lunes, 2 de mayo de 2011

Carlyle Group, Bin Laden, Bush, CIA : la misma porqueria

Carlyle Group, Bin Laden, Bush, CIA : la misma porqueria


Los iniciados: el grupo Carlyle


En 1994, cuando ya se había convertido en el enemigo público de Estados Unidos y había perdido su nacionalidad saudita, Ossama Bin Laden heredó alrededor de 300 millones de dólares. Era la parte del Saudí Bin Laden Group (SBG) que le correspondía.

La mitad del volumen de negocios realizados por ese holding, el más importante de Arabia Saudita, se realiza en el campo de la construcción y de las obras públicas, la otra mitad abarca actividades de ingeniería, de distribución, de telecomunicaciones, editoriales y de bienes raíces. El SBG creó una sociedad suiza de inversiones, la Sico (Saudi Investment Company), que a su vez creó varias empresas con filiales de la National Comercial Bank saudita.

El SBG es inseparable del régimen wahabita de Arabia Saudita, al punto de haber sido durante mucho tiempo su contratante oficial, y único para la construcción y la administración de Medina y la Meca, los lugares santos del reino. También el SBG ganó la mayoría de las licitaciones para la construcción de las bases militares estadounidenses en Arabia Saudita y la reconstrucción de Kuwait después de la Guerra del Golfo. También tiene importantes participaciones en General Electric, Nortel Networks y Cadbury Schweppes. Para sus actividades industriales, su representante en Estados Unidos es Adnan Khashoggi (seguramente a más de un residente en Marbella, le suene este nombre), ex-cuñado de Mohamed al-Fayed, (Khashoggi colaboró con la CIA en el Irangate). Los recursos financieros del SBG son administrados por Carlyle Group.





Hasta 1996, las operaciones financieras del SBG estaban a cargo de su asesor en Lausana, el banquero nazi François Genoud. Genoud fue el albacea de Joseph Goebbels (uno de los más importantes dirigentes del Tercer Reich, encargado de la propaganda de los nazis). Genoud trabajó en estrecha colaboración con numerosos grupos antijudíos y financió los operativos de Illich Ramírez Sánchez, alias Carlos, conocido exterrorista internacional.

Dos personalidades de primer rango parecen omnipresentes en las sociedades de Osama Bin Laden: el jeque Khaled Salim Ben Mafhuz y Saleh Idris. Según la revista estadounidense Forbes, Khaled Ben Mafhuz posee la 251 fortuna del mundo, valuada en mil 900 millones de dólares. Su padre había fundado el principal banco saudita, el National Comercial Bank, que creó diversas empresas en colaboración con la Sico, sociedad suiza del Bin Laden Group.

Tal como se mencionó antes, hasta 1996 los Ben Mafhuz y los Bin Laden tenían como asesor al banquero nazi François Genoud para montar sus filiales.Kahled Ben Mafuz es dueño de una residencia en Houston, Texas, y gracias al apoyo de la familia Bush, logró comprar parte del aeropuerto de la cuidad para su uso personal. Sus sociedades están esparcidas en el mundo entero.

El BCCI era un banco anglo-paquistaní que operaba en 73 países.Tres grandes familias eran las dueñas: los Gokal (Paquistán), los Ben Mafhuz (Arabia Saudita) y los Geith Faraon (del emirato de Abú Dabí, dueños de la cadena hotelera Hyatt). Ronald Reagan utilizó al BCCI para corromper al gobierno iraní, y que así, aplazara la liberación de los rehenes estadounidenses presos en la embajada de Estados Unidos en Teherán y sabotear así los últimos meses de la presidencia de James Carter. Luego, bajo el impulso del ex-director de la CIA y vicepresidente George Bush padre, la administración Reagan volvió a utilizar el BCCI para trasladar las "donaciones" de Arabia Saudita a los "Contras" nicaragüenses y hacer llegar el dinero de la CIA a los mujaidines de Afganistán.

Dos ex-directores de la CIA, Richard Helms y William Casey, trabajaron en el BCCI. Lo mismo hicieron dos prestigiados "agentes de influencia" de la CIA, Adnan Khashoggi y Manucher Ghobanifar. Sin hablar de Kamal Adham (cuñado del rey Faisal y jefe de los servicios secretos sauditas hasta 1977), del príncipe Turki Al-Faisal Al-Saud (jefe de estos mismos servicios secretos de 1977 hasta agosto de 2001) o de Abdul Rauf Khalil, su director adjunto


Los principales responsables y clientes del BCCI se encuentran actualmente en Carlyle Group, fondo de inversiones creado en 1987, o sea cuatro años antes de la bancarrota del BCCI.

Carlyle administra actualmente una cartera de 12 mil millones de dólares. Tiene participaciones mayoritarias en Seven Up (que asegura el embotellado de refrescos para Cadbury Schweppes), en Federal Data (que vendió e instaló el sistema de vigilancia del trafico aéreo civil a la Federal Aviation Administration de Estados Unidos), así como en United Defense Industries Inc. (el principal proveedor de equipo de las fuerzas armadas estadounidenses, turcas y sauditas). A través de las sociedades que controla, Carlyle Group alcanza el decimoprimer lugar entre las compañías de armamento de Estados Unidos.

En 1990, Carlyle Group se encontró metido de lleno en un escándalo de desvío de fondos. Wayne Berman, miembro del grupo de cabildeo del Partido Republicano, había desviado fondos de pensiones estadounidenses para financiar las campañas electorales de los Bush. Había aceptado entregar 1 millón de dólares de esos fondos a Carlyle Group a cambio de un contrato público en Connecticut. Carlyle Group administra la mayor parte de las inversiones del Saudí Bin Laden Group. Entre sus dirigentes, destacan Sami Mubarak Baarma, apoderado de Khaled Ben Mafhuz en el Reino Unido, y Talat Othmann, uno de los ex-administradores de Harkem Energy Corporation, la sociedad que permitió a George Bush hijo enriquecerse ilegalmente.

El presidente de Carlyle Group es Frank C. Carlucci (Asesino de Patrice Lumumba, organizador del golpe CIA en Portugal 1974 ,ex-director adjunto de la CIA, quien después fue secretario de Defensa). Uno de sus principales asesores es James Baker (ex-jefe de gabinete del presidente Reagan y ex-secretario de Estado del presidente George Bush padre). Como representante en el extranjero, Carlyle Group cuenta con los servicios de John Major (ex-primer ministro británico) y George Bush padre (ex-director de la CIA y ex-presidente de Estados Unidos).

Si resulta exacto, como lo pretenden numerosos funcionarios estadounidenses, que la familia Bin Laden sigue teniendo relaciones con Osama, y continúa financiando sus actividades políticas, entonces Carlyle Group, que administra las inversiones financieras del Saudi Bin Laden Group, tendría que estar necesariamente implicado en el delito de "aprovechamiento ilícito de informaciones privilegiadas". George Bush padre podría ser, entonces, uno de los afortunados beneficiarios de las maniobras bursátiles ligadas a los atentados del 11 de septiembre.

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