lunes, 26 de febrero de 2024

¡AHORA RESULTA QUE NO SABÍAN QUIÉN ERA AMLO!

 

¡AHORA RESULTA QUE NO SABÍAN QUIÉN ERA AMLO!

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Especial

Parece increible, pero es cierto.

Y es que ahora resulta que en México y el mundo abundan los sorprendidos por los vínculos del gobierno de López Obrador, con el crimen organizado.

Resulta que dentro y fuera del país muchos se escandalizan por el autoritarismo del presidente mexicano quien, de manera literal, dijo que su “investidura y autoridad moral”, están por encima de la Ley.

Y resulta que en todo el mundo se prenden focos rojos porque el mandatario mexicano persigue a las y los periodistas, los difama, calumnia y hasta revela sus datos personales.

Sí, increible, pero cierto.

Sin embargo y a despecho de mis malquerientes, debo regresar al arrogante y fastidioso “se los dije”.

Sí, porque quienes visitan con regularidad mis espacios de periodismo crítico, saben que desde hace dos décadas inicié una minuciosa documentación de las transas, raterías y vínculos de López Obardor con el crimen organizado.

También advertí que, con López al frente del PRD y de Morena, se generalizó la extorción, el dinero sucio, la venta de candidaturas a puestos de elección popular y las alianzas inconfesables con el crimen organizado.

Y, por si fuera poco, luego que fui el primero al que Obrador persiguió, difamó y calumnio, para pretender callarme, advertí que lo verdaderamente importante no era la persecusión contra Ricardo Alemán, sino la amenaza de que en su gobierno, AMLO perseguiría a periodistas y medios críticos.

Pero vamos por partes.

El más recidente escándalo de AMLO arrancó el 22 de febrero del 2024, cuando el reputado The New York Times (NYT) publicó un reportaje bajo la firma de la periodista Natalie Kitroeff, quien revela que el gobierno Estados Unidos había cerrado una investigación sobre presuntos vínculos de Obrador, su gobierno, sus hijos y su primer círculo con cárteles como el de “Sinaloa”

El trabajo periodístico daba cuenta de versiones de testigos protegidos y criminales confesos quienes aseguran haber entregado millones de dólares a las campañas presidenciales del mexicano López Obrador.

Enterado por el propio NYT sobre la publicación, AMLO adelantó el contenido del reportaje, descalificó al diario y acusó a la reportera de calumnias, además de que reveló sus datos personales, como el número celular.

Horas después, en la mañanera del 23 de febrero, a Obrador lo confrontó la periodista Jéssica Zermeño, de Univisión, quien le preguntó la razón por la que había revelado los datos personales de Natalie Kitroeff.

Un colérico López insultó a los periodistas críticos de su gobierno, los calificó de “intocables”, “bordados a mano” y como parte “de una casta divina”, para luego exigir que “le bajen una rayita a su prepotencia”.

Luego acusó a la reportera del NYT de calumniar al presidente de México y a su familia y, en un extremo delirante del poder, AMLO lanzó la franse que le dio la vuelta al mundo: que por encima de la Ley de Datos Personales está la autoridad política moral del presidente mexicano.

Así lo dijo, cuando la reportera de Univisión le cuestiono sobre la  violación presidencial a la Ley de Transparencia y Datos Personales: “No, no, por encima de esa Ley está la autoridad moral y la autoridad política y yo represento a un país que merece respeto… ¿quién me va a reparar el daño a mis hijos cuando salga que los hijos de AMLO fueron investigados por recibir dinero del narcotrafico” (Fin de la cita)

Al final, en tono cínico y autoritario, dijo que si la periodista del NYT teme por haber revelado su número telefónico, “que cambie de telefono, de línea… y punto”.

Y ahora volvemos a la pregunta original: ¿De verdad, cuando lo hicieron presidente, no sabían quien era López Obrador?

Vale la pregunta porque desde hace 10 años, en 2014, aquí publiqué lo que hoy reveló el NYT. ¿Lo dudan?

En el Itinerario Político del 28 de octubre de 2014, titulado “Pruebas de que AMLO miente”, documenté que en una asamblea que se llevó a cabo en Iguala, Guerrero, los asistentes denunciaron públicamente que Obrador había entregado la candidatura al jefe del grupo criminal Guerreros Unidos, José Luis Abarca, a cambio de dinero para el partido Morena.

También revelé que en los bajos mundos criminales de Culiacán, “es secreto a voces que “El Chapo” habría financiado candidaturas presidenciales de López y se comenta que existe un video en donde aparecen el hijo de “El Chapo”, Ovidio Guzmán y el hijo mayor de AMLO, José Ramón López Beltrán, cuando presuntamente pactan tal apoyo”.

¿No es esa la primicia del NYT?

Pero hay más. El 19 de abril de 2018, en el Itinerario Político titulado “AMLO, la dictadura tardía”, comparé con detalle las pulsiones dictatoriales de Obrador, con los dictadores del centro y el sur del Continente, para concluir con la siguiente pregunta. “¿Se imaginan al autoritario AMLO sometido por el INE, por la división de poderes, por el Tribunal Electoral, por la Constitución o por la ley a secas…? Al tiempo”.

Sí, desde 2018 estaba a la vista de todos la “tirria” de Obrador contra las leyes, la Constitución y las instituciones. ¿De verdad no lo vieron?

Tampoco es todo. El 28 de abril de 2018, así se tituló el Itinerario Político: “¡La dictadura ya está aquí!”. Y es que era evidente, para todo el que quisiera verlo, que Morena había montado un ejército de bots, en redes, para atacar a los críticos del candidato Obrador. Sí, desde 2018.

Curiosamente, días después –el 6 de mayo de ese 2018–, Ricardo Alemán fue atacado con millones de bots, hasta convertir en tendencia mundial la difamación y la calumnia de Obrador en mi contra, para obligar a que me despidieran todos los medios que difundían mis críticas.

Así explique el peligro que significaba López para los periodistas, los medios y las libertades fundamentles, como la de expresión, en el Itinerario Político del 9 de mayo de 2018, titulado: “¡Gracias…!”  

“En el fondo, los que lincharon a Ricardo Alemán le avisan a todos los mexicanos lo que será el trato con los críticos en un gobierno de Morena; el que se atreva a disentir será linchado. Y desde hoy muchos ya les temen.

“Sí, pueden presionar para que Ricardo Alemán sea despedido de todos los medios posibles, pero en el fondo van contra libertades fundamentales de todos los ciudadanos, como la libertad de expresión. No callan a Ricardo Alemán –al que no callarán–; cancelan las libertades y la democracia mexicana toda… Al tiempo”. (Fin de la cita)

Sí, siempre estuvieron a la vista de todos la participación del crimen organizado en las campañas presidenciales de López Obrador, su culto al autoritarismo y el desprecio a la ley y, sobre todo, la fobia de AMLO a los périodistas y críticos de su demencial ambición de poder.

Y sí, quienes hogaño se sorprenden, se asustan o se asombran del adefecio que ven, llamado López Obrador, antaño cerraron los ojos o jugaron al cinismo colectivo.

Al tiempo.

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