jueves, 5 de febrero de 2015

La doctrina y la práctica del Dhikr (6ª parte)

La doctrina y la práctica del Dhikr (6ª parte)

Dhikrs de protección

05/02/2015 - Autor: Abdel ‘alim Lara Llobet - Fuente: Blog Musulmanes Andaluces
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Mujeres chechenas en sesión de dhikr
·        Qul: huwa llâhu áhad.  y las suras de búsqueda de refugio (i).
·        por la mañana y al anochecer; 3 veces
Mu’adh ibn ‘Abdullah ibn Jubayb relataba que su padre decía, “Salimos fuera en una noche muy oscura y lluviosa buscando al Mensajero de Allah para dirigirnos la oración. Lo encontramos y dijo, ‘Habla’. Yo no dije nada. Entonces él dijo, ‘Di’, y yo no dije nada. Luego insistió, ‘Di’, y yo dije, ‘Mensajero de Allah, ¿qué tengo que decir?’ Él dijo, ‘Recita, “Qul: huwa llâhu áhad”, y las suras de búsqueda de refugio al anochecer y por la mañana tres veces, será suficiente para protegerte en relación a todo’” (ii).
Existe otra versión de este hadiz.
El Mensajero de Allah (s) dijo: “La sura que empieza ‘Qul: huwa llâhu áhad’ al igual que las dos suras talismánicas (que vienen a continuación de la anterior), te protegen, musulmán, de todo mal si las recitas tres veces al anochecer y al salir el sol” (iii).
·        “Me refugio en las Palabras Perfectas de Allah contra el mal de lo que Él ha creado.” (a’ûdzu bi-kalimâti llâhi t-tâ:mmâti min shárri mâ jálaq)
·        al anochecer
Abu Hurayra dijo, “Un hombre vino al Profeta y dijo, ‘Mensajero de Allah, ¡qué agonía sufrí la noche pasada por un escorpión que me picó ayer!’ Él dijo, ‘Si al anochecer hubieras dicho, “Busco refugio con las palabras perfectas de Allah del mal de lo que Él ha creado”, no te hubiera lastimado” (iv).
·        “Con el Nombre de Allah por cuyo nombre nada puede ser lastimado, ni en la tierra ni en el cielo. Él es el Oyente, el Conocedor.”
(Bísmil-lâhi l-ladzî lâ yadurru ma’a smihi shái:-un fî l-árdi wa lâ fî s-samâ:* wa huwa s-samî’u l-‘alîm*)
·        por la mañana y al anochecer; 3 veces
Aban ibn ‘Uthman dijo que oyó a ‘Uthman ibn ‘Affan decir que el Mensajero de Allah (s) decía, “Ningún siervo de Allah dice cada mañana y cada anochecer, ‘En el nombre de Allah por cuyo nombre nada puede ser lastimado ni en la tierra ni en el cielo. Él es el Oyente, el Conocedor’ tres veces sin que eso le asegure que nada le va a lastimar” (v).
·        “Oh Allah, Tú eres mi Señor. No hay otro Allah que Tú. Tú me creaste y yo soy Tu siervo. Cumplo con Tu convenio y Tu promesa tanto como puedo, busco refugio en Ti del mal que he hecho. Reconozco mi pecado, perdóname pues. Sólo Tú puedes perdonar los pecados.”
(Allahumma anta rabí lâ ilâha illâ anta Jalaqtani wa ana ‘abduka wa ana ‘âla ‘ahdika wa wa’adika ma statta’atu a’aûdhu bika min sharri ma sana’atu abû laka bini’amatika ‘âlayya wa abû bidhanbi faghfir li fain-nahu lâ yaghfiru dhunûba illa anta).
·        por la mañana y por la noche
Shaddad ibn Aws relató que el Profeta (s) dijo, “La mejor manera de pedir perdón es decir, ‘Oh Allah, Tú eres mi Señor. No hay otro Allah que Tú. Tú me creaste y yo soy Tu siervo. Cumplo con Tu convenio y Tu promesa tanto como puedo, busco refugio en Ti del mal que he hecho. Reconozco mi pecado, perdóname pues. Sólo Tú puedes perdonar los pecados’. Cualquiera que diga esto durante la noche teniendo confianza en ello y muera antes del amanecer entrará en el Jardín. Cualquiera que diga esto durante el día teniendo confianza en ello y muera en ese día antes del anochecer entrará en el Jardín” (vi).
        3 veces
El Mensajero de Allah (s) dijo: “Quien diga tres veces al amanecer y al anochecer ‘Oh Allah, Tú eres mi Señor. No hay otro Allah que Tú. Tú me creaste y yo soy Tu siervo. Cumplo con Tu convenio y Tu promesa tanto como puedo, busco refugio en Ti del mal que he hecho. Reconozco mi pecado, perdóname pues. Sólo Tú puedes perdonar los pecados’, si muere durante el día ó durante la noche entrará en el Paraíso” (vii).
Plegarias por el Mensajero (Salawat an-nabi)
Las fórmulas de las invocaciones de Gracia divina en favor del Profeta (s) empiezan por “Allahumma bendice a Sidna Muhammad …”(Allâhumma sálli ‘alà (sayidinâ) Muhámmadin …), aunque también existen otras variaciones. Algunas de las más habituales son:
·        “Allahumma bendice a Sidna Muhammad tu servidor y mensajero, el profeta iletrado, así como a los suyos y a sus compañeros, y salúdalos con la paz.”
(Allâhumma sálli ‘alà sayidinâ Muhámmadin ‘ábdika wa rasûlika n-nabíyi l-ummíyi wa ‘alâ: â:lihi wa Sabih wa sállim).
·        Salât al-fâtih:
“Allahumma bendice a Sidna Muhammad, que abrió lo cerrado y selló lo anterior, el que socorre a la Verdad con la Verdad, el que guía por tu Senda Recta, y salúdalo, así como a los suyos, en la medida de su valor y de su mérito.”
(Allâhumma sálli ‘alà sayidinâ Muhammadin il-fâtihi limâ úghliqa wa l-jâtimi limâ sábaqa nâsiri l-háqqi bil-háqqi wa l-hâdî ilâ sirâtika l-mus-taqîm wa ‘alâ: â:lihi háqqa qádrihi wa miqdárihi l-azîm).
·        por la mañana y al anochecer; 10 veces
Abu’d-Darda’ relató que el Mensajero de Allah (s) dijo, “Todo aquel que dice la plegaria sobre mí, diez veces por la mañana y diez veces al anochecer, obtendrá mi intercesión en el Día del Levantamiento” (viii).
·        100 veces al día
El Mensajero de Allah (s) dijo: “Quien hace plegarias por mí cien veces al día, Allah le otorgará cien necesidades: setenta para su vida futura, y treinta para su vida inmediata” (ix).
·        1000 veces al día
El Mensajero de Allah (s) dijo: “Quien hace plegarias por mí mil veces al día, no morirá hasta el anuncio de la buena nueva, por la que entrará en el Paraíso” (x).
Dhikr del Nombre Supremo aislado
    Allah
Hay dos citas del Corán donde se recomienda explícitamente invocar el Nombre del Señor:
-“Recuerda el Nombre de tu Señor y concéntrate de lleno en Él”. (73:8)
-“Y recuerda el Nombre de tu Señor mañana y tarde” (76:25).
Sidi Abû’l ‘Abbas al-Mursî decía: “Que tu dhikr se resuma en ‘¡Allah!, ¡Allah!’. Este Nombre es el sultán entre todos los Nombres. Así, conviene mencionar Su Nombre de forma abundante y dar preferencia a este tipo de dzikr, porque en él encierra todo lo que hay en ‘Lâ illaha illâ Allah’, todos los dogmas, todas las ciencias, las morales, y las verdades, etc. (xi).
El conocedor de Allah Ibn ‘Ajîba decía: “El Nombre singular ‘Allah’ es el sultán de los Nombres. Es el Nombre Supremo de Allah” (xii).
¡Oh, discípulo sincero! Conságrate a la mención del Nombre singular de Allah: “Allah” si tu guía espiritual te lo permite y te lo aconseja. Es el medio más rápido que extirpa las raíces del alma concupiscente (al Nafs) (xiii).
Sin embargo, dado que en los inicios de la vía espiritual, la práctica del dhikr con el Nombre Allah puede producir algunas sensaciones molestas (sofocos, opresión torácica), los maestros espirituales indican a sus discípulos sustituir éste por el dhikr “la illaha illa Allah” al principio (xiv).
El wird de los sufíes
Los sufíes llaman wird al conjunto de invocaciones que el sheij indica a sus discípulos para ser recitadas especialmente por la mañana tras la oración de subh y al anochecer tras la de magrib (xv). La recepción del wird por parte del faqîr ó murîd (discípulo) de manos del sheij supone su primer compromiso en la vía iniciática sufí y es uno de los principales componentes de la bai’a (ceremonia de investidura).
Hay numerosos hadices que priorizan la práctica del dhikr sobre la lectura del Corán después de la oración del alba y hasta la salida del sol ó hasta la oración de la mañana  (duhâ). Los fuqaha hanafitas han recalcado la importancia del dhikr tras la oración del amanecer hasta la salida del sol apoyándose en dichos hadices (xvi).
El sabio al-Haçkafî, autor de “a-Dur al-mujtâr”, escribió: “la invocación de Allah desde fajr hasta la salida del sol pasa por delante de la lectura del Corán” (xvii).
El wird consiste en la agrupación de varias fórmulas sagradas (dhikrs) enlazadas formando un conjunto coherente de invocaciones, cuyas modalidades de utilización son fijadas por el propio shaij. Cada tariqa sufi tiene su propio wird.
El wird básico engloba tres formas de dhikr especialmente recomendados en la Sunna y en los hadices:
1.- La petición de disculpas o perdón (Istigfâr): Ástagfirullâh.
2.- La invocación de bendiciones para el Profeta (s) (Salât an-nabi).
3.- El enunciado de la Unidad (tawhîd), que puede limitarse a la recitación de la primera parte de la shahada (Lâ ilâha illâ Allâh) (xviii).
El uso del tasbih ó subha (‘rosario’ musulmán)
El uso del collar de cuentas para contabilizar el dhikr es una práctica firmemente establecida en la Sunna, permitida por el Profeta (s) y realizada por sus Compañeros. Algunos hadices, que presentamos a continuación, apoyan esta práctica (xix).
Un hadiz sahih de Sa’d ibn Abi Waqqas, relata que el Profeta (s) una vez vio a una mujer que usaba algunos huesos de dátil o piedrecillas (nawan aw hasan) como cuentas para glorificar a Allah, y no le prohibió su uso (xx).
Otro hadiz sahih a este propósito fue relatado por Safiya, la esposa del Profeta (s): “El Profeta vino a verme y delante de mi había cuatrocientos huesos de dátil con los que estaba haciendo tasbih (contaba subhan Allah). Él dijo: ‘¿Haces tasbih con tantos?’…” (xxi).
Abu Safiya, el esclavo liberado por el Profeta (s), relataba que una esterilla se extendía para él y comparecía una cesta hecha de hojas de palmera llena de piedrecillas con las que hacía tasbih hasta el mediodía. Luego se le retiraban, y más tarde regresaban cuando terminaba la oración, y hacía tasbih de nuevo hasta el anochecer (xxii).
La masbaha ó sibha ó tasbih, ó collar de cuentas, desde los tiempos de los primeros Compañeros ha tenido la función de recordatorio privado. Por esta razón al tasbihellos le llamaban mudzakkir ó mudzakkira (‘recordatorio’). Existe una narración referida al Profeta (s) donde dice: “ni’ma al-mudhakkir al-sibha” (‘¡Qué buenos recordatorios son los collares de cuentas!’) (xxiii).
El Profeta (s) justificaba el contaje del dhikr con los dedos por el hecho que los dedos serán preguntados y hablarán, es decir, darán testimonio de ello. De esto puede deducirse que contar el dhikr con ellos es mejor que hacerlo con collares de cuentas ó piedras. Sin embargo, los hadices referidos anteriormente indican claramente la permisividad de contar con subha, con piedras ó con huesos de dátil (es decir, con cualquier cosa que permita el contaje) (xxiv). Ibn ‘Amr relataba que vio al Profeta (s) contar las veces que decía subhan Allah con su mano derecha. Esto no significa que no esté permitido hacerlo también con la mano izquierda, pues lo único que dijo el Profeta (s) fue: “Contad (dhikr) con vuestros dedos”.
Ahmad también narra, a partir de al-Qasim ibn ‘Abd al-Rahman, que Abu al-Darda’ tenía un saco lleno de huesos de dátil y que, cuando acababa la oración del mediodía, los sacaba uno a uno y hacía tasbih con ellos hasta que se terminaban (xxv).
Ibn Sa’d en su Tabaqat narra (con sus cadenas de transmisión) que Sa’d ibn Abi Waqqas acostumbraba a contar tasbih con piedrecillas, y que Fatima bint al-Husayn ibn ‘Ali ibn Abi Talib acostumbraba a hacer tasbih con una hilo lleno de nudos, y que Abu Huraira hacía tasbih con una cuerda ensartada de piedrecillas (al-nawa al-majmu’) (xxvi).
‘Abd Allah, el hijo del Imam Ahmad, narraba en su Zawa’id al-zuhd que Abu Hurayra tenía una cuerdecilla enhebrada con cien nudos, y que no se acostaba hasta no haber contado tasbih con ellos (xxvii).
“Un hombre vió a al-Junayd con un tasbih en la mano y le dijo:
-¿Cómo, tú, con toda tu nobleza, llevas un tasbih en tu mano?
-¡Es cierto! Este tasbih es la causa (por la) que (Allah) nos ha hecho alcanzar la estación en la que nos encontramos. No renunciaremos nunca a su uso” (xxviii).
En conclusión, podemos decir que el uso de cuentas (en la forma que sean, huesos, piedras, etc.), ya sean sueltas o ensartadas en un cordel, para contabilizar las veces en que se repiten las fórmulas sagradas del dhikr es una práctica habitual desde los tiempos del Profeta (s) que se ha venido haciendo hasta nuestros días.
Investigaciones modernas sobre el dzikr
Dhikr no es una forma de mencionar o adorar a un Allah ahí afuera, sino que es una manera de desarrollar las cualidades dentro de nosotros que pertenecen al Haqq en su origen. Cuando estamos orando, no estamos pidiendo ayuda a un Allah lejano, sino que estamos manifestando las cualidades de nuestro interior que pertenecen a Allah en su origen.
Tanto si se cree como si no, cuando se practica dhikr regularmente durante un período de tiempo, sus beneficios se manifiestan automáticamente con cierta rapidez, y se observan cambios en la propia vida. La práctica del dhikr es un proceso completamente técnico, por lo tanto adquirir sus beneficios no depende de las propias creencias o de la fe en él. Porque la repetición de las palabras del dhikr aumenta la actividad neuronal  del cerebro, de forma que nuevas áreas y grupos neuronales adicionales se ponen en acción y los resultados se manifiestan simultáneamente en la vida diaria. Cuando se practica dhikr, diferentes regiones y grupos neuronales dormidos del cerebro se ponen en marcha y se vuelven activos, de manera que la capacidad de trabajo del cerebro aumenta (xxix).
Las limitaciones producidas en nuestra percepción por nuestros cinco sentidos nos impiden la comprensión de muchos fenómenos del cosmos, tales como la adecuada comprensión de nuestra propia realidad, de la conciencia y de “Allah”. Por lo tanto, necesitamos expandir nuestro campo de percepción aumentando la capacidad de nuestros cerebros. Dhikr es el medio para lograrlo.
Toda la actividad cerebral no es más que actividad bioeléctrica en distintas partes del cerebro, entre varios grupos de neuronas, cada uno de ellos con una específica función asignada como una totalidad. Cada día 14 millones de neuronas que forman el cerebro, están en interacción constante con 16 billones de neuronas vecinas. Todas nuestras actividades y nuestro entendimiento, es decir todo el funcionamiento cerebral es el resultado del incontable flujo bioeléctrico que se genera en estos grupos de neuronas a consecuencia de dichas interacciones.
Durante la repetición (de las fórmulas sagradas del dhikr) ciertas regiones del cerebro se implican y se activan, produciéndose un flujo bioeléctrico en esos grupos neuronales del cerebro. Cuando la tarea se realiza de forma repetida (al repetir el mismo nombre ó frase) la actividad neuronal aumenta, y de igual manera la energía bioeléctrica, que se desborda y nuevos grupos de neuronas se ponen a trabajar, de tal manera que otras regiones del cerebro se activan. El cerebro empieza a proporcionar nuevos significados, nuevas perspectivas y nuevas observaciones a los que no estaba habituado antes de hacer el dhikr.
El dhikr es la única arma de defensa de la humanidad contra las influencias de los ÿinns que, en nuestros días se presentan como ‘aliens’ ó ‘seres extraterrestres’ y se reconocen comúnmente como OVNIS!
Si una persona produce una zona magnética defensiva a su alrededor a través de su cerebro mediante la práctica de oraciones y dhikr, puede debilitar parcialmente los impulsos enviados por los ÿinns e incluso evitarlos completamente. Porque uno de los beneficios de hacer dhikr es la formación de un área protectora alrededor del invocador mediante la transmisión de su cerebro en relación con el contenido de las palabras del dhikr en las que medita (xxx).
En los últimos años (1993) (xxxi) investigadores de la Universidad de Washington describieron resultados complementarios a partir de escáneres PET en humanos (PET mide la actividad neuronal de forma indirecta). En los experimentos a los voluntarios se les dio una lista de nombres. Se les pidió que leyeran los nombres, uno por uno, y que propusieran un verbo para cada nombre. Cuando los sujetos hicieron esta tarea por primera vez, varias partes distintas del cerebro, incluyendo partes del córtex prefrontal y del cíngulo, mostraron una actividad neuronal aumentada. Pero cuando los voluntarios repitieron la tarea con la misma lista de nombres varias veces, la actividad se trasladó a regiones diferentes. Cuando a los voluntarios se les dio una nueva lista de nombres, la actividad neuronal aumentó y regresó de nuevo a las zonas iniciales.
Los PET escáneres realizados en la Universidad de Washington mostraron ciertas regiones del cerebro implicadas cuando el sujeto lee una lista de nombres y sugiere verbos relacionados. Regiones diferentes se activan cuando la tarea se realiza de forma repetida con la misma lista. Las áreas originales del cerebro vuelven a implicarse cuando al sujeto se le da una nueva lista de nombres.
La conclusión del estudio fue que: “Cuando una persona lee un nuevo nombre ó repite cierta palabra, regiones diferentes y grupos neuronales dormidos del cerebro se implican y se activan, de manera que la capacidad de trabajo del cerebro aumenta”(xxxii).

(i) Las tres últimas suras del Corán: Al-Ijlâs (112), Al-Fálaq (113) y An-Nâs (114). Al-Ijlâs empieza por  ‘Di:        Él es Allah Único.’ (Qul: huwa llâhu áhad.)
(ii) Abu Dawud, at-Tirmidzi, y an-Nasa’i.
(iii) Hadiz transmitido por At-Tirmidhi, an-Nissaï e Ibn Maja, a partir de Abdullah Ibn Yubayb.
Ahmed Abdul Yawad.- L’Invocation exaucée. Dar el Fiker. Beyrouth (Liban), 1997, p. 174, nº 202.
(iv) Muslim y los cuatro transmisores de hadices.
(v) Hadiz citado por Abu Dawud, Ibn Hibban y Al-Hakim.
Ahmad Abdul Yawad.- L’Invocation exaucée. Dar el Fiker. Beyrouth (Liban), 1997, p. 173-4, nº 201.
(vi) Al-Bujari, an-Nasa’i y at-Tirmidzi.
(vii) Hadiz citado por Ahmad, Abu Dawud, Ibn Maja, Ibn Hibban y Al-Hakim, según Buraida (s).
Ahmed Abdul Yawad.- L’Invocation exaucée. Dar el Fiker. Beyrouth (Liban), 1997, p. 152, nº 181.
(viii) At-Tabarani con dos isnads, uno de los cuales es excelente.
(ix) Hadiz relatado por  Ibn Al-Naÿÿar, a partir de Yabir (r)
Ahmed Abdul Yawad.- L’Invocation exaucée. Dar el Fiker. Beyrut (Liban), 1997, p. 91-2, nº 111.
(x) Hadiz relatado por Abu Al-Shaij, a partir de Anas (s).
Ahmed Abdul Yawad.- L’Invocation exaucée. Dar el Fiker. Beyrouth (Liban), 1997, p. 92, nº 112.
(xi) Les vertues du Dzikr.- Shaij Abdelkader Aïssa. p.102-103. Ed. IQRA. Paris, 1996.
(xii) El Tajrid de Ibn ‘Ajîba sobre el comentario del texto de al-ajrûmyya, p.15.
(xiii) Les vertues du Dzikr.- Shaij Abdelkader Aïssa. p.103-104. Ed. IQRA. Paris, 1996.
(xiv) Les vertues du Dzikr.- Shaij Abdelkader Aïssa. p.104. Ed. IQRA. Paris, 1996.
(xv) Les vertues du Dzikr.- Shaij Abdelkader Aïssa. p.174. Ed. IQRA. Paris, 1996.
(xvi) Les vertues du Dzikr.- Shaij Abdelkader Aïssa. p.174-175. Ed. IQRA. Paris, 1996.
(xvii) Escritos de Ibn ‘Abidîn, t. 5, p. 280.
(xviii) Les vertues du Dzikr.- Shaij Abdelkader Aïssa. p.174-186. Ed. IQRA. Paris, 1996.
La Tiÿânia. Une voie spirituelle et sociale.- Abdelaziz Benabdellah. Al Quobba Zarqua. Marrakech, 1999.
Carta a un musulmán africano.- Shaij Abdalqadir As-sufi. Ed. Kutubia Mayurqa. Palma de Mallorca, 1999.
(xix) www.sunnah.org/ibadaat/dzikr.htm#Use of prayer-beads (masbaha, sibha, tasbih).
(xx) Hadiz referido por Abu Dawud, Tirmidzi (que lo consideraba hasan), Ibn Maÿah, Ibn Hibban en su Sahih, al-Nasa’i, y al-Hakim (quien dijo que era sahih según el criterio de Muslim). Dhabi también lo declaró sahih.
(xxi) Hadiz narrado por Tirmidzi (que dijo que era garib), Taraban; al-Hakim y Suyuti lo consideraron sahih.
(xxii) Narrado en la Isaba de Ibn Hajar (7: 106, #652) con su cadena de transmisión, donde dice que Bujari lo contó (en su TariJ). También al-Bagawi a través de dos cadenas de transmisores. Shawkani también lo cita en su  Nayl al-awtar (2: 316-7). Relatado en la monografía de Hilal al-Haffar a través de Mu’tamar ibn Sulayman. El Imam Ahmad lo narra en su Kitab al-zuhd.
(xxiii) Shawkani lo narra de ‘Ali ibn Abi Talib en su Nayl al awtar (2:317), a partir de la narración de Daylami en su Musnad al-firdaws con su cadena de transmisión. Suyuti lo cita en al-Hawi li al-fatawi (2:38), en su fatwa sobre los collares de cuentas.
(xxiv) Shawkani en Nayl al-awtar (2: 316-7).
(xxv) Shawkani en Nayl al-awtar (2: 316-7).
(xxvi) Shawkani en Nayl al-awtar (2: 316-7).
(xxvii) Shawkani en Nayl al-awtar (2: 316-7).
(xxviii) Abû al-Hasan ad-Darrâj.- Iqâdz al-himâm, t. 1, p. 49.
    Les vertues du Dzikr.- Cheij Abdelkader Aïssa. p.187-188. Ed. IQRA. Paris, 1996.
(xxix) Ahmed Hulusi .- Zhikr (Meditation in Islam). Traducido por Ahmed Baki. www.ahmedbaki.com
(xxx) Ahmed Hulusi .- Mohammed’s Allah. www.ahmedbaki.com
(xxxi) John Horgan.- The Scientific American, December 1993.
(xxxii) Ahmed Hulusi.- Mohammed’s Allah.
                             .- Religious misunderstandings.
                                .- Zhikr (Meditation in Islam).
                                .- Dua and Zhikr.
.- Mysteries of Man.
.- Islam.
www.ahmedbaki.com

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