miércoles, 26 de septiembre de 2018

Hiriart y su odio a Morena

@ruizjosejaimemar 25 sep 2018 15:06
 
  
 
Pablo Hiriart
Pablo Hiriart
Foto propiedad de: Internet
El chileno-mexicano, Pablo Hiriart, publica hoy una frase hiriente: “Y con la fuerza del poder federal en la mano, no habrá forma de quitárnoslos de encima”.
En el contexto escribe sobre Morena y Puebla. El asunto es otro, ¿por qué los mexicanos tenemos que quitarnos de encima a Morena?
Escribe Hiriart: “Morena no reconoce una derrota apretada ni recontando los votos”.
Te equivocas, Pablo. Morena reconoció sus derrotas en el país. Por eso la reconfiguración de la Cámara de Diputados, el Senado, gubernaturas y Congresos locales, alcaldías. Si una elección está apretada, pues que se resuelva legalmente.
Dices: “El Tribunal Federal Electoral se sacó de la manga causales y dijo que sí, que volverían a contar voto por voto como quería Morena, pues la ley les faculta para ello”.
El párrafo manda al diablo a las instituciones. ¿Sacar de la manga? Tinterillo de la mafia del poder, ahora resulta que las instituciones valen nada. ¿Está tan desesperado Carlos Salinas de Gortari?
Morena ganó en las urnas y lo único que hace es lo que la legalidad le permite, como en Puebla.
Es muy agresiva tu frase publicada en El Financiero: “...no habrá forma de quitárnoslos de encima”.
¿Quiénes son ustedes?
¿Qué grupo político quiere quitarse “de encima” a Morena?
¿Por qué no eres claro?
El periodismo, como lo manifestó Julio Scherer, trata de desnudar lo que el poder oculta. ¿Qué ocultas Pablo Hiriart con tu odio gratuito a Morena?
He sido crítico responsable de Morena y Andrés Manuel López Obrador. Señalo aciertos y errores. Es la tarea de un columnista. Lo tuyo, Pablo, ya no es sólo calumnia, es campaña negra.
“Ni príncipes poetas, ni avatares del ciuacóatl, ni letrados de la corte, ni teólogos del dogma revolucionario, ni consejeros áulicos, ni gallos que quieran maíz, ni agarrados de las tripas, ni firmantes de pactos tácitos, ni becarios del presupuesto, ni embajadores de lujo, ni ministros sin (o con) cartera, ni viajeros de primera clase en ‘aviones de redilas’, ni tinterillos a sueldo, ni ideólogos, ni voceros, ni asiduos. La misión de los intelectuales no es gobernar, sino criticar”, escribió Enrique Krauze. 
Siempre suscribo esa frase de Enrique. Hiriart ni es intelectual ni periodista. Pobre Pablo: tan lejos de le verdadera crítica y tan cerca de Carlos Salinas de Gortari.

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