicación y con líderes intelectuales que les apoyan. Todo esto crea una intrincada red de influencias extremadamente compleja que tira, expande y estrecha la ventana sin cesar.

Las redes sociales han multiplicado la velocidad de interacción y la capacidad de influencia que tienen los líderes. También han facilitado la entrada de líderes de opinión con ideas más alejadas del mainstream que no habrían tenido cabida en la televisión.

Mientras tanto nosotros somos observadores expectantes de esta batalla de las ideas. Espero que ahora puedas comprender un poco mejor lo que ocurre a tu alrededor.

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