'El Corán no es tan peligroso, sino los que dominan y tienen interpretaciones violentas'
El escritor francés presenta en Barcelona su novela 'Sumisión', en la que plantea la posibilidad de una Francia en la que un musulmán gana las elecciones presidenciales
El escritor Michel Houellebecq, durante la presentación hoy de su libro 'Sumisión' en Barcelona. REUTERS
El poeta, ensayista y novelista francés Michel Houellebecq ha asegurado este martes que "el Corán no es tan peligroso como se puede pensar, sino que los peligrosos son los que dominan y tienen interpretaciones violentas".
En rueda de prensa en el Instituto Francés de Barcelona con motivo de la presentación de su obra de política-ficción 'Sumisión' (Anagrama), el autor ha asegurado que hay temas que no aborda el Corán, como la vida en un estado laico, pero habla mucho sobre otros como la convivencia con judíos y cristianos: "No es la manera cómo lo ha adoptado el Estado Islámico. Me pregunto cómo ha sido posible una interpretación tan aberrante. Me sorprende mucho".
'Sumisión' viaja a la Francia del futuro, en el año 2022, a las puertas de las elecciones presidenciales, donde el líder de una formación islámica moderada derrota con el apoyo de los socialistas y la derecha a la candidata del Frente Nacional, lo que alterará la vida cotidiana de los franceses.
En la que ha sido, seguramente, la rueda más concurrida de la editorial en años pese a que su convocatoria tenía hora y lugar secretos, Houellebecq se ha mostrado a favor de la democracia directa y contrario a la representativa; de forma que habría que suprimir el Parlamento; que todas las modificaciones legislativas se aprobaran por referendums populares y que los ciudadanos dictaran el porcentaje de cada partida presupuestaria.
Para el autor, que ha dado bocanadas a su cigarrillo electrónico durante la comparecencia, la izquierda francesa está en una situación dolorosa porque después de dominar a todos los intelectuales durante años, en la actualidad estos han dejado de lado a la izquierda y "son libres de decir lo que piensan", lo que hace que la izquierda sea muy agresiva, ha anotado.
Preguntado por la asimilación del atentado a la revista 'Charlie Hebdo', Houellebecq ha pronosticado: "Será difícil de justificar. Las cosas se van a volver más graves, y la falla que ha crecido no se va a cerrar, se va a abrir cada vez más".
¿Un presidente musulmán?
Sobre la cuestión de si ve factible un presidente musulmán en Francia ha dicho: "Creo que no habría ningún problema. Lo que parece difícil es que haya un partido musulmán porque hay demasiadas divergencias entre ellos, pero un presidente musulmán sería factible".
Según el autor, hay una vuelta al catolicismo en Francia aunque a los medios de comunicación no les guste hablar de ello: "Parecía que los católicos habían desaparecido porque nunca se hablaba de ellos, pero seguían existiendo mientras la gente de izquierdas hacía discursos progresistas y ellos se iban reproduciendo y transmitiendo sus valores", ha relatado el autor. Según él, los jóvenes católicos ahora tienen edad de expresarse y son numerosos y han ido llegando poco a poco sin que se notara: "Tengo que confesar que es gente que no acabo de entender. Me son extraños. Ya no estamos acostumbrados a ver nuevos católicos".
El autor quita a François, el protagonista de la novela, su relación amorosa, sus padres, su trabajo y su vida social, todas las pequeñas satisfacciones, dejando ante sí unos problemas dermatológicos y fiscales hasta que "aparece un personaje que le propone dos o tres mujeres, un excelente salario y una nueva respetabilidad y solo tiene que renunciar a su libertad de conciencia, algo que le podría tentar como respuesta".
"Está hecho para ser un libro ambiguo. No se sabe si es para crear una zona de confort, y no sabes si criticarlo o quejarte", ha resumido Houellebecq.
Preguntado por el proceso soberanista catalán, el autor ha relatado que Francia es una entidad con pertinencia que tiene un pequeño movimiento en Córcega minoritario: "Pero me pregunto si España tiene una identidad pertinente o no, ¿España tiene que seguir existiendo? ¿O tiene que convertirse en Castilla, Catalunya, Andalucía?".
Sobre las fuertes medidas de seguridad que le rodean, el autor ha asegurado: "Dejo que las autoridades decidan si necesito medidas de protección. Yo no tengo miedo, pero quizás me equivoque", ha comentado.
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