lunes, 26 de febrero de 2024

¿Por qué el Islam se opone a las armas nucleares? (+video)

 

¿Por qué el Islam se opone a las armas nucleares? (+video)

Resumen Medio Oriente, 25 de febrero de 2024.

Estos son ejemplos del uso de armas nucleares y químicas producidas por Occidente, cuyos efectos destructivos sufre no una sola generación:

Bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki (Japón) en agosto de 1945, con cerca de 220 000 muertos

Empleo del agente naranja en la guerra de Vietnam, entre 1962 y 1971, con 400 000 muertos, bombardeos químicos iraquíes de Halabja, en marzo de 1988, con cerca de 5000 muertos

Bombardeo químico de Sardasht (Irán), en junio de 1987, con más de 110 muertos y 8000 heridos e intoxicados

Bombardeo de la zona iraní de Noudesha, en marzo de 1988, con 104 muertos y cientos de heridos

Uso en Irak de armas de destrucción masiva producidas con uranio empobrecido y, en Afganistán, de bombas de fósforo blanco, con cientos de muertos y de bebés con malformaciones y discapacidades

Uso de bombas de fósforo y armas prohibidas por el régimen sionista, con miles de muertos en Palestina

Algunas potencias producen armas nucleares, ya sea para usarlas en una posible guerra o para obtener lo que llaman “poder disuasorio”.

Pero en el siglo XXI, en un contexto de carrera entre las superpotencias para construir arsenales nucleares, la fatwa (orden religiosa) del Líder la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, que declara haram (prohibido) el uso de armas nucleares introdujo en el mundo una nueva doctrina militar, en la que ganar una guerra a toda costa y utilizando cualquier arma es algo prohibido.

El análisis de la fatwa del ayatolá Jamenei a la luz de los fundamentos del Islam revela sus sólidas raíces coránicas.

Dios dice en el Sagrado Corán, en la sura Al-An’ām (Los rebaños), versículo 164, que nadie debe verse afligido por males y desgracias cuya causa principal sean otras personas.

Quienes caen víctimas del uso de armas atómicas y químicas y pagan el precio de ese uso son personas que no tienen papel alguno en que se desaten esas guerras, y hay incluso quienes sufren esos efectos pese a nacer años después.

En otra parte del libro celestial de los musulmanes, en la sura Al-Baqara (La vaca), Dios proscribe emprender todo camino que conduzca en último extremo a la corrupción en la tierra.

En febrero de 2012, el ayatolá Jamenei dijo: Nosotros consideramos el uso de esas armas (el armamento nuclear) un gran pecado, y almacenarlas un acto absurdo, dañino y peligroso, y jamás buscaremos hacer tal cosa.

El Líder de la Revolución Islámica también afirmó en abril de 2015 que “Francia hizo hace apenas diez o doce años en el océano, una tras otra, esas tres pruebas nucleares, cosa que es muy dañina y destroza el medioambiente. Tres pruebas nucleares peligrosísimas. A nivel mundial, se creó una breve polémica y luego ya cerraron la boca y se acabó”.

Los estudios estratégicos muestran que almacenar armas nucleares es un paso hacia su utilización y que, cada vez una potencia emplee esas armas, las demás las usarán también de manera incontrolable, dando como resultado el inicio de una guerra que tendría como consecuencia una devastación inmensa en la tierra.

En otra parte de la sura Al-Baqara (La vaca), Dios proclama la prohibición como haram de un acto cuyo perjuicio sea mayor que su beneficio.

El perjuicio causado por la fabricación y uso de las armas nucleares es mayor que su beneficio, ya que, en caso de que se fabriquen y no se usen, resultarán en gastos colosales para los gobiernos, y en caso de usarse no solo se destruirán sistemas y regímenes, sino que serán aniquilados seres humanos y territorios. Pero, ¿acaso, las armas nucleares garantizan el poderío y la victoria?

Las superpotencias se figuran que poseer armas nucleares disuadirá al enemigo de atacarlas, impidiendo que sus gobiernos caigan. Pero los acontecimientos del último medio siglo muestran que, hoy en día, las victorias y las derrotas en los escenarios fundamentales del mundo no se dan solo a través de la potencia militar y las armas nucleares.

– ¿Acaso no se derrumbó la Unión Soviética, que contaba con más bombas nucleares que Estados Unidos?

– ¿Acaso han podido los cientos de ojivas nucleares del régimen sionista hacer algo frente a los palestinos?

– ¿Acaso pudieron todas las potencias nucleares y militares del mundo derrocar a la República Islámica cuando se unieron contra Irán en los años 80?

– ¿Acaso años de esfuerzos de Estados Unidos, que posee cerca de 4000 armas nucleares, han podido derribar los gobiernos de Venezuela y Cuba?

Por supuesto, es necesario fortalecer la capacidad militar dentro de los límites convencionales; pero lo que puede proteger a una nación de un ataque total de los enemigos en distintos niveles es el fortalecimiento de la fe, el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología, el florecimiento de los talentos de la nación entera y de su juventud en las distintas disciplinas y el fortalecimiento y unidad de la gente.

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