miércoles, 8 de enero de 2025

¿Son los automóviles eléctricos la solución a la crisis energética o un problema añadido?

 

La estafa de los coches electricos

¿Son los automóviles eléctricos la solución a la crisis energética o un problema añadido?

Intentaré explicar porqué los automóviles con motores eléctricos son altamente ineficientes y además nada ecológicos. También porqué el motor de hidrógeno es la verdadera alternativa verde y las razones por las cuales la industria ha escogido al coche eléctrico en lugar del automóvil con motor de hidrógeno.

 

Para empezar, los automóviles eléctricos deben transportar entre 200 y 550 kg extras en forma de baterías, eso los hace altamente ineficientes, ya esa carga extra es un despilfarro de energía. Su recarga es lenta y su autonomía es muy limitada. La carga en una enchufe normal tarda muchas horas y en un toma de carga profesional dura siempre más de media hora. Se necesitan inversiones y cambios en las gasolineras para su generalización. El coche eléctrico no puede abarcar todos los usos posibles para un vehículo y tampoco puede ampliarse mucho su segmento, porque las colas colapsarían las gasolineras. A efectos prácticos, hay que estar siempre pendiente del nivel de carga y de tener localizado un suministro lo suficientemente cercano, solicita demasiada atención.

Baterías de Litio

Como problema adicional, la fabricación de las baterías de litio necesarias para el automóvil eléctrico supone una huella de carbono muy importante, mayor que la que se supone que pretenden evitar. Para fabricarlas hay que usar unos recursos minerales limitados y usar recursos industriales. Pero el mayor problema es que estas baterías tienen una vida útil y luego hay que deshacerse de ellas. Si ya hay problemas con las baterías de los móviles, solo hay que imaginar lo que supondría el inmenso parque automovilístico mundial desechando baterías de litio. En definitiva, no es ni de lejos la alternativa a los combustibles fósiles.

 

Usar para los vehículos un Motor de Hidrógeno no aumenta el peso del vehículo. El motor de hidrógeno suele utilizar una pila de combustible o célula de combustible, en la que el hidrógeno en una reacción electro-química se combina con el oxígeno para producir directamente electricidad y agua como residuo. No se necesitan cambios sustanciales en las gasolineras para suministrarlo, el vehículo carece de problemas de autonomía y llenar el depósito es cuestión de un momento. Para fabricar hidrógeno se pueden usar fuentes renovables. Aún más, el hidrógeno es un sistema de almacenamiento energético más óptimo que cualquier tipo de batería, y es la solución ideal para los picos de energía de las renovables. Potenciar esta tecnología facilitaría la transición a estas fuentes. El hidrógeno se puede producir en cualquier parte y no precisa de las grandes infraestructuras centralizadas de la red eléctrica para su suministro.

El motor de hidrógeno no necesita de consumo de recursos adicionales, ni produce residuos durante toda su vida útil. Y posee una enorme ventaja: Una vez el automóvil aparcado, puede conectarse a la red eléctrica para que su motor pueda producir electricidad a nivel local. La producción local descentralizada de electricidad supondría dejar de depender de unas costosas infraestructuras eléctricas que además despilfarran más energía cuanto más lejos deben llevarla.

 

La producción local de electricidad con paneles solares ya se está probando con un tremendo éxito en ciertos lugares de países en desarrollo. Dinamiza la economía de los poblados, es más barata que las infraestructuras eléctricas clásicas y es una fuente de ingresos valiosa para los hogares. Este enfoque podrían ser muy beneficioso también para el primer mundo. Los automóviles con motor de hidrógeno se auto financiarían desde el punto de vista del comprador al producir electricidad. Desde el punto de vista público, el descentralizar la producción de electricidad podría ahorrar drásticamente en infraestructuras, eliminaría los problemas de los picos de consumo y producción, si se ofrece una retribución por tramos horarios, y se reducirían los fallos del sistema. En suma, todos los beneficios de una deslocalización y un auto abastecimiento.

 

La causa de que la industria haya preferido el coche eléctrico tiene un nombre y apellidos: Elon Musk. Conocido por haber organizado el hampa de Paypal y por sus excentricidades espaciales, también debería ser conocido por utilizar el sentimiento de culpabilidad de los adinerados y encauzarlo en adquirir un producto de lujo aparentemente ecológico. Esta eficaz y tramposa estrategia de marketing para su marca de automóviles Tesla ha arrastrado al resto de la industria automovilística. Pero posiblemente haya retrasado en décadas el progreso en el campo de la energía y ensombrecido el pronóstico del cambio climático.

 

Debemos exigir a nivel de consumidor y de opinión pública la reconversión de la industria automovilística al motor de hidrógeno.

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