viernes, 29 de julio de 2016

DAESH y la Iglesia Católica

Cualquier parecido entre el islam y el DAESH es solo una mera apariencia.

29/07/2016 - Autor: Ángel Álvarez Hernández - Fuente: Webislam
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Los cinco principales bancos españoles que forman parte de la banca armada son el Banco BBVA, el Banco Santander, Bankia, Banca March y Liberbank.
La organización terrorista DAESH, está dedicada en cuerpo y alma a promover la islamofobia y la guerra en Oriente Medio, atacando a países y ciudadanos inocentes para provocar bombardeos y gastos militares que solo benefician económicamente a los traficantes de armas. La relación específica entre los traficantes de armas y el DAESH es algo que desconocemos.
DAESH es también un suministrador de petróleo en el mercado negro, gracias a los territorios que controla en Siria, Iraq y Libia. Hasta ahora, la relación entre las empresas petroleras o los particulares que compran ese petróleo y el lavado de dinero negro en paraísos fiscales es algo que también se desconoce.
El Papa Francisco refiriéndose a los atentados terroristas manifestó que “Detrás de ese gesto están los traficantes de armas, que quieren sangre, no la paz, que quieren la guerra y no la fraternidad…" También el pontífice se ha mostrado contrario a una guerra de religiones, y su mensaje reiterando ha sido que “todos nosotros juntos, musulmanes, hindúes, católicos, coptos, evangélicos, somos hermanos. Hijos de un mismo Dios y queremos vivir en paz, integrados".
El asesinato del padre Hamel, un sacerdote de 86 años, bajo cuyo mandato se había donado en el año 2.000 una parcela del terreno parroquial para la construcción de una mezquita en la localidad de Saint Etienne du Rouvray, parece ser la respuesta de los terroristas al Papa Francisco y a su política conciliadora.
Mohammed Karabila, presidente del Consejo Regional de la Fe Musulmana de Normandía, describió al padre Hamel como "un hombre de paz, religión, carismático. Ha dedicado su vida a su religión, sacrificaba su vida por los demás". Su asesinato contraviene el hadiz del Profeta de Allah (s.a.s.)  quien antes de iniciar una expedición, se reunía a sus compañeros y les advertía de que “no mataran mujeres, niños, ancianos, monjes, a los que se rindiesen, ni que destruyeran o quemaran casas, cultivos o arrancaran árboles”.
Para encontrar las claves del terrorismo no debemos acudir al Sagrado Corán, ni a laShariah, sino a las fuentes de financiación de los terroristas y a los lucrativos negocios que existen en su entorno. Así podremos comprender su forma de actuación, sus intereses y sus objetivos. DAESH ha demostrado que se puede matar con un camión, o con un cuchillo de plástico, pero su ejército de zombies fanáticos necesita miles de balas diariamente, y armamento para hacer frente a sus enemigos. Cómo le llega la munición a DAESH es otro misterio, pero la única posibilidad es que le venga a través de la frontera turca o de grupos apoyados y armados por occidente, que les revenden las armas que reciben. Sobre la financiación de armas en el mercado legal, Chloé Meulewaeter, señaló:
"Los cinco principales bancos españoles que forman parte de la banca armada son el Banco BBVA, el Banco Santander, Bankia, Banca March y Liberbank, los dos primeros son con diferencia los que más negocio hacen con las armas. Con respecto a la banca extranjera que opera en España, el total de las inversiones en armas de los diez principales bancos que financian la industria militar asciende a 36.200 millones de euros, siendo esta estimación a la baja por la falta de transparencia de las cuentas de estas entidades. BNP Paribas, Citibank y Deutsche bank encabezan los principales bancos extranjeros presentes en España que invierten en armas."(Artículo publicado en http://www.centredelas.org/es/armamentismo, Beneficios sucios: en el casino como en la guerra, la Banca Armada nunca pierde).
Las principales empresas de armamento del mundo son las estadounidenses Boeing, General Dynamics, Honeywell International, Lockheed Martin, Northrop Grumman, Textron y Raytheon, la italiana Finameccania, la británica BAE Systems, la europea Airbus, las españolas Indra y Navantia, la coreana Poongsan y las francesas Safran y Thales.
La ONG Conflict Armament Research informó que  tras analizar 1.700 casquillos usados por el DAESH, el 20%, se habían fabricado en Estados Unidos. Una vez fabricadas y vendidas las armas, con todos los requisitos legales cumplidos, determinar quién va a ser el destinatario final es prácticamente imposible.
Pretender que las grandes financieras dejen de invertir en la industria armamentista es tan utópico como que los bancos dejen de desahuciar a familias enteras por el impago de hipotecas. La venta de armas y su financiación es un negocio lucrativo que solo puede existir si hay guerras o terrorismo.
DAESH es, además de un grupo terrorista, una pieza clave de la industria del terror y la islamofobia. Sin DAESH, la islamofobia disminuiría un 90%. A DAESH le conviene que los musulmanes vivan mal y estén discriminados para poder extender su discurso de odio, basado en el victimismo y la frustración, pero no debemos olvidar que DAESH es solo un pieza más en un engranaje mayor que recorre el tráfico de armas, la venta de petróleo y los paraísos fiscales para el blanqueo y depósito de dinero.
La consecuencia directa de los atentados terroristas es la subida en votos de los partidos políticos populistas y xenófobos, que criminalizan al islam y a los musulmanes, asociándolos con grupos criminales. No se puede combatir al terrorismo si no se combaten sus secuelas, y una de ellas es la islamofobia, por lo que hay que decir muy alto y muy claro, “No al terrorismo, ni a laslamofobia, DAESH no representa a los musulmanes”. El peligro real de los ciudadanos de cualquier parte del mundo no es DAESH, sino quienes les vende las armas y les compra su petróleo, y quienes blanquean el dinero negro en paraísos fiscales. Culpar a tu vecino marroquí o musulmán no va a hacer que DAESH desaparezca mientras exista un negocio lucrativo a su alrededor. Quizás por eso sea la guerra infinita de la que nos hablaban.
Europa dio la espalda a los musulmanes y dejó que sus capitales y ciudades más importantes se llenaran de imames wahabíes financiados por países del Golfo Pérsico que, lejos de contribuir a la integración social de esta parte de la población, la utilizaron para difundir su ideología ultra-conservadora, que ha servido de base para la captación de terroristas por parte de grupos criminales. Europa no quiso crear un islam propio, con imames educados en Europa, que hablasen idiomas europeos y conocieran su cultura, su sociedad y su historia, y en lugar de eso dejaron a los musulmanes en manos de sus socios comerciales, que los utilizaron para su provecho y beneficio. De esta forma algunos jóvenes pasaron del wahabismo al salafismo belicista.
Detrás de DAESH hay muchos intereses que hacen difícil su desaparición y desarticulación, y que van desde la balcanización de Oriente Medio, (Siria e Iraq están fragmentadas en multitud de Reinos de Taifas), hasta el control de las rutas comerciales de los oleoductos entre el Golfo Pérsico y Turquía, de paso a Europa. Como se puede ver, nada de todo esto tiene que ver con el islam. El sectarismo de DAESH y su continuas matanzas de chiíes o cristianos, no tiene que ver nada con la religión sino con el dinero y el poder, y está promovido por intereses ocultos. Cuando ha sido necesario, DAESH no ha dudado en matar a sunníes o destruir centros sufíes de peregrinación. Cualquier parecido entre el islam y el DAESH es solo una mera apariencia.

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