Un 'narcoestado' en la mira de EEUU
A tres semanas de las elecciones venezolanas, es la primera vez que alguien del círculo familiar de Maduro es vinculado al narcotráfico
Los dos sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enseñaron a los agentes de la DEA -la unidad de lucha contra las drogas de EEUU- sus pasaportes diplomáticos. No les sirvió de nada. Según la agencia de noticias estadounidense Associated Press, la Justicia de Estados Unidos considera que Efraín Antonio Campos Flores y Francisco Flores de Quintas no tienen inmunidad.
Así que fueron arrestados por narcotráfico. La detención fue el martes por la noche en Puerto Príncipe, la capital de Haití, un país que en el pasado ha recibido críticas de Washington por su presunta falta de colaboración en la lucha contra el narcotráfico. Pero esta vez, el Gobierno haitiano dio 'luz verde' a los estadounidenses. Tan es así que, de acuerdo a la información de Associated Press, la policía haitiana no intervino en la operación.
El cargo al que se enfrentan los sobrinos de Nicolás Maduro es suficiente como para que pasen el resto de su vida en la cárcel: tratar de introducir en Estados Unidos a través de Honduras y México 800 kilos de cocaína. Durante el vuelo a Nueva York, Francisco declaró a los agentes estadounidenses que es "hijo adoptivo" de Nicolás Maduro. Desde luego, si no legalmente, sí lo es de facto. La esposa de Maduro, Cilia Flores, lo crio tras el fallecimiento de su madre.
El miércoles fue fiesta en la Administración de EEUU, que conmemoraba el Día de los Veteranos, para honrar a los 20 millones de estadounidenses vivos que han servido en las Fuerzas Armadas de ese país. Así que Francisco, de 29 años, y Efraín, de 30, pasaron el día en una celda, donde presumiblemente recibieron ayuda legal del Consulado de Venezuela en Nueva York. Ayer por la mañana fueron trasladados al Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, situado no muy lejos de donde estaban las antiguas Torres Gemelas. Allí les leyeron los cargos en su contra: "combinar, conspirar, confederarse, y acordar [...] la violación de las leyes de narcóticos de Estados Unidos".
Según la prensa estadounidense, la DEA tiene grabada en vídeo la mayor parte de la operación, que, según un documento oficial estadounidense al que ha tenido acceso el diario 'The Wall Street Journal' -el primero que levantó la noticia- "parecía cosa de aficionados".
Consecuencias políticas
Pero las consecuencias políticas de la detención pueden ir mucho más allá de un plan de contrabando de drogas de aficionados o profesionales. En Estados Unidos y otros países de América existe una creciente convicción de que Venezuela se ha convertido en un 'narcoestado'. En 2005, el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, suspendió todo tipo de colaboración con la DEA, alegando que el verdadero objetivo de esa agencia del Gobierno estadounidense era "espiar" al régimen bolivariano fundado por él.
Desde entonces, EEUU ha ido acusando de forma consistente a Caracas de no tomar medidas para frenar el tráfico de drogas a través de su territorio, hasta el punto de que ya en 2011 la Casa Blanca declaró que entre el 19% y el 25% de la cocaína que se comercializa en el mundo -en total, entre 161 y 211 toneladas métricas- cruzaba el territorio venezolano. En 2004 -el último año en el que ese país colaboró con la DEA- la cantidad de coca que había sido exportada a través de Venezuela había sido de solo 690 toneladas, según un informe de la Oficina de Contabilidad del Estado de EEUU encargado por el senador republicano Richard Lugar.
El papel de Venezuela habría sido clave en la diversificación de las rutas del tráfico de cocaína hace una década hacia África Occidental, de donde es reexportada a la UE, esquivando los controles aduaneros habituales, más centrados en el tráfico que procedente directamente de América Latina. Así, ya en 2008, un avión Gulfstream procedente de Venezuela fue apresado en Guinea Bissau con 500 kilos de cocaína.
El principal mercado
Pero el principal mercado de la coca que presuntamente cruza Venezuela sigue siendo Estados Unidos, un país en el que el consumo de esa sustancia ha descendido en un 50% en la última década. La droga sale de Colombia, pasa por Venezuela y de allí se envía por avión a Honduras y a México, desde donde viaja por tierra hasta EEUU. Los 800 kilos que presuntamente los familiares del jefe del Estado y del Gobierno venezolano estaban tratando de infiltrar en este último país no son, ni mucho menos, una cifra récord. En 2006, un avión DC-9 procedente de Venezuela fue apresado en Ciudad del Carmen, en México, con cinco toneladas de cocaína a bordo.
Y ahí es donde parece que todo el régimen venezolano está involucrado, en especial sus 'nuevas generaciones', con nombres como 'Huguito' (Chávez, hijo del fundador del régimen bolivariano) y 'Nicolasito' (el hijo de Maduro) acusados por la oposición de lucrarse con el tráfico de estupefacientes. Encima, el colapso de laeconomía venezolana debido a la caída del precio del petróleo, que ha hecho que el FMI prevea un desplome del PIB del 10% este año, podría haber hecho que la élite política venezolana aproveche el flujo de coca desde Colombia para enriquecerse.
Un flujo de coca que, además, no para de crecer. Porque, tras haberse gastado9.000 millones de dólares (8.200 millones de euros) en 15 años en erradicar el cultivo de coca en Colombia, Estados Unidos se ha encontrado con que la producción de esta planta creció la friolera de un 44% en 2014.
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