lunes, 3 de octubre de 2022

No Encontraron Placebos JUAN CASTRO SOTO

 No Encontraron Placebos


JUAN CASTRO SOTO


ebido a las muertes y afectaciones a la salud


por las “vacunas” de covid-19, y a la gran opa-

cidad y falsedad de la información oficial, mu-

chos médicos e investigadores se han dado a la tarea


de indagar por su cuenta lo que está pasando, así

como el contenido de las supuestas vacunas.


Poco a poco la verdad emana y se comparte, en-

contrándose coincidencias, pero también contrastes.


La doctora estadounidense Poornima Wagh fue en-

trevistada acerca de su trabajo en un grupo interdisci-

plinar de 18 investigadores en diversos países.


Afirma que el Sars2 no es la causa del Covid y que ni siquiera existe.

Ni hay la “proteína de pico” en las vacunas. Todo se creó digitalmente.

Confirma la presencia del óxido de grafeno, como un ingrediente de alto

magnetismo, que no se desintegra, causante de miocarditis, coágulos y

otros problemas cardíacos. Sin embargo, niega la presencia del veneno


de serpiente como causante de la coagulación; dice que no es técnica-

mente posible ‒contrario a otros investigadores, y pese a que este veneno


ha sido reportado oficialmente de vacunas anteriores.


Wagh ha investigado la mayoría de las principales vacunas en el mer-

cado y encontró que todas contienen lo mismo, sólo con pequeñas varian-

tes en las sustancias coadyuvantes.


Y no han encontrado placebos. Todas tienen los mismos ingredientes

letales como el grafeno; hidrogel; y metales pesados como tungsteno,

cromo, plomo, plata, oro, estaño, antimonio, aluminio, entre otros, que se

alojan en los tejidos grasos. Por eso en todo el mundo pasa lo mismo,

porque las vacunas son similares. Y son los mismos ingredientes en las

vacunas para niños, a veces con las mismas dosis.

Por estas razones, no ha importado que los refuerzos sean de distintas

marcas comerciales. Y entre más refuerzos, menos probabilidades hay de


sobrevivir. Si algunos mueren antes que otros, explica, es porque la canti-

dad de los ingredientes tóxicos varía entre una vacuna y otra, encontrando


hasta 35 diferentes niveles de toxicidad. A largo plazo, los vacunados dis-

minuirán su esperanza de vida entre 10 y 15 años.


En cambio, las supuestas vacunas no contienen elementos biológicos

como mRNA, proteína de pico o pseudovirus, por lo que se trata de armas

químicas, y no biológicas como se ha afirmado.


Asimismo, asegura que


no hay posibilidad de conta-

gio, ni siquiera en el caso de


que hubiese sustancias bio-

lógicas, ya que éstas se


descomponen fuera del

huésped en contacto con el


aire o el agua. La única ma-

nera de matar a alguien es


inyectándolo, asegura.

Tomará 5 generaciones

libres de vacunas para que

la humanidad quede libre de

estos tóxicos, dice Wagh, y

agrega: “todas las vacunas

deberían prohibirse”.

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