martes, 2 de mayo de 2023

Muere un preso palestino en Israel tras una huelga de hambre

 

Muere un preso palestino en Israel tras una huelga de hambre

ISRAEL-PALESTINOS (AP)
ISRAEL-PALESTINOS (AP)

Un conocido prisionero palestino murió el martes bajo custodia israelí tras casi tres meses en huelga de hambre, según anunció el servicio de penales israelíes, en un clima de tensiones ya disparadas entre Israel y los palestinos.

Khader Adnan, un líder del grupo armado Yihad Islámica, es el primer prisionero palestino que muere desde que los reos empezaron a ejercer prolongadas huelgas de hambre hace unos diez años. Su muerte aumentaba el riesgo de más violencia entre Israel y grupos armados palestinos dentro de un aumento de los enfrentamientos en Cisjordania.

Poco después de que se anunciara su muerte, milicianos palestinos en la Franja de Gaza lanzaron una ronda de cohetes al sur de Israel. Los palestinos convocaron una huelga general en Cisjordania y la Franja de Gaza, y se esperaban protestas durante la jornada.

Hace años que los prisioneros palestinos hacen largas huelgas de hambre en protesta por sus detenciones y para pedir concesiones a Israel. La táctica se ha convertido en un último recurso de resistencia contra lo que los palestinos consideran encarcelaciones injustas. A menudo, los prisioneros enferman peligrosamente al rechazar las comidas, pero las muertes son inusuales.

Los prisioneros palestinos están considerados como héroes nacionales y cualquier amenaza percibida en su contra durante su detención puede desencadenar tensiones o violencia. A menudo, Israel cede a las demandas de liberar prisioneros o reducir sus penas tras huelgas de hambre que ponían en riesgo su vida.

Adnan, de 45 años, comenzó a ayunar poco después de su arresto el 5 de febrero.

Había hecho huelgas de hambre en varias ocasiones tras detenciones previas. En 2015 mantuvo una huelga de hambre durante 55 días en protesta por su detención administrativa, una fórmula que permite retener a los sospechosos de forma indefinida sin cargos ni juicio.

En los últimos años, varios palestinos han hecho largas huelgas de hambre en protesta por su detención administrativa. En la mayoría de los casos, Israel terminó liberándolos cuando su salud se deterioró de forma significativa. Ninguno ha muerto detenido, pero muchos han sufrido daños neurológicos irreparables.

El servicio penitenciario israelí dijo que en esta ocasión, Adnan estaba acusado de “participación en actividades terroristas” pero había rechazado tratamiento médico mientras avanzaba el proceso legal. El martes por la mañana fue encontrado inconsciente en su celda y trasladado a un hospital, donde se certificó su muerte, señaló el servicio de penales.

Grupos palestinos convocaron una huelga general en la Franja de Gaza, Jerusalén y ciudades de toda Cisjordania el martes. Escuelas y negocios cerraron en un día de “luto general”, según los organizadores.

Por su parte, el ejército israelí dijo que los misiles lanzados desde la Franja de Gaza, controlada por Hamas, habían caído en espacios abiertos sin causar daños. El grupo Yihad Islámica dijo en un comunicado que “nuestra lucha continúa y no se detendrá”.

Israel libró una guerra de 11 días con milicianos palestinos en Gaza, incluida Yihad Islámica, en mayo de 2021.

En Cisjordania, donde la violencia se ha disparado el último año, funcionarios israelíes dijeron que un hombre israelí había sufrido heridas leves en un supuesto ataque palestino con armas de fuego.

Israel tiene ahora unos 1.000 detenidos palestinos sin cargos ni juicio, la cifra más alta desde 2003, según el grupo israelí de derechos humanos HaMoked.

Esa cifra ha crecido en el último año, con redadas israelíes casi cada noche para hacer detenciones en Cisjordania tras una serie de ataques palestinos mortales en Israel a principios de 2022.

Israel afirma que la controversial táctica ayuda a las autoridades a frustrar ataques y retener a milicianos peligrosos sin divulgar material incriminatorio por motivos de seguridad. Los palestinos y grupos de derechos afirman que se abusa del sistema de forma generalizada y que la práctica impide el proceso debido, ya que la naturaleza secreta de las pruebas hace imposible que los detenidos administrativos o sus abogados planteen una defensa legal.

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