Sin duda, la votación en la ONU este 29 de noviembre es histórica y constituye un motivo de celebración. Es especialmente significativa en cuanto a que la ANP se vio forzada a actuar dentro de un marco que le impusieron y que le provocó no pocos conflictos internos: el de la diplomacia. Y desempeñó ese papel de modo digno y brillante, consiguiendo una gran victoria en ese terreno, vapuleando a la diplomacia estadounidense e israelí.

Esto se da pocos días después de que las fuerzas de resistencia lograran otra importante victoria sobre el poderoso enemigo sionista, a pesar de no contar con equipamiento, armas ni estructura militar comparable, ni remotamente, y que en buena medida, esa victoria también tuvo su componente diplomática. A las fuerzas de resistencia les tocó un papel muy difícil, pero también lo han desempeñado con la frente en alto, acaso con errores y excesos, pero con gran valor y absoluta dignidad.

La coincidencia de estas dos importantes victorias palestinas ha generado un ambiente interno propicio para la reconciliación y la unidad.

Por otra parte, la comunidad internacional, no el remedo de comunidad constituido por aquellos que poseen el dinero, la droga y las armas del mundo, sino la comunidad real, la de abajo, la formada por los pueblos, también ha logrado pequeñas victorias, derrumbando de a poco las falsas imágenes que los medios de manipulación mediática crearon y han tratado de mantener en relación con el pueblo palestino. Con base en actividades de difusión, acercamiento, solidaridad, han conseguido que el mundo conozca, aunque sea un poco, la realidad de ese pueblo hermano y se identifique con él. Ya el chantaje emocional que hace uso del holocausto nazi, no funciona para asegurar aceptación e impunidad a Israel por sus propios crímenes de lesa humanidad.

La conjunción de todos estos factores crea un punto de inflexión, un antes y un después del 29 de noviembre y es de esperar acciones de represalia de aquellos que rinden culto a su narcicismo y no pueden permitirse siquiera un minúsculo avance hacia una verdadera paz justa y digna. Ya se han dado los primeros anuncios con relación a la construcción de más ilegales asentamientos paramilitares, así como la adopción de sanciones contra la economía palestina. ¡Vaya cinismo!

Es verdad que sobre el terreno, el pueblo palestino no puede esperar grandes cambios en el corto plazo, pero ahora cambian las condiciones y los palestinos cuentan con nuevas herramientas y un nuevo contexto dentro del cual se podrán generar mejores condiciones para eventuales negociaciones, además de contar con mecanismos de acción jurídica que antes les fueron negados. Considerando las actuales condiciones que posibilitan el acercamiento entre todos los grupos, el papel a desempeñar ahora por el pueblo palestino es el de la unidad, en primer lugar. Esto es, deben hacerse de lado las artificiales diferencias por afiliaciones partidistas e imponerse la mutua identificación. Enseguida, deben recurrir a todas las instancias legales que ahora tienen disponibles.

En cuanto a la comunidad internacional, es decir, los pueblos del mundo, debemos tomar la iniciativa esta vez y no esperar a la siguiente campaña de exterminio que bajo cualquier pretexto inicie Israel. Las medidas concretas que podemos adoptar los pueblos del mundo deben considerar aquellas que más presión puedan ejercer sobre el estado sionista. En particular, hacemos un llamado al rompimiento de relaciones diplomáticas con Israel en nuestros respectivos países, siguiendo el digno ejemplo de Bolivia y Venezuela. Además, debe apoyarse la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el sistema de apartheid israelí, lo cual conlleva el boicot cultural, deportivo y comercial a Israel. Podemos identificar empresas, productos, artistas que lucran con el apartheid, o que apoyan al régimen israelí y su política racista e imperialista. Es preciso identificar en cada caso cuáles de estas empresas están presentes en nuestros países.

En México, hemos iniciado una campaña de colecta de firmas para apoyar esta petición y presentarla próximamente al Senado. Invitamos a todos nuestros compatriotas a sumar su firma y/o la de su organización a esta petición, por medio del formulario que tenemos para este fin.