RAK: EEUU ABANDONA OTRA BASE MILITAR
EFECTOS DEL CORONAVIRUS
Las fuerzas de la coalición entregaron la base K1 en el norte de la provincia iraquí de Kirkuk al ejército iraquí.
Fuerzas lideradas por Estados Unidos se retiran de la tercera base iraquí este mes
Las fuerzas de la coalición entregaron la base K1 en el norte de la provincia iraquí de Kirkuk al ejército iraquí.
Soldados estadounidenses se reúnen en la base aérea de Ain al-Assad en Anbar, Iraq, en enero [Archivo: Qassim Abdul-Zahra / AP]
Las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos en Irak se retiraron el domingo de una base militar en el norte del país que casi lanzó a Washington a una guerra abierta con el vecino Irán.
La base aérea K1 es el tercer sitio que las fuerzas de coalición han abandonado este mes, en línea con los planes de Estados Unidos de consolidar sus tropas en dos ubicaciones en Irak.
Un ataque con cohetes en la base a fines de diciembre mató a un contratista estadounidense y condujo a una serie de ataques de ojo por ojo entre los grupos de milicias iraquíes respaldados por Estados Unidos e Irán. Los ataques culminaron con el asesinato dirigido por Estados Unidos del principal general iraní Qassem Soleimani y un importante líder de la milicia iraquí, Abu Mahdi al-Muhandis.
Las fuerzas de la coalición entregaron la base K1 en el norte de la provincia iraquí de Kirkuk al ejército iraquí, según un comunicado de la coalición. Al menos 1,1 millones de dólares en equipo fueron transferidos a los iraquíes cuando partieron 300 miembros del personal de la coalición.
K1 ha acogido a las fuerzas de la coalición desde 2017 para lanzar operaciones contra el grupo armado ISIL (ISIS) en áreas montañosas cercanas. Las áreas al sur de Kirkuk y al norte de las provincias vecinas de Diyala, Salahuddin y Nínive siguen siendo focos de actividades del EIIL.
El tramo del territorio también se disputa entre el gobierno federal iraquí y la región autónoma kurda, lo que ha creado brechas de seguridad que benefician a los combatientes del EIIL. La presencia de la coalición había sido en ocasiones una fuerza mediadora entre las dos autoridades en competencia.
'Bastante limitado'
Un alto funcionario de la coalición a principios de este mes afirmó que las fuerzas del EIIL no pudieron explotar la "brecha de seguridad" entre las fuerzas iraquíes y kurdas como lo hicieron en el pasado.
"Eso no significa necesariamente que Daesh sea libre de operar de la manera que deseen", dijo el funcionario, usando el acrónimo árabe para el grupo. "Todavía están bastante limitados".
El funcionario de la coalición habló bajo condición de anonimato de acuerdo con las regulaciones.
Las fuerzas lideradas por Estados Unidos ya se han retirado este mes de la base de Qayyarah en la provincia de Nínive, seguida de la base de Qaim cerca de la frontera con Siria. Todos estaban en línea con los planes de retirarse de las bases en todo Irak y consolidar las fuerzas de la coalición en Bagdad y en la base aérea de Ain al-Assad en el desierto occidental del país.
El plan ha estado en proceso desde fines del año pasado, dijo el alto funcionario militar de la coalición, y se aceleró cuando las fuerzas iraquíes demostraron que eran capaces de enfrentar la amenaza del EIIL con asistencia limitada de la coalición.
Los funcionarios de la coalición dijeron que seguirían ayudando a las fuerzas iraquíes con apoyo aéreo y vigilancia, pero reducirían significativamente el entrenamiento y las operaciones en tierra, ya que la retirada limitada continúa.
Hasta el mes pasado, había unas 7.500 tropas de coalición con sede en Irak, incluidas 5.000 fuerzas estadounidenses.
Las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos en Irak se retiraron el domingo de una base militar en el norte del país que casi lanzó a Washington a una guerra abierta con el vecino Irán.
La base aérea K1 es el tercer sitio que las fuerzas de coalición han abandonado este mes, en línea con los planes de Estados Unidos de consolidar sus tropas en dos ubicaciones en Irak.
Un ataque con cohetes en la base a fines de diciembre mató a un contratista estadounidense y condujo a una serie de ataques de ojo por ojo entre los grupos de milicias iraquíes respaldados por Estados Unidos e Irán. Los ataques culminaron con el asesinato dirigido por Estados Unidos del principal general iraní Qassem Soleimani y un importante líder de la milicia iraquí, Abu Mahdi al-Muhandis.
Las fuerzas de la coalición entregaron la base K1 en el norte de la provincia iraquí de Kirkuk al ejército iraquí, según un comunicado de la coalición. Al menos 1,1 millones de dólares en equipo fueron transferidos a los iraquíes cuando partieron 300 miembros del personal de la coalición.
K1 ha acogido a las fuerzas de la coalición desde 2017 para lanzar operaciones contra el grupo armado ISIL (ISIS) en áreas montañosas cercanas. Las áreas al sur de Kirkuk y al norte de las provincias vecinas de Diyala, Salahuddin y Nínive siguen siendo focos de actividades del EIIL.
El tramo del territorio también se disputa entre el gobierno federal iraquí y la región autónoma kurda, lo que ha creado brechas de seguridad que benefician a los combatientes del EIIL. La presencia de la coalición había sido en ocasiones una fuerza mediadora entre las dos autoridades en competencia.
'Bastante limitado'
Un alto funcionario de la coalición a principios de este mes afirmó que las fuerzas del EIIL no pudieron explotar la "brecha de seguridad" entre las fuerzas iraquíes y kurdas como lo hicieron en el pasado.
"Eso no significa necesariamente que Daesh sea libre de operar de la manera que deseen", dijo el funcionario, usando el acrónimo árabe para el grupo. "Todavía están bastante limitados".
El funcionario de la coalición habló bajo condición de anonimato de acuerdo con las regulaciones.
Las fuerzas lideradas por Estados Unidos ya se han retirado este mes de la base de Qayyarah en la provincia de Nínive, seguida de la base de Qaim cerca de la frontera con Siria. Todos estaban en línea con los planes de retirarse de las bases en todo Irak y consolidar las fuerzas de la coalición en Bagdad y en la base aérea de Ain al-Assad en el desierto occidental del país.
El plan ha estado en proceso desde fines del año pasado, dijo el alto funcionario militar de la coalición, y se aceleró cuando las fuerzas iraquíes demostraron que eran capaces de enfrentar la amenaza del EIIL con asistencia limitada de la coalición.
Los funcionarios de la coalición dijeron que seguirían ayudando a las fuerzas iraquíes con apoyo aéreo y vigilancia, pero reducirían significativamente el entrenamiento y las operaciones en tierra, ya que la retirada limitada continúa.
Hasta el mes pasado, había unas 7.500 tropas de coalición con sede en Irak, incluidas 5.000 fuerzas estadounidenses.
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