La evacuación se reanuda en Alepo tras los ataques contra un convoy en zona del régimen
Quemados varios autobuses que iban a rescatar heridos al atravesar las líneas rebeldes
La evacuación se ha reanudado a primera hora de la madrugada del lunes en Alepo tras más de dos días de paralización de la operación, según confirmaron el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y la ONU. El ataque contra cinco autobuses que se dirigían a trasladar a enfermos y heridos de las localidades chiíes de Fua y Kefraya, asediadas por los rebeldes en la provincia de Idlib (norte), y que fueron incendiados este domingo por grupos armados no identificados, había bloqueado la salida de un convoy cuando se disponía a partir de la principal ciudad del norte de Siria. El bloqueo causado por el ataque, que se ha produjo al atravesar las líneas de la oposición al régimen de Bachar el Asad, llevó otra vez la desesperación a los barrios sitiados del este de Alepo, donde unos 50.000 civiles y hasta 5.000 insurgentes aún permanecen atrapados con temperaturas bajo cero.
Una treintena de autobuses repletos de familias estaban dispuestos para salir del último reducto rebelde de Alepo, a la espera de recibir la autorización de las fuerzas de El Asad y de sus milicias aliadas, que no llegó hasta la medianoche. Unas 350 personas pudieron entoneces abandonar el asedio en cinco autobuses, según confirmaron fuenets médicas a France Presse. En las últimas horas, el pacto de evacuación de Alepo se había reactivado gracias a un nuevo acuerdo entre el Gobierno y la oposición las fuerzas progubernamentales y los rebeldes para simultanear la salida de los civiles con la de los heridos de Al Fua y Kefraya. Medios estatales han precisado que los insurrectos y sus familias solo podrán salir del este de Alepo si se permite a más personas abandonar las dos zonas chiíes, y, en todo caso, no podrán partir hasta que los otros sitiados lo hayan hecho. El nuevo entendimiento se ha vinculado además con la salida de centenares de heridos de las localidades rebeldes de Zabadani y Madaya, asediadas por el Ejército en la provincia de Damasco.
La evacuación quedó suspendida el viernes por las disputas entre los contendientes sobre la aplicación de lo acordado. Algunos autobuses y varios vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja lograron acceder hasta ambas localidades chiíes asediadas por los insurgentes en Idlib. Según el Observatorio, se encontraban a la espera de que les permitiera la entrada. El Ejército Sirio Libre, integrado por milicias de oposición nacionalista, negó su implicación en el ataque a los autobuses, mientras los medios gubernamentales responsabilizaron a Frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda) de bloquear la salida de los civiles más vulnerables de Fua y Kefraya.
En Alepo, mientras tanto, decenas de autobuses entraron en los barrios de Al Zabdiya, Saladino, Al Mashad y Al Ansari bajo la supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja Siria, según imágenes mostradas por la televisión estatal. La representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Elizabeth Hoff, dijo que un equipo de esta agencia de la ONU iba a participar en las evacuaciones.
Miles de personas permanecen bloqueadas en el último sector rebelde de Alepo. Un periodista local de France Presse constató que una multitud de civiles aguardaba en el barrio cercado de Al Amiriyah la salida del primer convoy en dirección a zonas insurgentes de la misma provincia o de la cercana de Idlib. Algunos de ellos quemaban las ropas de sus maletas para poder calentarse. El Gobierno ha prometido, según la televisión estatal siria, enviar hasta un centenar de autobuses para acelerar el traslado. Mientras unos permanecían hacinados en el interior de los vehículos, otros se resguardaban como podían del intenso frío a la espera de la llegada de nuevos convoyes. Al final, todas las operaciones humanitarias quedaron suspendidas.
Rusia ha anunciado que vetará en el Consejo de Seguridad la propuesta de resolución presentada por Francia para que Naciones Unidas envíe observadores para supervisar la evacuación de Alepo, informa Reuters. El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, presentó en la tarde del domingo un texto alternativo de borrador de resolución en el que dejaba a en manos del secretario general la decisión de inspeccionar la situación de los civiles que permanecen en la ciudad, cuando se den las condiciones de seguridad necesarias. El Kremlin considera que la presencia de extranjeros no habituados al conflicto solo serviría para aumentar la tensión. Moscú, el principal aliado del régimen del presidente Bachar el Asad, ha vetado ya seis resoluciones en el Consejo de Seguridad sobre el conflicto sirio. China también ha ejercido su derecho de veto en cinco ocasiones desde el inicio de la guerra civil en el país árabe.
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