domingo, 29 de septiembre de 2013

El fraude del 11-S y el Holocausto

El fraude del 11-S y el Holocausto











El judaísmo alcanza su plenitud con la sociedad burguesa, pero la sociedad burguesa sólo llega a su plenitud en el mundo cristiano. Sólo bajo el dominio del cristianismo, que convierte en relaciones puramente externas al hombre todas las relaciones nacionales, naturales, morales y teóricas, podía la sociedad burguesa separarse totalmente de la vida del Estado, desgarrar todos los vínculos genéricos del hombre, suplantar esos vínculos genéricos por el egoísmo, por la necesidad egoísta, disolver el mundo de los hombres en el mundo de los individuos atomizados que se enfrentan los unos contra los otros hostilmente. El cristianismo ha surgido del judaísmo. Y ha vuelto a disolverse en él. El cristiano era desde el principio el judío teorizante; el judío es por ello el cristiano práctico y el cristiano práctico se ha vuelto de nuevo judío. (...) No busquemos el misterio del judío en su religión, sino busquemos el misterio de la religión en el judío real. ¿Cuál es el fundamento secular del judaísmo? La necesidad práctica, el interés egoísta. ¿Cuál es el culto secular practicado por el judío? La usura. ¿Cuál su dios secular? El dinero. Pues bien, la emancipación de la usura y del dinero, es decir, del judaísmo práctico, real, sería la autoemancipación de nuestra época. Una organización de la sociedad que acabase con las premisas de la usura y, por tanto, con la posibilidad de ésta, haría imposible el judío. Su conciencia religiosa se despejaría como un vapor turbio que flotara en la atmósfera real de la sociedad. Y, de otra parte, cuando el judío reconoce como nula esta su esencia práctica y labora por su anulación, labora, al amparo de su desarrollo anterior, por la emancipación humana pura y simple y se manifiesta en contra de la expresión práctica suprema de la autoenajenación humana. Nosotros reconocemos, pues, en el judaísmo un elemento antisocial presente de carácter general, que el desarrollo histórico en el que los judíos colaboran celosamente en este aspecto malo se ha encargado de exaltar hasta su apogeo actual, llegado el cual tiene que llegar a disolverse necesariamente. La emancipación de los judíos es, en última instancia, la emancipación de la humanidad del judaísmo.
 
(Karl Marx, La cuestión judía, 1844)

La evidencia, ya apabullante, de que una cerrada cadena de manipulaciones impúdicas, sostenidas por los medios de comunicación y el estamento político oligárquicos, constituye el secreto hilo conductor de la historia contemporánea, empezó quizá en Iraq (2003) con el fraude de las "armas de destrucción masiva" y la probada falta de conexión entre el régimen de Saddam Hussein y el terrorismo de Al-Qaeda. Estos hechos, hoy incontestables, reforzaron las sospechas retrospectivas sobre lo realmente sucedido en el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York. 



Ahora, los acontecimientos de Siria arrojan nueva luz e interrogantes respecto de lo mismo: si el yihadismo no es más que un peón de Arabia Saudí (aliado de EEUU) al servicio del criminal belicismo sionista, la famosa "tesis de la conspiración", es decir, del autoatentado o atentado de falsa bandera en el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001, adquiere de forma súbita una aterradora credibilidad.

Pero, además, esta duda abre las puertas a un auténtico abismo que afecta al entero imaginario de la sociedad occidental.

¿Hasta dónde alcanzan las mentiras del poder oligárquico? Vean primero, a continuación, y a la luz de todo lo que sabemos actualmente a propósito de los ataques contra Yugoslavia, Afganistán, Iraq, Libia y Siria, el enésimo y último documental sobre el 11-S:



Obsérvese, en el enlace citado, las referencias finales al Holocausto como presunto ejemplo de una honesta búsqueda de la verdad.

Nuestra pregunta es la siguiente: ¿por qué las dudas de los críticos nunca afectan a ciertos dogmas que, sin embargo, representan el núcleo mismo de la ideología oligárquica? ¿Cuál es la razón de que la "almendra esencial" de un discurso judeocristiano y sionista esencialmente mendaz permanezca intangible para el ácido corrosivo de la crítica racional? ¿Comenzaron las intoxicaciones informativas oligárquicas sólo después de la Segunda Guerra Mundial o ya tenemos ejemplos clamorosos de mentiras conscientes, en boca de las denominadas "potencias democráticas", durante la Gran Guerra e incluso antes? ¿No detectamos cierto aire de familia entre la voladura del "Maine" en el puerto de La Habana (1898)y el ataque químico de Ghouta (2013)? ¿Desde cuándo nos engañan? ¿Afecta esta impostura sistemática al relato oficial del Holocausto o, por una suerte de milagro, en este punto, y únicamente en éste, aquellos impostores empedernidos serían veraces a pesar de todas las contradicciones, bien razonables y fundamentadas, que ha venido planteando el revisionismo histórico desde hace décadas?

Preguntas y más preguntas que intentamos e intentaremos responder en esta bitácora.




(...) suele creerse que los alemanes mataron a los judíos, por lo general, en cámaras de gas, y que sin éstas, los medios modernos de transporte y una burocracia eficaz, los alemanes no habrían podido matar a millones de judíos. Persiste la creencia de que, de alguna manera, sólo la tecnología posibilitó un horror a semejante escala (...) Existe la creencia generalizada de que las cámaras de gas, debido a su eficacia (que se exagera mucho), fueron un instrumento necesario para la carnicería genocida, y que los alemanes decidieron construir cámaras de gas en primer lugar porque necesitaban unos medios más eficaces para matar judíos. (...) Todos estos criterios, que configuran básicamente la comprensión del Holocausto, se han sostenido sin discusión, como si fuesen verdades evidentes por sí mismas. Han sido prácticamente artículos de fe, procedentes de fuentes distintas de la investigación histórica, han sustituido el conocimiento fidedigno y han distorsionado el modo de entender este período (Daniel Goldhagen, Los verdugos voluntarios de Hitler, Madrid, Taurus, 2003, pp. 29-39)

A continuación les ruego que lean con atención la siguiente entrada de FILOSOFÍA CRÍTICA, publicada en 2011 y ampliada en 2013.

En el artículo "La narración de la tribu occidental", de 17 de enero de 2011, ya explicábamos, ilustrándolo con la obra de Chomsky Cómo nos venden la moto, el funcionamiento de la Comisión Creel durante la Primera Guerra Mundial.

Empecemos con la primera operación moderna de propaganda llevada a cabo por un gobierno. Ocurrió bajo el mandado de Woodrow Wilson. Éste fue elegido presidente en 1916 como líder de la plataforma Paz sin Victoria, cuando se cruzaba el ecuador de la Primera Guerra Mundial. La población era muy pacifista y no veía ninguna razón para involucrarse en una guerra europea; sin embargo, la administración Wilson había decidido que el país tomaría parte en el conflicto. Había por tanto que hacer algo para inducir a la sociedad la idea de la obligación de participar en la guerra. Y se creó una comisión gubernamental, conocida con el nombre de Comisión Creel, que, en seis meses, logró convertir una población pacífica en otra histérica y belicista que quería ir a la guerra y destruir todo lo que oliera a alemán, despedazar a todos los alemanes, y salvar así al mundo (Chomsky, N., Cómo nos venden la moto, Barcelona, Icaria, 2001, pp. 8-9).

Comienza el fraude colectivo. Yahvé.
En consecuencia, no puede sostenerse que el tipo de actuaciones características de Ghouta, Kosovo, el 11-S, el 11-M (Madrid) o la guerra de Iraq comenzara sólo tras la caída del Tercer Reich, dejando intacta la objetividad del relato histórico justo hasta el año 1945La gran impostura es muy anterior. Y de esta evidencia se desprende que las dudas entorno a las actuaciones de la oligarquía deben hacerse extensivas al Holocausto. La "narración oficial de Auschwitz" podría formar parte del mismo tipo de fraudes que comenzaron con las fábulas de niños belgas devorados por los soldados alemanes durante la guerra europea de 1914-1919 o la voladura del acorazado que justificó la agresión estadounidense a España.


Idea de Bien, resurrección de Cristo, Holocausto

La esencia del judeocristianismo es la mentira. Pero error y mentira son cuestiones muy distintas desde el punto de vista ético, aunque puedan coincidir los contenidos semánticos desde el punto de vista epistemológico. Del fraude -que no del mero error- obtiene la oligarquía filosionista su ascendente sobre las masas. El judeocristiano y su postrera mutación, el sionista, son mendaces por naturaleza, pero es que además la impostura constituye su causa permanente, fundamental y eterna. Es menester, por tanto, remontarse todavía más atrás en la historia, hasta Platón incluso, si aspiramos a entender -por lo menos eso- de qué manera va tejiéndose en Occidente una suerte de "pantalla" pseudo informativa (tipo Matrix) que culminará con la fabricación del Mesías en forma de "realidad virtual".

Por favor, atiendan al siguiente fragmento de Nietzsche:

La resurrección de Cristo.
El cristianismo tiene en su base algunas sutilezas que pertenecen a Oriente. Ante todo sabe que en sí es completamente indiferente que algo sea verdadero, pero que es de suma importancia con tal que se crea que es verdadero. La verdad, y la creencia de que algo es verdadero: dos mundos completamente divergentes de intereses, casi dos mundos antitéticos - a uno y a otro se llega por caminos radicalmente distintos. Saber eso - hace en Oriente casi al sabio: así lo entienden los brahamanes, así lo entiende Platón, así, por ejemplo, todo discípulo de una sabiduría esotérica. Si, por ejemplo, hay felicidad en creerse redimido del pecado, no se necesita, como presupuesto de eso, que el hombre sea pecador, sino que se sienta pecador. Pero si lo que se necesita en general y ante todo es fe, entonces hay que desacreditar la razón, el conocimiento, la investigación: el camino que conduce a la verdad se convierte en el camino prohibido. - La esperanza firme es un estimulante mucho mayor de la vida que cualquier felicidad acontecida en realidad. A los que sufren hay que mantenerlos en pie con una esperanza que no pueda ser contradicha por ninguna realidad, - que no quede suprimida por el cumplimiento: una esperanza del más allá (Friedrich Nietzsche, El Anticristo, & 23).  

!Y cacaréase sobre el supuesto irracionalismo de Nietzsche! Vean ustedes qué tiene que ver todo esto con la "magia" evoliana. Más bien, esa "magia", toda magia, representa aquéllo que Nietzsche aspiraba a erradicar y no tanto por una cuestión de cientificismo abstracto cuanto por deber, por valentía...

No hay duda; a nosotros también nos habla un "tú debes", también nosotros obedecemos a una ley severa por encima de nosotros. Y ésta es la última moral que todavía podemos comprender, la última moral que también nosotros podemos aún vivir (Friedrich Nietzsche, Aurora, Prefacio, otoño 1886).

La "pasión" del "pueblo elegido".
El "fascismo revolucionario" no es más que la razón llevada hasta sus últimas consecuencias (algo para lo que a Marx, al judío Marx, le faltaron arrestos). Es un socialismo racional. Marx cribado por Nietzsche en lo referente a los valores sin renunciar a los contenidos revolucionarios del marxismo, hete aquí el "fascismo". Es la ilustración depurada de la corruptora herencia utópico-profética judeocristiana, léase: de la "moral", de la "felicidad", de la "esperanza", del "amor"... El "fascismo" viene a corregir dos mil quinientos años de abyección. Insisto, no de error, sino de mentira consciente, deliberada, cobarde, alevosa..., perpetrada por las más crueles, viscosas y despiadadas sanguijuelas que la historia conoce. Los oligarcas son los herederos del sacerdote cristiano y del pastor protestante; y éstos, a su vez, de los sectarios que introdujeron en Grecia el veneno de Oriente.

- !Y no un atentado con el puño, con el cuchillo, con la honestidad del odio y del amor! !Sino un atentado salido de los instintos más cobardes, más astutos, más viles! !Un atentado de sacerdotes! !Un atentado de parásitos! !Un vampirismo propio de pálidas y subterráneas sanguijuelas!... (...) - El pecado, digámoslo otra vez, esa forma par excellence de autodeshonra del hombre, ha sido inventado para hacer imposible la ciencia, la cultura, toda elevación y aristocracia del hombre; el sacerdote domina merced al invento del pecado.- (Friedrich Nietzsche, El Anticristo, & 49).

El pecado son los fasces, la arrogancia de la auctoritas, de las legiones romanas que se niegan a hincar la rodilla y destruyen el templo.

Desde entonces, Europa no ha dejado de infectarse. Vencida al fin, la racionalidad se viene deformando, de manera sistemática, para someterla a los "intereses"; pero la expresión objetivada, institucionalizada, de esos intereses, tiene un nombre: "el capital". Es, en efecto, mediante el capital que la verdad -la ciencia, la filosofía, el pensamiento libre- queda atrapada, sometida, asfixiada bajo el poder oligárquico, el "poder" por antonomasia, antítesis de la autoridad

No hay duda, la certeza es lo que vuelve loco... Pero para sentir así es necesario ser profundo, ser abismo, ser filósofo... Todos nosotros tenemos miedo de la verdad (Friedrich Nietzsche, Ecce Homo, & 4).
 
Lo único que se ha prohibido siempre, por principio, ha sido la verdad (Friedrich Nietzsche, Ecce Homo, & 3).  

La secta torció el proyecto griego allanándolo ante una gran peste milenaria que viene de Oriente. Hoy el estado más poderoso de la tierra, los EE.UU., púdrese gobernado por una mafia de criminales, sí, mas, ante todo de mentirosos que engañan a la ciudadanía de forma calculada, planificada..., y han convertido el fraude colectivo en el fundamento del poder. No mienten ocasionalmente, antes bien, se revuelcan y eyaculan en la mentira por mor de la mentira misma. La impostura es su gran amor, su vocación, aquello que les permite existir. Subrayémoslo una vez más: la mendacidad define la esencia, el aire que respiran y en el que los oligarcas viven las 24 horas del día. Esperar que los techos de sus casas se abran y Jehová les arrebate a los cielos no es simplemente cosa de tontería, de ridícula estupidez,es el proceder de unos auténticos canallas e hijos de la grandísima perra dispuestos a cualquier cosa con tal de obtener su "bienestar". Todavía no hemos comprendido contra quiénes luchamos, de ahí que algunos de nosotros se comporten a veces de acuerdo con determinadas pautas de conducta que definen al enemigo. Pisotear la verdad -la "salvación" del ego: síntesis del dios omni-potente- constituye el más exquisito goce del poder y la fuente nutricia de aquella su capacidad de perpetuarse hasta convertir a la humanidad en un pelele vaciado de cualquier contenido ético identificable. El engaño erígese en liturgia sacrificial de la Aletheia griega ante el YWHW judeocristiano.

Inminencia del Mesías.
Todos llevamos dentro el virus de la pirámide, el terror del faraón que experimentó por primera vez la patencia de la muerte y oprimió a un pueblo entero para escapar de ella. !Los judíos fueron sólo las últimas víctimas de la realeza nilótica! Moisés, el fundador de la nación yahvista, era egipcio. No hemos entendido aún el significado de esas gigantescas construcciones erigidas por la cobardía humana en los anales de la historia. La revolución "fascista" consiste, en primer lugar, en extirpar dicho egipticismo de la idea. Y éste es un acto puramente espiritual, una decisión libre con el fin de enderezar el camino allí donde los europeos fuimos extraviados por Platón en el siglo V antes de nuestra era. El héroe por excelencia fórjase en las catacumbas del alma.

La Idea de Bien (platónica), la resurrección de Cristo y la narración oficial de "el Holocausto" son los tres hitos ya acontecidos de un proceso histórico secular (olvido del ser) que se consuma con la extirpación a radice del sentido mismo de la verdad y, tras ella, la supresión definitiva de esa otra herencia (nuestra herencia) denominada Grecia. Un evento que coincide, ya lo habrán entendido, con el "cuarto hito", el "advenimiento" del Mesías sionista.

El fraude del 11-S tiene tras de sí, en definitiva, una compleja historia filosófica, que se remonta a lo más remoto y oscuro del pasado humano.

La Marca Hispànica
11 de septiembre de 2013

La verdad del "paraíso utópico-profético": osario de víctimas del comunismo.
























No hay comentarios:

Publicar un comentario