viernes, 22 de noviembre de 2013

La banca islámica acelera en occidente

La banca islámica acelera en occidente


Captar el dinero de los petrodólares requiere un sistema financiero que se adapte a las leyes musulmanas. Está prohibida la usura y los intereses.


22/11/2013 - Autor: Redaccion YY - Fuente: Nurain Magazine



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La intención es la de convertir Reino Unido en el centro financiero occidental del sector bancario musulmán.

Pornografía, juego, alcohol o tabaco son fuentes de ingresos impuros bajo la ley islámica y quedan fuera del ámbito de los inversores que quieran respetar la 'sharia', los preceptos coránicos que rigen la vida de los musulmanes. Cualquier fondo o banco con intención de aprovechar la liquidez generada por los petrodólares y el desarrollo de los mercados de capitales del Golfo Pérsico y del sudeste asiático, debe adecuar sus productos y servicios a ciertas normas de carácter moral.

La industria financiera que se atiene al principio de 'no usura' crece sin parar desde 2002 y se espera que el próximo año el total de las inversiones islámicas a nivel mundial crezca en 1,3 billones. A finales de 2013, sólo los activos globales de la banca ascenderían a 1,8 billones de dólares, según un informe de Ernst & Young sobre la competitividad mundial de las finanzas islámicas. Es uno de los pocos sectores que presume de haber vadeado sin mucho daño la crisis financiera mundial.

Inversiones descartadas

El crecimiento de la inmigración procedente de los países árabes y su perfil demográfico -caracterizado por una amplia base de población joven- ha propiciado la expansión de este tipo de banca en occidente y ya abarca más de 105 países. Existe un índice Dow Jones Islamic Maket, un Dubai Shariah Hedge Fund o un FTSE Sharia Global Equity. En cada una de estas bolsas un comité de expertos analiza las compañías que la componen para asegurar que cumplen escrupulosamente con los preceptos. Es habitual que las empresas manufactureras, la banca comercial y de inversión, así como la industria hotelera y de armamento queden fuera del radio de inversiones de los fondos islámicos.

Muchos ven en este tipo de finanzas un parecido enorme con las inversiones socialmente responsables tan extendidas en Occidente. De forma resumida, explica un informe del Banco de España titulado «Finanzas Islámicas: Desarrollo reciente y oportunidades», las prohibiciones que impone el islam a sus finanzas son: el cobro de intereses, asumir riesgos excesivos y las apuestas.

Reparto del riesgo

La banca, para los musulmanes, es un instrumento para ayudar al pueblo, no para enriquecerse. Por eso tiene prohibido cobrar, pero también pagar intereses. Otra de las peculiaridades es que todos los contratos se basan en acuerdos para repartir pérdidas y ganancias entre la banca y el cliente, y que las operaciones financieras estén siempre respaldadas por un activo real.

Entonces, ¿cómo obtienen beneficios? El caso más clarificador es de las hipotecas. El banco no puede solicitar intereses por el crédito, pero sí puede cobrar un alquiler por la vivienda hasta que sus inquilinos hayan amortizado el préstamo. Algo parecido sucede en las cuentas. No hay intereses por las transacciones, pero el banco cobra gastos de mantenimiento. Sí está permitida la venta de un producto acordando por adelantado el margen de ganancia. Este vehículo se utiliza en las finanzas islámicas como sustituto de inversión en renta fija, denominada sukuk. Otra de las prohibiciones se refiere a las acciones preferentes, mientras que el cobro de dividendos empresariales son bienvenidos.

Oportunidades en España

Para España, desde el punto de vista de banca minorista, «el desarrollo económico en el Magreb, zona colindante con España, y los crecientes lazos económicos con nuestro país, podría generar oportunidades de negocio», explica el informe del Banco de España. Una de sus autoras, Alicia García-Herrero, economista jefe de Economías Emergentes del servicio de estudios del BBVA, explica que «la banca española podría diversificar su financiación mediante la emisión de sukuk en lugar de bonos tradicionales». En este caso, dice, la diversificación vendría por dos vertientes: el uso de un instrumento diferente y el acceso a un abanico de inversores distintos de los habituales y situados, en su mayoría, en países islámicos.

Quien lo tiene claro es el primer ministro británico David Cameron. Aprovechando el Foro Económico del Mundo Islámico, celebrado en Londres, Cameron aseguró que el Tesoro está trabajando en los aspectos prácticos de la emisión de bonos sukuk por valor de 200 millones de libras el próximo año. La intención es la de convertir Reino Unido en el centro financiero occidental del sector bancario musulmán. Una jugada perfecta para atraer liquidez y seguir desarrollando los servicios que ofrece la City londinense.

Entre los desafíos a los que se enfrenta la banca islámica mundial está el de someter sus instituciones a una supervisión similar al de la banca comercial internacional. El modelo de contratos de riesgo compartido, parece, a primera vista, una ventaja, pero la agencia de calificación Fitch estima que los peligros a los que se enfrentan ambos son similares.

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