Bolivia, firme y solidaria en su apoyo a Palestina
Bolivia, bajo Evo Morales, rompió las relaciones con Israel en 2009, cuando el régimen israelí llevó a cabo la “operación plomo fundido”, cuyo resultado fue más de 1400 palestinos asesinados. En aquella oportunidad decía Morales: “de no hacer nada se estaría siendo cómplice de un genocidio”.
Asimismo, en el año 2014, Evo decidió terminar con un acuerdo de más de 30 años que permitía a los israelíes visitar Bolivia sin visas, una decisión que obedecía a los ataques israelíes que cobraron la vida de más de 2.300 palestinos. En aquella oportunidad, el presidente boliviano calificó a Israel de “Estado Terrorista”.
En esa línea, el 31 de octubre de 2023 Luis Arce Catacora rompió relaciones diplomáticas con el régimen israelí; así como respaldó la decisión de la Corte Penal Internacional respecto a las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant, sumándose a otros países de la Patria Grande, como Colombia, cuyo presidente, Gustavo Petro manifestó que: “si Palestina muere, la humanidad también muere”.
Este 29 de noviembre, Día Internacional de la Solidaridad con Palestina, recuerda al mundo, el incumplimiento de la creación de un Estado Independiente para Palestina, desde que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobara el plan de partición de Palestina—29 de noviembre de 1947—, adoptando la resolución 181/11, que dividió el territorio en 55% para los judíos y sólo el 45% para los árabes; 77 años que el pueblo palestino continúa siendo víctima de atropellos e injusticias ante la Comunidad Internacional.
✊🏻🇵🇸29 de noviembre, Día Internacional de la Solidaridad con Palestina
— HispanTV (@Nexo_Latino) November 29, 2024
🔺Los activistas colgaron grandes pancartas en el puente Queensboro en Nueva York🇺🇸 pidiendo liberación de Palestina y el fin del genocidio en Gaza.#SolidaridadConPalestina #29Nov #SolidarityWithPalestine pic.twitter.com/n5sf7fgyq0
Este día encuentra al pueblo palestino sumido en una limpieza étnica contundente, un genocidio que ha cobrado la vida, hasta el presente de 44 500 palestinos; provocando el desplazamiento forzado del 90 % de la población, donde el régimen israelí está utilizando el hambre como arma, ya que la hambruna en Gaza ha alcanzado niveles críticos, convirtiéndose en un cementerio para niños, “Más de 17 000 niños palestinos han sido asesinados, miles están desaparecidos y decenas de miles están heridos”.
Todo el sistema sanitario diezmado, familias enteras viviendo hacinadas en tiendas de campaña, o bajo lonas de plástico y trozos de tela, sin acceso a agua potable, electricidad, saneamiento o artículos de higiene; con la llegada del invierno ha aumentado el riesgo de las enfermedades infecciosas, y virales, el infierno para los bebés, los niños y las mujeres.
La privación de la educación para más de 625 000 menores, debido a la destrucción de escuelas y a la violencia constante, donde más del 50 % de los niños y niñas presentan signos de trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad o depresión, según la OMS; hacen que las generaciones desaparezcan, sumado a los secuestros, detenciones arbitrarias y reclusiones prolongadas de un gran número de niños menores de edad, pues “Israel es el único país del mundo que sistemáticamente procesa a menores ante tribunales militares”, violando todos sus derechos.
Todos estos crímenes de guerra que comete el régimen de Tel Aviv, lo hace con el consentimiento de EEUU, los países europeos, y occidentales, quienes financian la aniquilación del pueblo palestino, su historia, su cultura que se suma a décadas de consentimiento a la ocupación de sus tierras y a la opresión de sus habitantes, siguiendo el guion de la política de “limpieza” étnica de Netanyahu y el Likud que está inscrita en el acta de nacimiento del Estado de Israel, “la doctrina militar de atacar civiles indefensos figura en una frase del Diario de la Guerra de Independencia de David Ben Gurión (fundador del Estado israelí), del 1 de enero de 1948”.
La decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto contra el premier israelí, Benjamín Netanyahu y su ex ministro de asuntos militares, Yoav Gallant por crímenes de guerra, no sólo es una prueba más del genocidio al pueblo palestino; sino es un hito trascendental en la justicia internacional, para que cese la impunidad del régimen sionista.
La victoria del Movimiento de Resistencia de Hezbolá, después de más de 2 meses de invasión israelí, donde más de 3500 libaneses fueron asesinados, tras la tregua anunciada por Biden y Netanyahu, el pasado 27 de noviembre de esta gestión, aceptando el alto el fuego sin lograr las demandas y condiciones que había planteado anteriormente; representa un punto de inflexión de continuar con la Resistencia, siendo la esperanza para la liberación definitiva de la Palestina histórica.
Más temprano que tarde, la victoria de los Movimientos de Resistencia Palestina, se consolidará plenamente, el mundo es testigo de las atrocidades del régimen sionista, pues “la pena de muerte es lo que merecen los genocidas” (el ayatolá Seyed Ali Jamenei), porque la sangre derramada de niños, mujeres y hombres, al igual que la de los mártires como Qasem Soleimani, Ismail Haniya, Yahya Sinwar, y la del Seyed Hasan Nasralá, conducirá a la destrucción del régimen israelí.
Por Sdenka Saavedra Alfaro
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