Decisión de Arabia Saudita e Irán recibe el beneplácito del mundo
Estados Unidos no ocultó su resentimiento, dudo de la formalidad de la República Islámica y desestimó el papel de China en el acuerdo.
La región árabe y buena parte del resto del mundo aplaudieron el acuerdo para reanudar relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, pero Estados Unidos no ocultó su resentimiento.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria saludó la decisión, la cual redundará en fortalecer la seguridad, la estabilidad y la cooperación regional, afirmó en una declaración.
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Damasco espera continúen estos esfuerzos para que otros países renueven sus nexos y así enfrentar juntos los grandes desafíos del mundo actual.
En tanto, para Estados Unidos el reciente logro rebaja la tensión en la región, pero dudó que Irán cumpla lo pactado.
Según afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, Washington da la bienvenida a cualquier esfuerzo para rebajar la tensión en esa parte del orbe.
La desescalada, la diplomacia y la disuasión son pilares fundamentales de la política que expuso Joe Biden durante su visita en julio pasado a la zona, añadió Jean-Pierre.
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Por su parte, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, también saludó los nuevos nexos, pero instó a mantenerse escéptico y puso en dudas de la formalidad del gobierno iraní.
En un intento por encontrarle un rol a la Casa Blanca en el arreglo apuntó que la parte saudita les informó sobre todos esos temas.
Calificó el hecho como un avance positivo y confió en que sirva, entre otros puntos, para poner fin a la guerra en Yemen.
Igualmente restó importancia al papel de China como mediadora pues su rol, afirmó, no interfiere en la influencia de Washington en Oriente Medio, afirmó.
Irán no respondió a una invitación china para sentarse a la mesa de negociaciones, sino que cedió a “presiones internas y externas”, especuló.
En ese sentido dejó claro que EE.UU. estará alerta respecto al gigante asiático ante su influencia y sus propios “intereses egoístas”.
En tanto, la Unión Europea tuvo una reacción más optimista. El portavoz del jefe de política exterior, Peter Stano, reconoció los esfuerzos diplomáticos para lograr este importante paso y calificó a Teherán y Riad como actores centrales para la seguridad de la región.
Su trabajo conjunto contribuirán a la estabilidad en esa zona del mundo, añadió.
Promover la paz y la estabilidad y lograr la desescalada en el Medio Oriente es una de las prioridades claves del bloque europeo.
La UE está lista para interactuar con todos los actores regionales con un enfoque inclusivo y total transparencia, señaló.
Irán y Arabia Saudita acordaron restablecer sus relaciones diplomáticas y reabrir embajadas y misiones, siete años después de mantener tensos vínculos.
La medida incluye la reapertura de sus embajadas y se comprometen a respetar la soberanía de los países y a la no injerencia en sus asuntos internos.
Además, se reactiva un acuerdo de seguridad de 2001 y memorandos de cooperación en materia economía, comercio, inversión, tecnología, ciencia, cultura, deporte y juvenil de 1998.
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