jueves, 29 de octubre de 2020

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En Bacalar se produce fertilizante y plaguicida orgánico

27 de octubre 2020

El domingo 25 de octubre hicimos artesanalmente 3,000 litros de super magro, que es un fertilizante, y hervimos unos 100 litros de caldo sulfocálcico, que es un plaguicida, del que se pretende elaborar una cantidad similar al de super magro en los próximos días. Éste se puede utilizar una vez se ha enfriado, mientras que el otro ha de reposar unos 20 días. Estos productos son totalmente orgánicos, y no dañan el medio ambiente.

A las cinco y media de la mañana recogimos excremento de vaca fresco, que es la base del fertilizante, en un rancho cercano a Reforma, para después desplazarnos a Nuevo Jerusalén, y pasarnos la jornada trabajando; hasta caída la noche, en la que estábamos acabando de completar nuestra tarea.

Tania Casa Madrid y Dani en el potrero de Reforma

Se demostró que es posible sustituir los fertilizantes y plaguicidas químicos por estos productos, y que éstos son sencillos de elaborar, económicos y muy eficientes. En Bacalar se produce sin problemas, y con ello se puede impulsar una agricultura que permita equilibrar crecimiento, desarrollo y sustentabilidad.

Les he de confesar que para mí fue toda aventura. Nos paramos muy temprano y nos lanzamos a Reforma para levantar el excremento fresco, y buscar unos cuantos litros de leche y melaza. Más tarde tuvimos que regresar a Reforma, para buscar poco más de 200 litros de suero de leche, que lo tenían listo a las 13.00 horas y más excremento. Aprovechamos para darnos la vuelta por Altos de Sevilla, en dónde se encuentra la biofábrica para llevarnos un cazo que ocuparíamos para elaborar el sulfocálcico, y unos tambos para poder trabajar.

Tania Casa Madrid en el potrero de Reforma

Ya teníamos preparados contenedores de 1,000 litros que les compramos a los menonitas de Salamanca; que ojalá se vayan convenciendo de las bondades de estos productos, y dejen de utilizar los químicos en un periodo no muy largo de tiempo.

Don Mario checando que todo estuviera bien con los fertilizantes

El centro de operaciones se concentró en la comunidad de Nuevo Jerusalén, que reúne condiciones de suficiencia de agua y resguardo en caso de lluvia. Se habían encargado una serie de productos en Mérida, que se mezclaron con todos los productos que les he señalado y nos pusimos recio a trabajar.

Carlos Barrachina acarreando cubos de todo tipo desde temprano

En el equipo de este fin de semana estaban Isaí y Francisco, dos estudiantes de agronomía con amplios conocimientos sobre los productos que la cooperativa de Altos de Sevilla ya lleva produciendo desde hace un par de años. La maestra Edith y su marido don Mario (que sin duda es el que mide y controla que todo se haga como se debe hacer); por tres compañeros de Blanca Flor; y por colaboradores de Tania Casamadrid, como Santos Morales, Shantie, Diana, Luis Ángel y Mariel. Por ahí nos sumamos Raciel Manríquez y su servidor, que hicimos lo que pudimos para no hacer el ridículo y estar a nivel.

Logramos cumplir con la meta, que era la fabricación de los 3,000 litros de fertilizante. No me pregunten como pudimos, pero lo hicimos. Ayudó el caldo que nos preparó la maestra, que nos ayudó a aguantar físicamente hasta que se hizo de noche.

Francisco moviendo el caldo sulfo cálcico

El proceso de la elaboración del fertilizante es sencillo; aunque lleva varios componentes. Se ha de trabajar con excremento fresco y diluirlo en agua todo lo que se pueda. Se ha de mezclar con melaza, con leche y con suero de leche, además de con otros minerales, de los que no tengo el dato; pero que tenían a don Mario muy entretenido pesando y calculando. El plaguicida, por su parte se elabora en el cazo hirviendo, y en él se mezcla azufre, cal, y no sé cuántas cosas más.

La verdad es que no es complicado, y no se requiere una gran organización para poder elaborar estos productos. Han estado ya dando resultados positivos en las comunidades, y si se siguen promoviendo seguramente en poco tiempo, los propios campesinos tomarán el testigo de elaborarlo por sus propios medios.

Es muy importante el saber combinar el crecimiento económico de Bacalar, con la sustentabilidad. Las soluciones racionales, económicas y eficientes no forman parte de una agenda radical, sino de una estrategia posible y realista; que puede replicarse en todo el municipio, con el objeto de que los escurrimientos que llegan a la laguna de Bacalar sean lo menos dañinos posibles.

Las carreteras están en un estado lamentable; no sólo porque se encuentren cuarteadas en diferentes puntos, o porque el agua que trajo Cristobal y otras tormentas haya tirado puentes; sino porque la maleza se está comiendo literalmente el espacio por donde circulan los autos.

¿Qué tan costoso es mandar a chapear los bordes de los caminos, y dejar las áreas comunes mantenidas a lo largo de un periodo de gobierno? Me ha sorprendido, tanto en el municipio de Morelos, como en Bacalar que los programas de la SEOP para dejar unas áreas deportivas dignas, han construido unidades deportivas que se ven nuevas, y que tienen mobiliario urbano aparentemente adecuado. Sin embargo, ¿cuánto tiempo pasará para que la dejadez regrese y las áreas comunes se encuentren abandonadas?

La de este domingo fue una experiencia muy buena. Trabajamos duro, y cumplimos con nuestro objetivo. Su servidor terminó muy cansado, por el lamentable estado físico en el que me encuentro, pero con la dignidad a salvo. Me quedó claro que si existe voluntad política y ciudadana, es posible generar productos orgánicos de calidad y a un precio muy competitivo.

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