Estas navidades van a estar marcadas por los volcanes activos y las consecuencias de su actividad. El pasado domingo 23 de diciembre se produjo un tsunami en las islas de Java y Sumatra, probablemente provocado por el volcán Anak Krakatoa.
Pero la situación con los volcanes no ha quedado ahí: el Etna, en Sicilia (Italia) es uno de los volcanes activos que, de vez en cuando, entra en erupción. Se trata del volcán más activo de Europa, por lo que estas situaciones se dan más a menudo de lo que podríamos pensar.
La última, sin ir muy lejos, se ha dado este mismo 25 de diciembre, cuando el volcán empezó a expulsar humo y lava, pero, además, se han producido alrededor de 150 terremotos. Incluido uno de magnitud 4,3 en la escala de Richter.

¿Por qué se ha producido la erupción del Etna?

El Etna está situado en la isla italiana de Sicilia y se trata de un estratovolcán. ¿Qué significa esto? El Etna es como el volcán de Fuego, en Guatemala, que en junio entró también en erupción de forma muy violenta. Esa fuerza se debe al tipo de volcán que son.
Los estratovolcanes crean su cono capa a capa con cada erupción y, además, cada una de estas capas puede estar formada por distintos materiales como ceniza, bombas volcánicas, lavas, escorias o flujo piroclástico, según informa el Observatorio Vulcanológico del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) de Perú desde su portal web.
La gran cantidad de terremotos que se están registrando en Sicilia también tiene que ver con este tipo de volcanes ya que tiene que crear las fisuras para que el magma salga a la superficie, de ahí que se produzcan los temblores. Al final, también, hay una violenta explosión y entra en erupción.
La conexión entre el volcán Etna y el Stromboli está haciendo que que este segundo volcán también esté escupiendo al cielo fragmentos de lapilli, es decir, pequeños trozos de lava endurecidos.

Sin terremoto también hay tsunamis

Aunque la principal causa de los tsunamis son los terremotos, no son las únicas situaciones en las que se pueden dar. Asteroides y erupciones volcánicas también pueden ocasionar olas gigantes que arrasan ciudades.
Este parece ser el caso del tsunami producido el pasado día 23 en Indonesia, según apuntan los expertos. El Anak Krakatoa, un volcán conocido como el 'hijo de Krakatoa' y está activo. Así pues, su actividad volcánica provocó que 64 hectáreas de tierra cayeran sobre el mar y se levantara el tsunami sin que nadie pudiera preverlo.