domingo, 29 de septiembre de 2013

La bestia asesina David Rockefeller

La bestia asesina David Rockefeller























El hecho de que sea judío resulta a la postre, por supuesto, una pura casualidad y no deben sacarse de semejante dato accidental conclusiones antisemitas, racistas o xenófobas.

No es que Hitler tuviera razón, no, simplemente ha sonado la flauta por casualidad, todos sabemos que el Führer de los alemanes era un inculto y un fanático, ya me entienden. ¿Cómo explicar si no que un judío, Norman Finkelstein, denuncie la "industria del Holocausto"? ¿Que otro un judío, Israel Shahak, ponga en evidencia el racismo en la religión judía y en la política israelí? ¿Que un tercer judío, Lenni Brenner, documente los vínculos entre sionismo y nazismo? ¿Que Zygmut Bauman, también judío, rechace las teorías intencionalistas del holocausto? ¿Que Ilan Pappé, judío y además israelí, haya documentado la limpieza étnica de Palestina? ¿Que Daniel Goldhagen, hebreo neoyorkino, quite todo fundamento historiográfico a la vigente "historia oficial" de las cámaras de gas?

No sabemos qué va hacer Gallardón con estos testimonios académicos y científicos. Quizá la fiscalía tenga que emitir una orden de busca y captura internacional contra ellos. Dado que la Interpol fue fundada por los Rockefeller, es posible que detengan a estos "antisemitas"... judíos, y el inquisidor Aguilar pueda arrastrarlos a la hoguera para silenciar sus molestas bocas.

David Rockefeller, criminal multimillonario que ha arrasado literalmente el planeta y es el responsable, como poco, de decenas de millones de muertes, pertenece a un determinado grupo étnico. Es judío. Como judíos sionistas son también quienes controlan la alta finanza y la política exterior estadounidense al servicio del Estado de Israel (véase James Petras). El hecho de que Hitler, confundiendo "judíos" con "extrema derecha judía", cometiera un error de generalización y a partir de ahí atrocidades injustificables, no cambia mucho las cosas. Antes bien, el holocausto les ha venido de perlas a los ultras judíos precisamente para criminalizar cualquier crítica a sus propias actividades racistas. No todos los judíos son canallas oligárquicos, pero una parte desproporcionada de los canallas oligárquicos son judíos. Hitler (como también Marx) advirtió con décadas de antelación sobre las consecuencias del nacionalismo judío. La ultraderecha judía es judía. Los racistas judíos son judíos. Los criminales judíos son judíos. Llamemos a las cosas por su nombre.

Cita con Rockefeller

Si tienes intención de suicidarte porque estás en paro, te han desahuciado, la mujer te ha abandonado, eres varón y de raza blanca, has desarrollado una enfermedad terminal por culpa de las fechorías sociales perpetradas por la oligarquía financiera, etcétera, tómatelo con calma y hazle primero una amable visita al grandísimo hijo de la perra sionista David Rockefeller.

Explícale tus razones, él las entenderá, se cree muy inteligente y superior a ti. En efecto, tú eres, para Rockefeller, sucia escoria susceptible de ser eliminada igual que un zurullo cuando se tira de la cadena del retrete. Has de demostrarle a Rockefeller que, sin embargo, existes, piensas y decides libremente. !Sorpresa!

Dale una buena lección. Quizá así recapacite. Todos los trabajadores del mundo te lo agradeceremos.

Jaume Farrerons
24 de septiembre de 2013



MÁS PRUEBAS SOBRE LA CONSPIRACIÓN FINANCIERA INTERNACIONAL

Vicenç Navarro, Sistema Digital

Se están publicando más y más informes, libros y artículos (ver Ellen Brown Making the World Safe for Banksters, CounterPunch) que están documentando cómo se inició el proceso de desregulación de la banca, que desembocó en la enorme crisis financiera a los dos lados del Atlántico Norte. Cuanto más se publica, más se sabe de lo que en realidad puede definirse, sin reservas, como una conspiración en la que participaron activamente dirigentes de la banca estadounidense (tales como Goldman Sachs, Merrill Lynch, Bank of America, Citibank y Chase Manhattan Bank) y personajes responsables de las agencias reguladoras de la banca del gobierno federal de Estados Unidos, tales como Larry Summers y Timothy Geithner. El primero era (cuando la conspiración se inició) el segundo de a bordo del Ministerio de Hacienda, dirigido por el ex banquero Robert Rubin, durante la Administración Clinton, y el segundo, era el encargado de Asuntos Internacionales del mismo Ministerio.El objetivo de ese proyecto era conseguir la desregulación del capital financiero en EEUU y también en el mundo. El primer paso fue la desregulación en EEUU a base de eliminar la Ley Glass-Steagall, la ley aprobada en 1933 por la Administración Roosevelt que claramente diferenciaba la Banca Comercial de la Banca de Inversiones, un punto clave para proteger a la mayoría de ahorradores y depositantes en la banca frente a la especulación, característica de gran número de actividades de la Banca de Inversión. La Administración Clinton, como resultado de la presión del centro financiero de EEUU, Wall Street, y con la ayuda de sus agentes en el gobierno federal, eliminó dicha Ley y, con ello, tal diferenciación. Una consecuencia fue el colapso de Lehman Brothers.

El segundo paso era la desregulación de la banca a nivel mundial. Ello requería el cambio de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (World Trade Organization), y para ello se nombró a Geithner embajador de EUUU en dicha organización. Su objetivo (que consiguió que se aprobara) era cambiar las reglas de juego para la banca, mediante un addendum que aparentaba ser menor (conocido como addendum del Financial Services Agreement), que prohibía, en realidad, la regulación de las inversiones bancarias, incluyendo las especulativas.

Un problema que los conspiradores tenían es que el 40% de los bancos hoy en el mundo son bancos públicos (la mayoría de estos bancos existen hoy en los países BRIC -Brasil, Rusia, India y China-, que representaban el 40% de la población mundial). Y para complicarles más las cosas a los conspiradores, muchos de estos bancos estaban en países musulmanes, donde la usura es, no solo un pecado, sino también un acto criminal, lo cual dificultaba las políticas financieras de carácter especulativo. Estos factores, por cierto, han protegido a estos países frente a la especulación financiera y han sido menos afectados por la crisis financiera a nivel mundial. Países que fueron particularmente resistentes a esta desregulación fueron los llamados “enemigos de EEUU” (según el testimonio dado en el año 2007 por el general Wesley Clark, que era el jefe de las fuerzas militares de la OTAN, Democracy Now! 2007) que incluían Irak, Siria, el Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán. Todos estos países eran islámicos, no pertenecían a la Organización Mundial del Comercio, y lo que era “peor” es que tampoco pertenecían al Bank for International Settlements en Suiza, la organización que supervisa los bancos a nivel mundial. Según el General Clark, estos países estaban en la lista de países que el gobierno federal de EEUU había considerado como países cuyos gobiernos deberían cambiar en los próximos cinco años. Y, según Ellen Brown, lo están intentando conseguir.

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