martes, 29 de diciembre de 2015

China aprueba entre críticas su primera ley antiterrorista

El IS publica un nuevo vídeo incitándoles a los miembros del movimiento separatista de la minoría uigur (Xinjiang) que se unan a la causa.
Las "instituciones o individuos no podrán generar ni divulgar información sobre incidentes terroristas" o "dar detalles que puedan incitar a la imitación"
Tras meses de trabajo, el Legislativo chino aprobó la primera Ley Antiterrorista de su historia, un controvertido documento que ha despertado fuertes críticas en todo el mundo por las amplias competencias que otorga a sus autoridades en decrimento de la libertad de prensa y de los derechos de las empresas tecnológicas.
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Al contrario que otras grandes naciones, hasta este domingo China no contaba con una legislación específica para la lucha contra el terrorismo, y dependía de otras normativas para abordar casos de este tipo. Sin embargo, su mayor implicación en los asuntos internacionales y la creciente ola de violencia que sufre en una parte de su territorio motivó a sus autoridades a armarse con un código legal que ordene sus actuaciones en este campo, y el texto ratificado (cuyos detalles no se hicieron públicos) es el resultado de ese proceso.
Desde que se iniciara su redacción el año pasado, los borradores que se han ido conociendo no han dejado a nadie indiferente. Según ONG, multinacionales y algún que otro gobierno, el proyecto aprobado presenta varios apartados que podrían degenerar en abusos sobre el ciudadano o el robo de secretos tecnológicos, mientras que el Gobierno chino se defiende argumentando que lo ahí establecido es necesario para prevenir ataques terroristas .
"El terrorismo ha sido definido en términos muy vagos" declaró Moritz Rudolf, experto en la materia del Instituto Mercator de Estudios de China, al portal DW. "De acuerdo con el borrador, un simple tuit que cause indignación en las redes sociales podría ser calificado como un acto de terrorismo", algo que acarrearía duras consecuencias para su autor. Por eso, Human Rights Watch ya ha declarado su preocupación de que el Gobierno chino, "ya de por sí profundamente desdeñoso con los derechos humanos", encuentre aún más espacio para la violación de esos principios.
A esta imprecisión semántica se añade un mayor y más estricto control sobre lo que los informadores pueden publicar acerca de incidentes terroristas, y se establece que solo los medios que cuenten con autorización expresa de las autoridades podrán dar detalles sobre los ataques o las políticas adoptadas en este campo.
Organizaciones como Amnistía Internacional ven en esta medida una nueva vía para aumentar el ya de por si férreo control informativo y limitar la libertad de expresión, sobre todo en las redes sociales. "En esencia, esta ley podría dar a las autoridades más herramientas para censurar información no deseada y elaborar su propia narrativa de cómo se está librando la llamada guerra contra el terror", declaró William Nee, investigador para China de AI.
Los legisladores del país asiático no esconden sus intenciones, y han apuntado con anterioridad que esta claúsula se redactó para controlar la información vertida por sus ciudadanos en las redes, ya que consideran que es ahí donde se fraguan muchos de los ataques que más tarde se producen.
Además, el último borrador también obligaba a las compañías tecnológicas internacionales que operan en el país, caso de Cisco, IBM o Apple, a hacer entrega a las autoridades de sus claves de encriptación y otra información confidencial sobre sus usuarios, algo duramente criticado por el Gobierno estadounidense.
Según dijo su presidente, Barack Obama, en una entrevista a Reuters hace unos meses, lo establecido obligaría "a las empresas extranjeras, incluidas las de EEUU, a entregar al Gobierno chino mecanismos que le servirían para poder espíar y realizar un seguimiento de todos los usuarios de estos servicios. Las compañías tecnológicas no van a estar dispuestas a hacer eso" añadió.
Sin embargo, lejos de amilanarse, las autoridades chinas se defienden atacando. En esa línea, un editorial publicado ayer por Xinhua, la agencia oficial del Estado, acusaba al país americano de espíar "no solo a sus ciudadanos, sino también a prominentes líderes mundiales", para luego afirmar que cualquier persona "con una mente sobria ve la necesidad de sacrificar una pequeña porción de los derechos individuales si es lo que se necesita para preservar el derecho a la vida".
Además, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular de China ha aprobado una enmienda que pone fin a la política del 'hijo único', que será oficial a partir del 1 de enero de 2016 y permitirá a las parejas tener más de un hijo y la primera ley de violencia doméstica del país.

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