miércoles, 29 de marzo de 2023

Piden fomentar los idiomas originarios de América Latina

 Piden fomentar los idiomas originarios de América Latina

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▲ Juan Villoro, el novelista y periodista argentino Martín Caparrós y la catedrática mallorquín Carmen Riera, durante una mesa dedicada al mestizaje lingüístico en el contexto del Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) que se celebra estos días en la ciudad gaditana de Cádiz, donde el escritor mexicano sugirió que nuestro idioma debería llamarse hispanoamericana; Caparrós se inclinó por ñamérica, mientras Carmen Riera aseguró que aunque muchos no lo crean así, España no impuso la lengua castellana en América hasta el siglo XVIII.Foto cortesía CILE
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de marzo de 2023, p. 5

Cádiz. Entre lo que más inquieta a los académicos y lingüistas es la destrucción de lenguas vernáculas, sobre todo en regiones con mucha riqueza idiomática, como América Latina. Es el resultado de una convivencia compleja y difícil con la lengua dominante, el español, que se volvió universal a partir de los procesos de Independencia. En el marco del Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que se celebra en Cádiz, se puso sobre la mesa un problema cuya solución pasa por volver a mirar y fomentar a las lenguas originarias.

La catedrática española Carme Riera sostiene que aunque muchos no lo crean así, España no impuso la lengua castellana en América hasta el siglo XVIII. Una idea que corrobaron tanto el peruano Alonso Cueto, el valenciano Ángel López García, uno de los máximos expertos en la materia, y el escritor Juan Villoro. Y lo hicieron precisamente para analizar la relación actual que tiene la lengua española con las originarias, sobre todo porque muchas de éstas podrían perderse sin que salten las señales de alarma.

El escritor peruano Cueto explicó que muchos idiomas de Latinoamérica siguen desapareciendo. En Perú, 37 lenguas originales se han extinguido; sin embargo, nunca ha habido un tráfico de palabras más nutrido que el que hemos visto entre países de habla española. Y recordó que afortunadamente el quechua sobrevive gracias a que actualmente lo hablan más de 10 millones de personas en siete países distintos.

El valenciano López García apuntó que “es sabido cómo, en las sociedades en las que se da un extenso mestizaje biológico, caen con facilidad en la tentación del racismo. Las denominaciones del otro no dejan lugar a dudas. Los judíos conversos fueron llamados ‘marranos’ en la época barroca en España, mientras en este mismo periodo, en América, ciertas castas se denominaban con curiosas frases despectivas, como tenteenelairenoteentiendo o tornaatrás”.

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