viernes, 26 de febrero de 2016


Alquimia de la perfecta felicidad (1ª parte)

15/09/2007 - Autor: Muhyi al-Din ibn Arabi - Fuente: Nasruddin
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La búsqueda del oro místico
La búsqueda del oro místico
Presentación
La presente traducción es parte del celebre "Libro de las iluminaciones de la Meca" (Kitâb al-Futûhât al-Makkîya). Retomando la expresión de Miguel Asín Palacios, ese monumento de la teosofía especulativa representa por excelencia la "Biblia del esoterismo islámico". La formula merece ser comparada con la empleada por los Iraníes para calificar el Mathnawî, de Jalâluddin Rûmi, obra maestra de la poesía mística que llaman el "Corán persa" y que es posterior a las "Iluminaciones espirituales" en una treintena de años.
El libro de la "Alquimia de la perfecta felicidad" corresponde al capitulo 167 de la Sección II dedicada a las "practicas espirituales. El texto árabe se presenta, en su estado bruto, sin vocalización ni puntuación.
Sobre el significado del titulo, Ibn Arabi se explica desde el inicio del libro definiendo el concepto místico de "felicidad" en función de la "perfección" alcanzada. Es superfluo decir que este libro no da ninguna "receta" de la felicidad, ni desvela secretos de fabricación del oro material. No se trata tampoco de la felicidad anhelada desesperadamente por el hombre actual, tal y como él se la representa comúnmente, sino de la "felicidad paradisíaca" expresada por la condición angélica. Para obtener la felicidad de los seres paradisíacos, uno tiene que ponerse en el camino de la búsqueda de la Perfección divina, creada por Dios para el hombre. Esa Perfección (Kamal) consiste en "asimilarse al Principio Original", fuente única de vida y de conocimiento.
El argumento central del libro gira en torno a la Búsqueda de la Perfección bajo la conducta del "Enviado" de las almas, en una ascensión celeste idealmente moldeada sobre el Miraj del Profeta. La palabra Miraj designa la "Asunción celeste" vivida por el profeta Mohammad situado en el séptimo cielo. Esta primera fase del "viaje nocturno" le conduce a través de las siete esferas celestes (cielos esotéricos del alma) en donde se comunica con los profetas anteriores en el ciclo de la Revelación. En una segunda fase, a la que las tradiciones son más discretas, transporta el Espíritu del Profeta desde el "Loto del Limite" - donde se separa de Gabriel- hasta el umbral del Trono divino. Una tercera fase, designada como "ascensión puramente inteligible" le conduce hasta la "meta ultima" de la visión teofaníca.
Este tratado, cosa extremadamente rara, pone en escena a dos peregrinos. El primero, llamado el "adepto", es un creyente de corazón sincero y que pone entre las manos del enviado toda su fe, asumiendo este, para los "amigos de Dios" la misma función que el Ángel Gabriel con el Profeta Muhammad. El segundo peregrino, llamado el "teórico", se niega seguir al Guía providencial, único en poderle guiarle a través de "la escala de los espíritus" hasta la presencia de los profetas. Bajo los ademanes de un sabio teólogo, pero abrumado por su racionalismo, encontramos a un escéptico que no puede admitir la necesidad de un Guía, llegando en el curso de su viaje a gustar de la "alquimia de la desdicha". El miraj es una visión escatológica anticipada de lo que le depara el destino al hombre en el "otro mundo", y que determina la opción primera del alma en este.
Recordemos el celebre hadiz del Imâm Alî Ibn Abî Tâlib, que interrogado por sus discípulos sobre la naturaleza de la alquimia dijo : "Es hermana de la profecía". Este maravilloso libro entraña una considerable dificultad y exige una lectura meditada para que cada cual puede sacar provecho de una lección personal y recoger sus frutos.
Aquí empieza el texto de ibn ‘Arabî:
La Alquimia de la perfecta felicidad
Tratado de alquimia espiritual


1. Los Elixires son una prueba irrefutable para evidenciar lo que es cambiante y alterable en el corazón de la existencia. Cuando súbitamente se proyecta el “Elixir de la Providencia” a la faz del enemigo, según una balanza bien calculada, al instante vuelve sumiso en la vía de la amistad gracias al juicio y al decreto.
La justa medida (del Elixir) le ha curado completamente; la sabia Balanza es nuestra ley y para este fin fue establecida. Por eso en alquimia ten bien en cuenta las justas proporciones debido a que en el mundo existen multitudes de formas finitas. Sé clarividente en este bello arte, si a él te acerca. Que la propensión a todo examinar no te aleje del verdadero camino, te reunirás con los ángeles inmaculados sobrepasando el rango del genero humano.
Primera Parte - Capitulo Primero

La iniciación a la búsqueda hermética

El Elixir y las dos Vías de la Obra
2. Se llama Alquimia a la ciencia que tiene por objeto las proporciones y las medidas impartidas a todo lo que implica proporción y medida entre los cuerpos físicos y los conceptos metafísicos en el orden sensible y en el orden inteligible. Su soberano poder reside en la transmutación, es decir en los cambios que afectan a la "Fuente única". La Alquimia es ciencia natural, espiritual y divina. La declaramos Ciencia "divina" por el hecho que aporta una estable armonía, acarrea la epifanía y la intima solidaridad (entre los seres), y por el hecho que despliega los Nombres divinos afectando al "Denominado Único", según la alta diversidad de sus conceptos metafísicos.
3. El Objeto de la Búsqueda se encuentra acurrucado Entre un repliegue escondido y un flujo expandido. Al igual que El "como" y el "cuanto" relevan de las proporciones, nuestros vehículos corporales erran sobre las huellas de su simplicidad primera. Es un extravió realzado por un inviolado misterio. La revelación del ser conlleva sentencias legislativas, y la Justa sentencia se plaza entre una prohibición y una prescripción
4. La Alquimia es la “Ciencia del Elixir”, que contiene dos vías de aplicación. Es decir que su acción puede consistir: en producir una esencia “ab origen”, como el “Oro mineral”; o en suprimir un mal y una enfermedad, como así lo hace el “Oro de la Obra”, vinculado al Oro mineral como lo esta la constitución del otro mundo y la de este mundo en su común aspiración al justo equilibrio.
5. Aprende que todos los minerales se reducen a un “Arquetipo único”. Este Arquetipo, por esencia se encuentra en el Rango de la Perfección que es la “oreidad”. Sin embargo como se trata de un objeto natural proveniente del influjo de ciertos Nombres divinos impactando de maneras diferentes, este Arquetipo es afectado en el transcurso de su progresión por males y enfermedades causadas por la oposición de los periodos y de las naturalezas (elementales) inherente a las localidades que atraviesa – como la naturaleza caliente del verano, la naturaleza fría del invierno, la sequedad del otoño, la humedad de la primavera- que son debidas al yacimiento mineral propiamente dicho como el calor y la frialdad.
6. Resumiendo, son muchos los males que afectan al Arquetipo mineral. En cuanto uno de esos males predomina en ciertos periodos, se propaga y se vehicula de fase en fase, haciendo emerger el Arquetipo de la condición de un ciclo para introducirle en la de otro ciclo. Entonces ese potente factor se implanta en el Arquetipo mineral, en donde produce una “forma” destinada a conducir su sustancia hasta una completa realización. A esa forma generadora se le llama “azufre” y también “mercurio”. Estos son los genitores de lo que mas tarde y como consecuencia de sus conjunciones y acoplamientos, aparecen como minerales, debido a ciertos males sobrevenidos al “niño” (que han concebido). El azufre y el mercurio se unen y se aparean para engendrar una noble sustancia de constitución perfecta llamada Oro.
7. Gracias a ese Oro los padres son ennoblecidos, siendo ese rango (de la Perfección) el que ellos aspiraban para sus propias sustancias – excepto que ese Arquetipo es un “neuma” en el ámbito de las cosas divinas y un “vapor” en la Naturaleza y excepto también que los padres son objetos concretos y una realidad natural. Por eso recalcamos que ese producto es a lo que ellos aspiraban “en cuanto a sus propias sustancias” y no en cuanto a sus formas específicas. Porque la condición propia de la sustancia material esta en las formas. Así es que cuando el mal que toco al Arquetipo en el seno de la mina desparece y se transforma en azufre y mercurio, sabemos que los dos tenían el poder de actuar. Si a los padres no les ocurre ningún daño susceptible de desviarles del principio de “equilibrio de las naturalezas”, y así a su vez desviando al Arquetipo de su vía normal, entonces el niño que engendran constituye el producto en el que sus respectivas esencias han sido transmutadas. Su conjunción se cumplirá en el Rango de la Perfección, a saber: el Oro que los dos codiciaban desde el origen.
8. Cuando los genitores se conjuntan y se acoplan en el seno de la mina, conforme a la naturaleza intrínseca de ese mineral particular y a condición que sea propicio para recibir el influjo natural del tiempo apropiado, vemos entonces ese mineral tomando una “vía recta”, en todo similar a la “naturaleza inicial otorgada por Dios a los humanos”; es mas tarde que los padres desviándole al niño de su naturaleza primordial, harán de él un judío, un cristiano o un mazdeo. Igualmente (en el mineral), si únicamente es el componente del padre (el azufre) que se acumula en el niño por una incidencia de orden mineral debida a un accidente en el tiempo, predominará una de las propiedades elementales sobre las demás. Crecerá y se desarrollara en detrimento de las demás que irán disminuyendo progresivamente hasta predominar en el seno de la sustancia. Y esto debido a lo que le aporta la esencia de esa propiedad, la cual hace obstáculo a la vía del justo equilibrio, camino de peregrinación con el que emerge (del mundo terrestre) en dirección a la “Ciudad maravillosa” perfecta y toda de oro.
El que la alcance, nunca más tendrá que soportar las mutaciones transitorias de los modos de ser deficientes. Cuando esa propiedad elemental, en el seno de la sustancia, predomina sobre las otras, se altera su fuente esencial y es cuando aparece la forma del hierro, o del cobre, del estaño, del plomo o de la plata, en función del elemento preponderante. Ahora estas capacitado para comprender la palabra de Dios enunciando: “harmoniosamente formado y disforme” (22,5), es decir de perfecta constitución, solo puede tratarse del Oro; y de constitución imperfecta, los otros metales.
9. En ese preciso instante (en que aparece la forma metálica), la toma a su cargo la “entidad espiritual” de uno de los siete planetas móviles, esa entidad es uno de los Ángeles de ese cielo. Ese ángel se mueve conjuntamente con el planeta sometido a su circunvalación, siendo Dios quien le dirige hacia una meta asignada por su Creador. Y el objetivo es conservar intacta la fuente propia de esa sustancia metálica. Es así que este ángel astral que tiene por generoso corcel ese planeta, toma a su cargo la forma del hierro y efectúa su revolución en el séptimo cielo, contado desde nuestro planeta. De la misma manera el estaño, como cualquier otro metal, es tomado a cargo por el ángel que tiene por corcel el planeta (correspondiente a ese metal) y gira en su cielo propio y en la orbita particular, asignada y dirigida por su Señor.
10. Cuando el sabio decide emprender la Obra alquímica, examina la operación que le va a resultar la más conveniente. Resulta que la operación mas fácil consiste en hacer desaparecer el mal del cuerpo metálico para llevarle así a su fuente de emisión natural y bien equilibrada de la que se ha desviado. Eso es primordial. Se pone a observar entonces el cielo y constata que el planeta (de ese metal) ocupa a veces su posición normal, mientras que en otras se desvía de un lado u otro. Después de esa observación, el Maestro de la Obra remonta a la causa que hizo que ese cuerpo metálico sea hierro u otro vil metal. Él sabe que si ese elemento (ferroso) ha prevalecido sobre la masa global del mineral, es debido al efecto de una proporción defectuosa de su composición. Rectificando las proporciones, quita lo excesivo y añade lo que falta. Así es “la Medicina” y el que la practica en este mundo es “el Medico”. Por medio de actuaciones similares a esta, elimina de la sustancia mineral, por ejemplo, la forma del hierro o cualquier otra forma metálica que haya podido revestir.
11. Después de haberle nuevamente llevado a la vía conveniente, el medico trabaja para conservarle en buena salud, velando para que sea duradera. El metal aún esta convaleciente y se teme por él. El medico reservándole de las intemperies le aplica entonces un tratamiento para purificar los alimentos de que se nutre. Con mano firme lo introduce en la vía correcta hasta que su sustancia sea revestida con la forma del Oro.
12. Cuando ya es Oro, el metal se independiza de la tutela del medico y del mal que padecía anteriormente; una vez Perfecto, no puede regresar al estado de deficiencia ni ser dañado por este. Incluso si el medico quisiese devolverle a su estado anterior no le seria posible. En este asunto, el facultativo no tiene ya potestad para juzgar lo que constata. La causa tiene a que el medico es equitable y sola sanciona al que se desvía de la "vía de Dios". Y como este Oro ya se encuentra en la vía, y no piensa perjudicarle, no toma medida en contra él. Cualquiera que adhiere a la "vía de Dios" sobrepasa ipso facto la condición de ser juzgado y se torna él mismo "juez de las cosas". Esta es la vía alquímica que consiste en "suprimir los males". No sé de nadie que la conozca, ni siquiera que haga alusión a ella. Por esto solo la encontrarás en este capitulo o en nuestras enseñanzas.
13. Cuando el Maestro de la Obra quiere “producir la Fuente” llamada Elixir, para aplicarla a los cuerpos metálicos que quiere tratar, altera la acción nociva de la propiedad natural por la que ese cuerpo ha sido afectado. El remedio es único: el Elixir. De entre los cuerpos metálicos, los hay a quien el Elixir le devuelve a su condición primitiva. Se trata de un Elixir de acción eficaz, llamado el “Nâib” (o Sustituto). Manteniéndose permanentemente en el seno de los cuerpos metálicos les gobierna a través de su función reguladora.
14. Por ejemplo, el Maestro alquímico toma de la fuente misma del Elixir la “medida de una onza” o cualquier otra según le conviene. A continuación la proyecta sobre las “mil mesuras” participes en la composición de tal o cual cuerpo metálico a tratar. Así le da, en el caso de estaño o de hierro, el aspecto de la plata. En el caso de que sea cobre o plomo negro, o también plata, su aspecto se transforma en Oro. Por fin, si el cuerpo era mercurio, el alquimista le concede el poder del Elixir y le otorga la función de “Nâib” afín de gobernar en el seno de los metales; pero en una medida diferente a la que tiene los otros cuerpos. Y justamente es la “medida de una onza” tomada prestada al Elixir. Ese “peso exacto de sabiduría”, el Maestro de la Obra lo proyecta sobre el mercurio que se transforma enteramente en Elixir. De ese Nâib (el mercurio transformado), proyecta (sobre el metal a tratar) “una medida” sobre las “mil medidas” pertenecientes a los otros cuerpos metálicos, así como lo haría con el Elixir, de tal manera que la operación emprendida sigua el mismo proceso que con este ultimo. He ahí en que consiste la producción de la Fuente original (o segunda vía de la Obra). En cuanto a la primera vía, consiste en eliminar la enfermedad.
15. Hemos llegado hasta aquí para enseñarte como la Sabiduría esta directamente vinculada a lo que se llama “la Alquimia situada entre las dos vías” ¿Por qué se le llama “La Alquimia de la Felicidad”? Porque indudablemente para los “hombres de Dios” encubre una tal felicidad y una plenitud que no es comparable con nada. Esa Alquimia confiere el “Rango de la Perfección”, cosa a que los hombres tienen pleno derecho. En verdad todo adepto de la Felicidad no necesariamente obtiene la Perfección, mientras que todo adepto a la Perfección es bienaventurado, y todo hombre feliz no es por eso perfecto. La Perfección señala la adhesión al “Rango supremo”, que consiste en asimilarse con el Principio original. No tienes que imaginarte que la palabra del Profeta declarando: “De entre los hombres de Dios, los Perfectos son numerosos”, se refiere a la perfección como la entiende el común de los mortales. ¡De ninguna manera! El Profeta se refiere a la que nosotros comentamos y esto en virtud de una aptitud a conocer que se nos ha sido otorgada en este mundo.
Después de esta exposición preliminar, vamos a tratar, si Dios quiere, de la “Alquimia de la Felicidad”. Quiera Dios otorgarnos Su asistencia, no hay más Señor que Él.
Segundo capitulo
16. Aprende que el hombre fue creado en vista de la Perfección; y esa Perfección es el "Califato" que Adán se encargo por virtud de la Solicitud divina. Es una dignidad (grado) mas elevada que la misión profética otorgada a los profetas-enviados; no todo profeta-enviado es Califa. En efecto, el rango de la misión profética consiste solo en transmitir (el Mensaje divino). Dios Altísimo así lo declara: "Al Enviado no le incumbe sino la transmisión" (5,99) No tiene que arbitrar las diferencias (entre los hombres). Su deber es promulgar la Ley de Dios, o lo que Dios le desvela en exclusividad. Si además, Dios le encarga ser juez en la comunidad donde ha sido enviado, en tal caso se trata de la investidura y función Califal. Es entonces "Profeta-Califa".
17. Sin embargo, no todo profeta enviado por Dios es investido como juez. Pero si se le entrega la espada del poder y que pasa a la acción, entonces verdaderamente ese profeta posee la Perfección y manifiesta la soberanía de los Nombres divinos. Concede y prohíbe, eleva y rebaja, da la vida y la muerte, favorece y se opone. De esta manera manifiesta nombres contrarios orgánicamente ligados a la función profética. ¡No hay duda sobre este punto!
18. Si se presenta como juez sin detentar la profecía, es rey y no Califa 1. Únicamente es Califa aquel al que expresamente Dios designa al gobierno de sus siervos, y no aquel, elegido por los hombres como tal, y al que a través de una promesa solemne les da derechos sobre ellos mismos en contra de ellos mismos. El Rango de la Perfección únicamente esta reservado al designado por Dios al Califato.
19. A las almas les esta permitido esforzarse con el fin de obtener el Rango de la Perfección 2, pero no le esta permitido obtener la Profecía; el Califato puede alcanzarse pero no la Profecía. Algunos individuos, después de considerar la manera exterior de haberla obtenido y observando que Dios autoriza a quien quiera comprometerse en esa vía, se imaginan que es posible adquirirse, en lo que se equivocan gravemente. Sin duda la vía que lleva (a la Profecía) es accesible 3. Pero si el hombre concernido llega hasta la "Puerta" (de la Profecía) 4 es gracias a la "expresión" (predisposición) de su investidura espiritual. Tal es la marca de la "elección divina". Ahora bien, de entre los hombres los hay que su investidura se caracteriza por la "walayâ". Los hay que se expresa (su investidura) por la "nobowwa" y la "risala". Y otros por la "risala" y el "Califato". Y por fin los hay que únicamente se expresa por el Califato 5. Así es que cuando un observador constata que estos hombres obtienen después de recorrer la vía que conduce hasta esa "puerta" (de la Profecía) - por los actos, palabras y condiciones requeridas- la confirmación expresa de sus investiduras, se imaginan equivocadamente que esta investidura les había sido ya concedida de antemano. ¡Grave error!
20. Tienes que saber que desde el punto de vista de su esencia, el alma esta predispuesta a recibir la huella de las "investiduras divinas". Algunas almas recibieron únicamente la predisposición capacitándolas a ser investidas exclusivamente con la walâya, sin otro añadido. Otras se han beneficiado de esta disposición mencionada abarcando todos los niveles de la investidura divina, o limitada a algunos. La causa es que las almas han sido creadas a partir de una "mina única" así como Dios lo declara: "Él os ha creado de un alma única". Después de la creación del cuerpo y de predisponerle, dijo: "Y cuando le insuflé de Mi Espíritu" (15,29). Por lo tanto es por efecto de un "Espíritu único" que se cumple el "misterio del Neuma insuflado en lo que fue insuflado" a saber el alma. Además dice: "Dándote la forma que quiso" (82.8), expresa (por "forma") las predisposiciones de las almas. Las cosas son en virtud de las predisposiciones (de las almas) en recibir el Imperativo divino. 6
21. Debido a que el Principio original de esas almas individuales es la impecable pureza de su "Padre" y como no pueden manifestar sus esencias propias sino es a través del cuerpo natural, se desprende que la Naturaleza es su "segundo padre" de donde surgen en estado de mezcla. De tal manera que la iluminación de la Luz soberana sin condicionamientos no se manifiesta en el interior de esas almas, ni tampoco la fatídica tiniebla de la condición Natural. Y esto porque la Naturaleza es como la mina y el Alma universal como las esferas celestes con poder de acción y movimiento, de los que como resultado activan (la sustancia) en el seno de los Elementos. El cuerpo (metálico) elaborado en la mina ocupa el mismo lugar que el alma individual adscrita al cuerpo humano: se trata de un "Neuma insuflado" (en el cuerpo del hombre". Lo mismo que los metales presentan diferentes grados, debido a las vicisitudes encontradas en el camino de sus génesis - a pesar de que tienden al Rango de la Perfección con lo que sus propias esencias se hacen manifiestas-, igualmente el hombre a sido creado en vista de la Perfección. Y solo le desvía de esta Perfección los males y enfermedades surgidos en el origen de su esencia o a consecuencia de causas accidentales. ¡Anota bien esto!
Tercer capitulo
22. Entremos en lo que conviene ahora decir declarando que: cuando Dios encargo a las almas humanas individuales gobernar este cuerpo físico y que las nombró al Califato de este, mostrándoles con evidencias que eran el califa del cuerpo, constataron (las almas) que ellas mismas dependían de un Sujeto que les había existenciado e investido del Califato 7. Y esto les impulso a buscar para conocer Aquel que les había designado a esta carga. ¿Era de su especie o se aparentaba debido a algún parecido? ¿O no se parecía a ellas? Se pusieron entonces en su búsqueda para conocerle por ellas mismas.
23. En la búsqueda de la vía que les permitiría conducirle hasta Él, encontraron entre las almas individuales un "Personaje" (Sheik) que les precedía en la existencia 8. Debido a su parecido con ellas, enseguida se hicieron amigas y le declararon: "Tu que nos ha precedido en esta estancia (existencia terrestre), ¿te ha ocurrido lo mismo que a nosotros?" Él les dijo: "¿Y qué os ha ocurrido?" Contestaron: "Querer conocer Aquel que nos ha propuesto al Califato para gobernar estos templos (de carne)" Él les dijo entonces: "De eso poseo un Conocimiento certero que os aporto de parte de Aquel que os ha investido para el Califato. Me ha enviado como Profeta hacia los de mi misma especie para que les enseñe con toda claridad la Vía del Conocimiento que conduce hasta Él y en la que encontrarán la Felicidad" 9
24. El primer candidato a presentarse delante del Enviado le contesta: "Es Él a quien busco, hazme conocer esa vía para que me ponga en camino" 10. El otro le declara: "No hay diferencia entre tú y yo, y yo quiero descubrir por mi mismo la vía que me permita conocerle. Me niego imitarte en este asunto. Si tú has llegado hasta donde estas, y si lo has conseguido gracias al razonamiento 11, yo también poseo esa facultad ¿porqué iba a ser tan poco resuelto para abandonarme a ti? Pero si es por un exclusivo privilegio que has obtenido esa virtud, como nosotros mismos hemos obtenido el privilegio de la existencia después de no haber sido, entonces también esa afirmación esta exenta de pruebas."
25. Este ultimo no toma en cuenta las palabras del Personaje y se pone a indagar y examinar este asunto con su razón (aql). Esta es la situación donde se encuentra aquel que aborda el Conocimiento con la ayuda de las evidencias racionales, escrutando las cosas con la reflexión teórica. El otro candidato tipifica los "adeptos del profeta" y los que se conforman a él en relación al Conocimiento que él les imparte sobre su divino Demiurgo. Ese "Personaje" al que los dos hombres siguen por caminos opuestos, tipifica al Profeta instructor.
26. La Ley divina prescrita por el Instructor indica claramente la Vía que conduce hasta el "Rango de la Perfección y de la Felicidad", así lo sobreentiende el razonamiento que tiene uno de los dos individuos que medita el asunto de este Instructor, a saber el que se niega a seguirle. Pero al mismo tiempo no puede ponerse de acuerdo con el Instructor debido a la "incompatibilidad de caracteres" (o de naturalezas). Hay únicamente incompatibilidad radical de caracteres que por razón de una medida particular y una proporción bien determinada. Es por esto que se le llama "alquimia", porque introduce la proporción y la medida justa.
27. Cuando el individuo constata estos hechos, se felicita por pensar que se ha independizado del Instructor sin haber tenido que obedecerle. Se cree superior a su infeliz compañero, que él sí se ha conformado dócilmente. Entonces hace rancho aparte. En cuanto al afanoso imitador, se mantiene firme en su posición aplicándose escrupulosamente al Instructor y de esta manera aventaja al independiente 12; este mismo observando el entendimiento natural (de su compañero con el Instructor), se guarda bien de imitarle manteniéndose expectante a parte, precisamente por esta razón.
28. A continuación, nuestros dos hombres o nuestros dos personajes - puede tratarse de dos mujeres o uno de los dos puede ser una mujer-, se ponen en camino, uno como observador teórico (del Maestro) y el otro como cumplido imitador. Para corregir sus costumbres y combatir las tendencias corporales como el hambre y las servitudes ligadas a la actividad del cuerpo, se lanzan en las prácticas religiosas como la larga estación de pie y la perseverancia en la oración, el ayuno, el peregrinaje a la Meca, la guerra santa, la vida errante. Uno se desquita por la observancia teórica, el otro practicando lo que le ha prescrito su guía y maestro, llamado el "Legislador".
Notas:

1 Alusión al Califato exotérico o temporal. Esto aplicándose a los "sucesores" del Profeta Muhammad que ejercieron la realeza bajo el titulo de "Califas" sin haber sido designados por Dios.

2 El Califato espiritual y no el Califato exterior.

3 La vía que conduce hasta la Profecía es accesible, pero la "Puerta" esta cerrada. Fue sellada por Muhammad el "Sello de los Profetas"

4 Se trata de la "Puerta de la Profecía" que indica la realización del Califato consistente en tornarse heredero espiritual, "sucesor" del Profeta. Es lo propio de los awliyâ o "Amigos de Dios"

5 "Walâya" o "Amistad divina" como carisma iniciativo de los "amigos de Dios". "Nobowwa" o vocación de simple profeta, "Risâla" o misión profética de los Enviados con un Libro promulgando una nueva sharia "Ley divina".

6 El Imperativo divino es el verbo existencial ¡KN! que las almas fueron predispuestas ab aeterno a recibir según los diferentes tipos de investidura espiritual manifestada por ellas en este mundo: Califato, walâya, nobowwa, risâla.

7 Califato menor entregado a las almas individuales (almas rectoras o pensantes) encargadas de gobernar un cuerpo.

8 Alusión a la preexistencia del Espíritu o Logos muhammadi notificado por el hadiz: "Yo era ya Profeta cuando aun Adán estaba entre el agua y la arcilla". En este relato, el Guía espiritual misionado por Dios para conducir las almas es una tipificación del profeta Muhammad, un "Representante", un "legitimo heredero".

9 El mensaje entregado a las almas por el "Enviado" resume en una palabra toda la ética espiritual de la Alquimia de la Felicidad. La vía que tienen que recorrer las almas no es otra que la del miraj bajo la conducta del Guía, el objetivo, el Conocimiento de lo Divino que confiere la Perfección.

10 esta simple respuesta sin ambages es suficiente para el Instructor para aceptarle como discípulo y concederle toda su solicitud. La total confianza y obediencia del alma al "Enviado" caracterizan la fe sincera que anima los adeptos de los profetas.

11 El razonamiento y la reflexión son obstáculos mayores a toda iniciación espiritual. Por una fatal ceguera, el infeliz se imagina que el Guía enviado a las almas para conducirlas, obtuvo la dignidad de Califa-Profeta y el Conocimiento de Dios merced al razonamiento y la reflexión. Negándose seguir al Profeta y tergiversando en vez de obedecerle, se condena el mismo a la dolorosa experiencia de la "alquimia de la desdicha", mientras que su obediente y confiado compañero se vera progresivamente iniciado a la "alquimia de la felicidad", es decir: a la ascensión celeste bajo la conducta de los profetas.

12 "Al-ghayr al-muqallid" quiere decir el indisciplinado que rehúsa toda directiva y pretende gobernarse él mismo.

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