Cultura. “Bajo los escombros”: Residente alza su voz por Palestina
Al Mayadeen /Resumen de Medio Oriente, 1 de marzo de 2024.
El autor mostró su compromiso social y humano hacia los residentes de Gaza en su más reciente disco.
La sonrisa del cantante puertorriqueño Residente, René Pérez, es triste, pequeña, cansada. Lo es desde que habló de Palestina y lloró. Hay que escuchar Debajo de los escombros, uno de los sencillos de su último álbum, para entenderlo. Escucharlo y ver el dolor de tantas personas…
El autor es considerado como el mejor rapero de la historia en español, según la revista musical Billboard, y comenzó su nuevo texto con un compromiso social y humano hacia los residentes de Gaza:
“No creo que el linaje se tranque
Son los hijo’ de los hijo’ de los hijo’ de los hijo’
Con palo y con piedra contra los tanque’
De aquí nadie nos mueve”.
A partir de entonces, describió a las personas sin visa, criadas de manera “diferente”, jugando al fútbol descalzas sobre el cemento en este lugar enjaulado, pero enjaulado por quién, ¿quién tiene el derecho a enjaular?
Frente a ellos, denunció al que disparó desde lejos, al que activó el botón rojo de las bombas sin atreverse a mirar a los ojos, en referencia al sionismo como un invasor.
Pero esto solo sería la parte en español. Luego vendría el fragmento interpretado por la artista local Amal Murkus y ella hablaría de casas convertidas en piedras y de un llanto incontenible:
“Pueblo mío, no desesperes, tu voz es fuerte
Ay patria, no llores, tus lágrimas son preciosas.
Oh Gaza, oh querida, oh hija de las olas”.
Durante la última entrega de los Grammy Latinos en Sevilla el pasado noviembre, Residente lamentó que nadie mencionara la crisis humanitaria del enclave.
Algunos días después, denunció en sus redes sociales los “bombardeos genocidas” de “Tel Aviv” y pidió disculpas públicamente por una estrofa de la canción Atrévete-Te-Te que juzgaba a los nacidos en el territorio levantino.
El artista formó parte de Calle 13, el dúo de rap y folclore que puso en la órbita una crítica social renovada en la canción latinoamericana a partir de los postulados del hip hop y los sonidos tradicionales.
Luego, en solitario, no calló y no dejó de enfrentarse a la situación colonial de Puerto Rico y a la gestión de sus gobernadores.
Hace cinco años lideró una protesta contra las autoridades de su nación tras el paso del huracán María, que provocó más de tres mil muertos, en parte por la irresponsabilidad del Estado.
Ahí está el arte de René Pérez, en los signos de la inconformidad, en su transmisión de imágenes tan atroces que se quisieran asumir como ficticias. Pero no, son muy reales, aunque incomprensibles e inadmisibles, reales en toda su extensión.
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