15 planas de “Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas” deben encargarle @JesusRCuevas y @emoctezumab
Ana Francisca
La periodista Ana Francisca Vega puso el dedo de en la llaga:
No es gracioso, querido presidente electo
Ya no es gracia que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador bese mujeres periodistas cada vez que no desee responder una pregunta.
Así que su vocero, Jesús Ramírez, y su secretario de Educación, Esteban Moctezuma, para evitarle mayores problemas futuros deben dejarle de tarea 15 páginas de:
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
No es misógino ni machista, pero...
Ni caso tiene discutir si Andrés Manuel es misógino o no: definitivamente no lo es. De hecho, es de los políticos que más han apoyado la causa de las mujeres. Pero...
Ni siquiera un dirigente histórico como el presidente López Obrador puede andar besando mujeres periodistas simple y sencillamente como un truco para salirse por la tangente ante preguntas que no le gustan.
Ramírez y su defensa de lo indefendible
El portavoz de AMLO minimizó el incidente, pero dijo que si la actitud tan cercana del presidente electo con los y las representantes de los medios de comunicación ofende a algunas personas, algo que desgraciadamente ya está ocurriendo, “entonces tenemos que reflexionarlo nosotros”.
Tiene razón Ramírez: “Tenemos por primera vez un futuro presidente que tiene un trato directo con la prensa, como ningún otro. Por eso hay un trato tan directo y afable de López Obrador”.
Pero afabilidad no es, o no necesariamente, besuconería, menos aún si no hay acuerdo entre las partes: así que Andrés Manuel tendrá que dejar de ser tan cariñoso.
Simplemente, dejar de hacerlo
En la reflexión que hagan Andrés Manuel, Jesús Ramírez y el resto del equipo que encabeza la llamada cuarta transformación, creo que no les resultará complicado ni les tomará mucho tiempo concluir que la solución no está en alejar al presidente electo de los y las periodistas, sino simple y sencillamente en obligar al tabasqueño a recordar que:
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
“Yo, presidente AMLO, no debo besar periodistas”.
Si esa la lección la aprende Andrés Manuel después de escribirla en 15 planas seguidas, jamás la olvidará. Y santo remedio.
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