jueves, 6 de agosto de 2015

Buscando la esperanza en el caos sectario

Tal vez, sólo tal vez, cuando realmente creamos que lo que hace a Dios grande es que Dios ama, entonces verdaderamente podamos ser grandes cuando podamos amar como Dios ama.

06/08/2015 - Autor: Douglas May M.M. - Fuente: Revista Marynol
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El Padre de Maryknoll Douglas May, quien sirvió como misionero por 20 años en Egipto, reflexiona sobre la tensa situación que viven los cristianos en Egipto y el Medio Oriente.
Por 20 de los últimos 33 años, he sido misionero en Egipto. He querido y he sido querido por muchas personas que conocí allí, sean cristianos, musulmanes, ortodoxos, católicos, nacionales o extranjeros. Durante los años, las arenas del desierto entraron a mis zapatos y las aguas del Nilo llegado a mis venas. Desde que llegué como seminarista en 1982, he visto muchos cambios desde la muerte de Anwar Sadat, la implementación de los acuerdos de Camp David, el derrocamiento de Hosni Mubarak, la elección y derrocamiento de Mohamed Morsi de la Hermandad Musulmana, el gobierno interino militar y la elección de Abdel Fattah el-Sisi como el actual presidente de Egipto. Aquí, el Despertar Árabe ha pasado de ser un sueño idealista a una pesadilla caótica, pero todavía hay esperanza.
Aunque era el último sacerdote católico estadounidense en Egipto, he regresado a Estados Unidos para un tiempo de servicio aquí. Me siento un poco melancólico por eso y reflexiono sobre el estado del cristianismo en Egipto, las relaciones entre cristianos y musulmanes y los perturbadores eventos al norte de África y el Medio Oriente.
La reciente decapitación de 21 cristianos en Libia—20 de los cuales eran egipcios cópticos—ha llamado la atención de occidente. Pero cristianos de oriente tienen otras observaciones.
“Muchos más cristianos y musulmanes han sufrido este destino en Libia, Siria e Irak y occidente sólo parece estar parado mirando; pero es entendible que los cristianos de occidente estén impresionados por estas muertes”, dice el Padre Elia Busha, un sacerdote católico cóptico. “Sin embargo, este es un tema más de extremismo político que explota las diferencias religiosas que un tema religioso”.
Los egipcios se han unido como nación tras el martirio en Libia de los 21 cristianos, quienes fueron enviados como compatriotas—y no simplemente como cristianos. (Uno de los 21 no era egipcio y probablemente era de Ghana).
Debido a que Egipto y la mayor parte del Medio Oriente se han tornado cada vez más extremistas, las señales de discriminación religiosa se han vuelto más obvias. Un amigo en servicio militar, George Shenouda, me contó que le pidió prestado un lapicero a su comandante. Él sacó un lapicero de su bolsillo para dárselo, pero cuando vio en la muñeca de George el tatuaje de la cruz que tradicionalemente tienen los cristianos egipcios, dijo: “Tengo un lapicero, pero no para ti”.
En todo—desde conseguir combustible para cocinar a la contratación de empleados—existe la discriminación religiosa. Predicadores callejeros y gente con mentalidad limitada usan libremente la “palabra M”, mushrik—que significa alguien visto venerando a otro que no es el Dios verdadero, lo que para los musulmanes son estatuas de Jesús, María y los santos—de la misma manera que un racista usaría la “palabra N” en Estados Unidos. El ambiente social en Egipto en las últimas décadas puede compararse con el que vivieron los afroamericanos en Estados Unidos antes de los derechos civiles o los judíos en Alemania antes de los Nazis.
Existe sectarismo no sólo contra los cristianos, sino también hacia otras minorías e incluso hacia musulmanes seculares. Un amigo musulmán, Amr, después de la “elección democrática” de la Hermandad Musulmana dijo: “Primero irán contra los cristianos y después contra periodistas como yo”. Él se mudó con su familia a Turquía poco después. Algunos estimados indican que hasta 100,000 cristianos han huido desde el derrocamiento de Mubarak.
El cristianismo en Egipto data de mucho tiempo atrás. La Sagrada Familia encontró refugio seguro aquí y los egipcios tienen orgullo de este acontecimiento histórico. No obstante, también es cierto que existe una discordia subyacente histórica contra cristianos y las actuales divisiones entre cristianos en Egipto y las persecuciones y violencia contra cristianos e iglesias y negocios cristianos coinciden con el derrocamiento del gobierno y el crecimiento de la Hermandad Musulmana.
Hace 50 años, Egipto era un estado secular en el que no era fácil distinguir entre un cristiano y un musulmán. Yo almorzaba en un restaurante en Cairo, administrado por un amigo, Nabil, quien se graduó de una escuela jesuita en 1963. Varios de sus ex compañeros de clase frecuentemente nos acompañaban a Nabil y a mí. Hasta el día de hoy, no podría decir quién de ellos es musulmán o cristiano debido a que fueron educados durante esta época secular de Egipto. Desafortunadamente, las relaciones musulmano cristianas se han deteriorado.
Aunque me veo en servicio por algunos años en Estados Unidos, lejos de mis amigos y “familia” en Egipto, espero permanecer en contacto con ellos en sus esfuerzos por promover los derechos de todos los egipcios, musulmanes o cristianos. Y espero ser un puente entre ellos y la gente que aquí ve a los musulmanes con la misma intolerancia que los cristianos viven en Egipto. La violencia y extremismo religioso no es nada nuevo para esta región del Medio Oriente o para el mundo. No obstante, todos debemos orar y trabajar por la justicia, si realmente queremos la paz y no un cese temporal de la violencia.
Para mí, una pequeña historia de mi tiempo en Egipto lo resume todo. Otro sacerdote de Maryknoll que estuvo un tiempo en Egipto fue al cine con un amigo musulmán egipcio, Yasser. Cuando pasaron por un carro polvoriento estacionado, el sacerdote escribió en árabico “Dios es grande” sobre el vehículo. Luego Yasser escribió “Dios es amor” y dijo: “Ahora está completo”.
Tal vez, sólo tal vez, cuando realmente creamos que lo que hace a Dios grande es que Dios ama, entonces verdaderamente podamos ser grandes cuando podamos amar como Dios ama.
Douglas May de Buffalo, Nueva York, es un sacerdote de ritual dual, con permiso del Vaticano para oficiar liturgias y ritos católicos cópticos y católicos romanos. Recientemente, él auspició la publicación de la traducción al árabe de la Teología de la Liberación del Padre Gustavo Gutiérrez, OP.
Julio/Agosto 2015

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