jueves, 3 de enero de 2013

Bendiciones sobre el profeta Muhammad

Bendiciones sobre el profeta Muhammad


Por cierto que Allah y Sus ángeles bendicen al Profeta. ¡Creyentes!, bendecidlo y auguradle una paz perfecta (33:56)


16/06/2011 - Autor: Anónimo - Fuente: Revista Barakallah



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Cúpula de la mezquita del Profeta, junto a la caligrafía de su nombre
Cúpula de la mezquita del Profeta, junto a la caligrafía de su nombre

En las diferentes tradiciones, los hadices referentes a pedir bendiciones sobre el profeta Muhammad son muy numerosos y hay capítulos enteros de las recopilaciones clásicas dedicos a ello. (Cfr. Sahih Muslim, Kitab al-halat, XV).

En primer lugar hay que decir que el profeta Muhammad no necesita de las bendiciones de los hombres, pues alguien mucho mejor lo bendice: Allah y sus ángeles. En realidad, bendecir al mejor de la creación es un beneficio para el hombre mismo, una manera de acercarse a él, de amarlo e imitarlo.

Sobre bendecir a los profetas Muhammad e Ibrahim durante la oración según los hadices narrados por Sahih Muslim

(803) Abdullah ibn Zayd Al-Ansârî (Abdullah ibn Zayd es el que vio en un sueño la llamada a la oración) dijo: “Vino con nosotros el Mensajero de Allah (B y P) mientras estábamos sentados con Sa‘d ibn ‘Ubâdah, y entonces Bashîr ibn Sa‘d le dijo: ‘Allah, el Altísimo, nos ordenó que pidamos bendiciones para ti, Mensajero de Allah, ¿cómo hemos de bendecirte?’ El Mensajero de Allah (B y P) se quedó callado al punto que pensamos que no iba a contestar. Luego dijo el Mensajero de Allah (B y P):

«Decid: ‘¡Oh Allah! Bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad como bendijiste a la familia de Ibrahim; y agracia a Muhammad y a la familia de Muhammad como agraciaste a la familia de Ibrahim. En todos los mundos, Tu eres el Glorioso y Digno de Alabanzas’. Y los saludos, decidlos como los habéis aprendido»".

(804) Ibn Abî Layla relató: “Ka‘b ibn ‘Uÿrah me encontró y me dijo: "¿Te puedo hacer un regalo?" y agregó: "Vino a nosotros el Mensajero de Allah (B y P) y le dijimos: Hemos aprendido a saludarte (a desearte la Paz) ¿Pero cómo pedimos bendiciones para ti? Respondió:

«Decid: ‘¡Oh Allah!, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, como bendijiste a la familia de Ibrahim, ciertamente eres el Digno de Gloria y Alabanzas; Oh Allah, agracia a Muhammad y a la familia de Muhammad como agraciaste a la familia de Ibrahim, ciertamente eres Digno de Alabanzas y Glorioso’»’.”

(807) Abû Humayd Al-Sâ‘idî relató: “Le dijeron al Mensajero de Allah (B y P): ‘¡Mensajero de Allah! ¿Cómo hemos de bendecirte?’ Respondió:

«Decid: ‘¡Oh Allah! Bendice a Muhammad y a sus esposas y a su descendencia, como bendijiste a Ibrahim y a su familia; y agracia a Muhammad y a sus esposas y descendencia, como agraciaste a la familia de Ibrahim, ciertamente eres Digno de Alabanzas y Glorioso’».”

(808) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (B y P) dijo:

«A quien me bendice una vez, Allah lo bendice diez veces».”

Otras tradiciones: el libro del Imam Al-Nawawi, Al-Adkar

En el libro de Tirmidhi, de Abdallah ibn Masud: “Los primeros el Día de la Resurrección serán los que más me han bendecido”.

Se narra en los Sunan de Abu Dawud, Al-Nasa’i e Ibn Mayah, de ‘Aws ibn ‘Aws, que el Mensajero de Allah (BP) dijo: ‘El mejor de vuestros días es el viernes. Bendecidme abundantemente en él, pues vuestras bendiciones me son presentadas’. Le preguntaron: ‘¿Y cómo te serán presentadas cuando no seas sino huesos cariados en la tumba?’, y respondió: ‘Allah le ha prohibido a la tierra corromper los cuerpos de los Profetas’.

Se narra en el Sunan de Abu Dawud, al final del libro sobre al-hayy (peregrinación) con referencia a la visita de las tumbas, de Abu Hurayra, que dijo el Mensajero de Allah (BP): “No hagáis de mi tumba un lugar de festividad, y bendecidme, pues vuestras bendiciones me llegarán donde quiera que estéis”.

Se narra también en esa obra, de Abu Hurayra, que dijo el Mensajero de Allah (BP): “Nadie me saluda sin que Allah me devuelva el espíritu hasta que le responde el saludo (salam)”.

Sobre bendecir al Profeta (BP) cuando alguien escucha que se lo menciona

Se narra en el libro de Tirmidhi, de Abu Hurayra, que dijo el Mensajero de Allah (BP): “Es humillado el hombre ante quien soy mencionado y no me bendice”.

En la obra de Ibn Al-Sani, con una cadena de transmisión excelente, se narra de Anas que dijo el Mensajero de Allah (BP): “Cuando soy mencionado ante alguien, que me bendiga, pues a quien me bendice una vez Allah lo bendice diez veces”.

Y en la obra de Tirmidhi se narra, de Ali ibn Abi Talib: “Es un ávaro aquél que no me bendice cuando se me menciona en su presencia”.

Enseña el Imam Al-Nawawi que cuando se bendice al Profeta (BP) hay que unir bendición y saludo (salat wa taslim), y extenderlo a su familia y compañeros.

La bendición en la súplica

Se narra en las obras de Abu Dawud, Tirmidhi y Al-Nasa’i, de Fadala ibn Ubayd: “Escuchó el Mensajero de Allah (BP) a un hombre suplicando en su oración sin alabar a Allah ni bendecir al Profeta (BP) y dijo: ‘Este se ha apresurado’... y luego enseñó: ‘Cuando uno de vosotros rece que comience con la alabanza a Allah, glorificándolo y enalteciéndolo, luego que me bendiga, y después que pida lo que quiera’”.

Se narra también en la obra de Tirmidhi que Umar ibn Al-Jattab dijo: “La súplica permanece en suspenso entre el cielo y la tierra y no se eleva hasta que no se bendice al Profeta”.

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