El agua limpia salvó al mundo, no las vacunas

 El agua limpia salvó al

mundo, no las vacunas

DRA. SHERRI TENPENNY, 13 jul 24 (Resumen)

oco antes del siglo XX, se hicieron intentos espo-

rádicos de mejorar el saneamiento. Las ciudades

comenzaron a pavimentar calles, a recolectar la

basura y a construir vertederos. Pero las primeras

plantas de tratamiento de agua estaban mal diseñadas:

a menudo se obstruían con excrementos humanos y

desechos animales de la calle. Es difícil imaginar el es-

tado de suciedad al que se habían acostumbrado los es-

tadounidenses. El informe de 1912 del Departamento de

Salud de Nueva York incluía:

“... la retirada de 20.000 caballos, mulas, burros y ga-

nado muerto de las calles, además de casi medio millón

de animales más pequeños, como cerdos, puercos,

terneros y ovejas, lo que supuso la eliminación de más

de 5 millones de libras de aves de corral, pescado,

cerdo y carne de vacuno en mal estado que acabaron

en los suministros de agua municipales”.

En 1872, la introducción de la filtración de agua en

los EE. UU. fue un paso importante hacia la mejora de

la salud pública. No solo eliminó la turbidez, el mal color

y casi el 99 % de las bacterias que pululan, sino que

también estableció un nuevo estándar para la "calidad"

del agua tratada.

Sin embargo, cuando los brotes continuaron, los

químicos experimentaron con varios métodos de desin-

fección, incluidos la ebullición, los rayos ultravioleta, el

ozono, el cobre, la plata y el cloro. Sin embargo, las con-

sideraciones de costo y la facilidad de uso dieron como

resultado un claro ganador: el cloro.

En 1868, más del 95% de los habitantes de Chicago

habían sido vacunados contra la viruela. A pesar de ello,

la ciudad se vio afectada por una devastadora epidemia

de viruela en 1872. La mortalidad entre los niños

menores de cinco años fue la más alta jamás registrada.

La vacunación de toda la ciudad no creó inmunidad

colectiva ni protegió a la población de contraer la viruela.

A pesar de estos y muchos otros fracasos, la vacunación

se promociona continuamente como uno de los

“mayores logros médicos de la civilización moderna”.

Los verdaderos héroes , la tecnología que cambió el

curso de la historia y la salud pública, rara vez se men-

cionan: agua potable, tratamiento de aguas residuales

para los municipios