Palestina. Vivir a la intemperie en Rafah
Khuloud Rabah Sulaiman/ La Intifada Electrónica / Resumen de Medio Oriente, 5 de marzo de 2024.
Ahmad Hanoun y su familia viven ahora en una granja avícola en Rafah, en el sur de Gaza.
Su rudimentario refugio no es un alojamiento adecuado para los humanos. Pero no tienen otro lugar adonde ir.
Hay muchos otros en una situación similar. Alrededor de 1,3 millones de personas –más de la mitad de todos los habitantes de Gaza– están hacinadas en Rafah tras un desplazamiento masivo.
Los Hanoun se vieron obligados a abandonar su hogar en el barrio Sheikh Radwan de la ciudad de Gaza. Israel ha bombardeado repetidamente la zona durante la actual guerra genocida.
La finca donde ahora viven no tiene baño. Para utilizar uno, visitan al-Helal al-Emirati, un hospital de maternidad en Rafah.
La familia ha dispuesto duchas entre las jaulas en batería de la granja. Han hervido agua sobre fuego de leña antes de ducharse.
“Tenemos que desnudarnos uno frente al otro”, dijo Ahmad Hanoun. “No hay privacidad durante la guerra”.
La granja donde viven huele fatal y tienen que lidiar constantemente con insectos.
Los niños han experimentado diarrea.
A Loay, un niño de 7 años, le han diagnosticado hepatitis A. Su estado de salud es muy grave.
Cuando llueve intensamente, la zona donde viven se ha inundado de aguas residuales, destruyendo mantas, colchones e incluso alimentos.
La única protección de la familia durante el tiempo húmedo es permanecer dentro de las jaulas.
“Me parece increíble que vivamos en semejante suciedad”, afirmó Ahmad Hanoun. “Este es un lugar para animales y pájaros, no para personas. Habíamos previsto quedarnos aquí unos días hasta que encontráramos un lugar más adecuado. Pero no hemos logrado encontrar ningún otro lugar”.
Aterrorizado
Adel Jumaa tuvo que huir de su casa en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza, hace unos meses.
Primero, él y su familia fueron a Khan Younis, en el sur. Posteriormente se trasladaron a Rafah.
Después de buscar un apartamento en Rafah, se dieron cuenta de que no podían permitirse los elevados alquileres que se cobraban. Terminaron montando una tienda de campaña en los terrenos de un zoológico propiedad de un familiar.
Eso significa que tienen que vivir junto a animales que mueren de hambre.
Varios leones del zoológico ya han muerto desde que comenzó la guerra. Ante la escasez de alimentos, el propietario del zoológico intenta mantener vivos a los leones que quedan con pan.
Los leones ya habían comido pollo anteriormente. El peso de los animales del zoológico ha disminuido drásticamente.
El baño del zoológico se encuentra cerca de las jaulas de los animales.
Rami, el hijo de 7 años de Adel, tiene miedo de ir al baño por la noche.
El niño empezó a experimentar dolores intensos recientemente. Cuando lo llevaron al hospital, le diagnosticaron cálculos renales y requirió cirugía.
Un médico le dijo a la familia que estos problemas pueden ocurrir si los niños intentan evitar orinar.
Rami tiene problemas para dormir porque tiene miedo a los leones.
Ha preguntado repetidamente a sus padres si los animales pueden escapar de las jaulas y atacar a los humanos. Sara, su madre, respondió que los animales no suponen ningún riesgo para las personas que los alimentan y cuidan.
“Rami siempre pregunta cuándo podemos dejar este horrible lugar y regresar a nuestro antiguo hogar”, dijo Sara. “No sé cómo responderle. Me quedo sin palabras”.
Yasser Helles y su familia viven ahora en un invernadero cerca de la costa de Rafah.
Dado que las fuerzas navales de Israel están disparando hacia Rafah, la zona es todo menos segura.
La familia tuvo que refugiarse allí porque las tiendas de campaña escaseaban y las pocas disponibles eran costosas.
“Se necesitan semanas para que una organización benéfica te dé uno”, dijo Yasser. “Hay tanta gente en la lista de tiendas de campaña. Así que nos vimos obligados a refugiarnos aquí, que no es un lugar adecuado para vivir”.
Ahmad, el hijo de 15 años de Yasser, fue recientemente a una escuela local y hizo cola durante horas antes de poder encontrar agua. Una vez lleno su contenedor, utilizó una silla de ruedas para transportarlo.
Sin embargo, la silla de ruedas se cayó y el agua se derramó en su camino de regreso con su familia. Ahmad estaba angustiado.
Desde que se refugiaron en el invernadero, toda la familia duerme en colchones.
La madre de Yasser, de 72 años, sufre dolor de espalda.
“A menudo no podía encontrar analgésicos para ella en las farmacias o en las clínicas de la UNRWA [la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestina]”, dijo Yasser. “Ella no puede soportar la agonía”.
Khuloud Rabah Sulaiman es un periodista que vive en Gaza.
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