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martes, 11 de febrero de 2014

Las fuentes del conocimiento humano

Las fuentes del conocimiento humano


Tafsir de la aleya 17:36


03/12/2008 - Autor: Javier Gálvez Martínez - Fuente: Webislam



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El reposo de una flor.
El reposo de una flor.

I. Punto de partida y motivación

“No aceptéis lo que ha sido adquirido a fuerza de oírlo repetidamente; ni lo que la tradición dice, ni el rumor, ni lo que está en las escrituras, ni lo que se supone que es cierto, ni lo que dicen los axiomas, ni los razonamientos engañosamente brillantes, ni porque tengáis propensión hacia una idea que provenga del pasado, ni lo que depende de la aparente capacidad de otros, ni porque penséis: el monje es nuestro maestro..."

Siddhartha Gautama, Buda

…a lo que podríamos añadir probadlo, experimentadlo.

II. La aleya 17:36

Transliteración

Wa La Taqfu Ma Laysa Laka Bihi `Ilmun Inna As-Sam`a Wa Al-Başara Wa Al-Fuuada Kullu Ūlaika Kana `Anhu Masulaan

Traducción de Muhammad Assad

“Y no te ocupes de aquello de lo que no tienes conocimiento:¡en verdad, el oído, la vista y el corazón --todos ellos-- habrán de responder por ello en el Día del Juicio!”

Desglose de las palabras clave de la aleya

Taqfu
Ocuparse de algo, ir detrás de, caminar detrás de, seguir los pasos de alguien.

Bihi `Ilmun, de `Ilm
Conocimiento, información, ciencia.

As-Sam`a
Oír, escuchar, el sentido de la escucha.

Al-Başara
Percibir, ver, observar, mirar, iluminar, manifestar, evidenciar, alumbrar; también se deriva de ella: percepción mental, entendimiento, inteligencia o habilidad, visión…

Al-Fuâda
Corazón, mente, intelecto, agudeza mental, entrañas. Herir el corazón, ser golpeado en el corazón. Emocionar, prender fuego, inflamar.

Sobre este último término existe cierta disparidad en las interpretacions: mientras que algunos lo traducen como corazón, es decir el órgano sutil del intelecto; otros desde un punto de vista más orgánico, lo definen como mente. Nuestra intención es salir del círculo vicioso al que condenan las definiciones clásicas (muy respetables) sobre este tema, verbigracia…

“La semejanza del intelecto (lubb) dentro del corazón interior (fu’ad) es como la semejanza de la luz de la visión en el ojo, de la luz de la lámpara en la mecha, y del aceite oculto dentro de la pepita de la almendra”

…apostando por un concepto sincrético, una auténtica mente-corazón, donde el intelecto y sentimiento queden aunados bajo una misma entidad. A nuestro entender, este concepto se adapta mejor a la realidad diaria de los seres humanos, pues a pesar de nuestra racionalidad, no podemos ejercerla sin que nuestra humanidad y sensibilidad influyan en la toma de decisiones y la elaboración de pensamiento.

III. Interpretación personal de la aleya 17:36

A vueltas con los límites del conocimiento

A pesar de la adecuada traducción de Asad, me gustaría destacar que esta forma de expresar este ideal coránico en español, amputa o vela parte de la sugerencia que esta aleya es capaz de transmitir. No cabe duda que contextualizando esta aleya encontramos una amonestación a los musulmanes contra las afirmaciones infundadas de algunos sobre determinados hechos o personas del entorno del Profeta. También es verdad, que en forma más general, es un aviso a los creyentes frente al uso y abuso de la murmuración, el chisme y la maledicencia; sin embargo, la infinita riqueza del texto coránico nos permite ir más allá. La primera parte de la aleya dice:

“Y no te ocupes de aquello de lo que no tienes conocimiento”

Es decir:

- no te inmiscuyas en lo que es ajeno
- no aceptes aquello de lo que no tienes conocimiento
- no aceptes aquello de lo que no tienes información
- e incluso, llevando esta enseñanza al terreno de la naturaleza y transmisión del conocimiento: Verifica todo conocimiento que te llegue.

¿Acaso no se destila de esta afirmación una recomendación para desarrollar un espíritu crítico, cierta resistencia a la manipulación de los poderosos e incluso, forzando al máximo las consecuencias derivables de la misma, un aroma vagamente científico?

De esta forma, esta parte de la aleya puede ser interpretada desde varios niveles (no jerárquicos):

1. Limitado al tiempo del Profeta y las circunstancias que desencadenan el descenso de esta aleya; las cuales, desconocidas, parecen guardar relación con el invento de bulos y difamaciones.

2. Amonestación universal respecto al chismorreo, a la intromisión en cuestiones ajenas, a la falta de humildad para reconocer nuestra ignorancia sobre un tema.

3. Enseñanza sobre la necesidad de acompañar la búsqueda del conocimiento con la obligatoriedad de asegurar la veracidad del mismo.

Pero, ¿cuáles serán los instrumentos que Allâh nos ha brindado para dicha hermosa misión?

El continuum oído-vista-corazón y la aprehensión del conocimiento.

La segunda parte de la aleya dice:

¡En verdad, el oído, la vista y el corazón --todos ellos-- habrán de responder por ello en el Día del Juicio!

A lo largo del Corán, el sentido de la escucha y la facultad de oír son nombradas en más de un centenar de ocasiones. La función visual y los ojos como órganos exteriores de dicha función aparecen en torno a 130 veces. El término fu’ad, que yo traduzco como mente-corazón, es tratado de forma desigual según la traducción elegida; sin embargo, ya sea como corazón o intelecto, este término coránico aparece en más de 10 versículos y en 6 de ellos enlazado a los dos sentidos antes descritos.

Nuestro objetivo es demostrar la intencionalidad de esta sucesión de funciones en pos de la obtención de conocimiento sobre la existencia y la situación del ser humano en ella.

La ecuación que intentamos probar es la siguiente:

Información percibida por nuestros sentidos + juicio de la razón + adecuación a la sensibilidad y realidad humana = conocimiento de la realidad.

Y empezamos de una tabla rasa…

Allâh os ha sacado del seno de vuestras madres privados de todo saber. Él os ha dado el oído, la vista y el intelecto. Quizás así seáis agradecidos. 16:78

Nuestro creador nos ha entregado unas herramientas con las que construimos nuestra realidad y aumentamos nuestro conocimiento. La primacía de los sentidos auditivo y visual en la adquisición de información con respecto a lo que nos rodea es evidente por nuestra experiencia cotidiana. Y es nuestro intelecto, la herramienta capaz de cribar de entre las miríadas de estímulos sensitivos de inundan nuestra percepción.

Él es quién os ha creado para vosotros el oído, la vista y el intelecto. ¡Qué poco agradecidos sois! 23:78

Di: Él es Quien os ha creado, Quien os ha dado el oído, la vista y el intelecto. ¡Qué poco agradecidos sois! 67:23

…luego, le ha dado forma armoniosa e infundido en él su Espíritu. Os ha dado el oído, la vista y el intelecto. ¡Qué poco agradecidos sois! 32:9

Antes de continuar con nuestra exposición, me gustaría hacer notar la insistencia coránica en el agradecimiento debido por las tres facultades que estamos estudiando. En primer lugar, debemos ser agradecidos por el uso de dichas facultades y en segundo lugar, tomar conciencia de la trascendencia que esas cualidades conllevan para la existencia humana. Con ellas, el hombre supera la animalidad y alcanza un estadio de discernimiento fuera de sí y dentro de sí mismo con el que puede llevar a cumplimiento el mandato de Allâh de ser representante suyo en la tierra.

Y no te ocupes de aquello de lo que no tienes conocimiento: ¡en verdad, el oído, la vista y el corazón --todos ellos-- habrán de responder por ello en el Día del Juicio! 17:36

Así pues, nos interesa observar la razón e importancia de la asociación de estas tres funciones del ser humano en una única superfunción que el Corán reclama como elemento indispensable de la verificación del conocimiento, la reflexión y la identificación de los signos de Allâh en la tierra.

Desde un punto de vista literal, es cierto y evidente que los sentidos son las puertas de la percepción que permiten o cierran el paso a las habladurías, las infamias y demás perversidades de la naturaleza humana. Siendo así, somos responsables ante Dios del uso que damos a estas funciones, y por ello, se hace necesaria una autocensura de aquello a lo que nos exponemos, bien externa o bien en nuestro fuero interno. Esta es la interpretación común sobre este versículo pero en mi opinión no lo agota.

Por ello, me gustaría adentrarme mucho más allá de lo evidente en estas cuestiones e intentar correlacionar estas tres puertas tan citadas en el Sagrado Corán con la adquisición, comprobación y comunicación del conocimiento y la ciencia:

Les habíamos dado un poderío como no os hemos dado a vosotros. Les habíamos dado oído, vista, intelecto. Pero ni el oído, ni la vista, ni el intelecto les sirvieron de nada, pues negaron los signos de Alá. Y les cercó aquello de que se burlaban. 46:26

En efecto, el oído, la vista son las puertas de la percepción que permiten al hombre acceder al conocimiento; y es, precisamente, por el orden propuesto en el Sagrado Corán, como los humanos obtenemos cualquier conocimiento de la realidad que nos rodea y alimenta.

Nuestro proceso cognoscitivo se basa en tres pasos elementales:

1. Recogida de información por medio de nuestros sentidos
2. Procesamiento de la misma por medio de nuestra razón
3. Toma de decisión por medio de nuestra volición

Una vez cumplidos estos tres pasos, el ser humano obtiene una experiencia por la cual aprende y enriquece su conocimiento sobre la realidad y el mismo.

Establezco así la siguiente analogía:

- Las facultades auditiva y visual coránicas representan la toma de información del entorno, la documentación de la realidad que nos circunda y apresa.

- La primera parte del fu’ad (mente-corazón), identificada con la función racional del ser humano, criba y asimila la información que nuestros sentidos nos aportan.

- La segunda parte del fu’ad, la parte emotiva y sensible, somete las decisiones que nuestra razón propone al juicio de la sensibilidad humana y su adecuación a la realidad.

Tras esta secuencia, logramos verificar el conocimiento que llega a nosotros y nos apartamos de todo conocimiento dudoso del cual debamos rendir cuentas, pudiendo edificar una ciencia de la vida y del mundo que nos acerque a la urdimbre sagrada de la realidad, Allâh.

Punto de llegada y conclusión

¿Puede existir en el islam alguna enseñanza parecida a la que el Buda nos mostraba al principio de este estudio y que pueda conducirnos a un conocimiento fiable y verídico sobre la realidad y el mundo?

Allâh te preguntará sobre aquello en lo que creías, lo que hacías y en que te basabas para ello: tú podrás decir que seguías a tus padres, a tus profesores, a tal o cual ulema o antepasado; y puede que en ese momento, Allâh te pregunte por qué no buscaste las pruebas claras en el propio Corán y en tu interior, porque no escuchaste a tu cerebro y te dejaste llevar por gentes de gran currículo o de listas interminables de personas que vivieron en otras épocas y cuya máxima virtud fue coincidir espacio-temporalmente con el Profeta. En ese momento, desearemos ardientemente haber escuchado y visto, haber reflexionado y sentido, haber realizado la misión encomendada por Allâh al ser humano.

Pero Allâh sabe más…

Nota: cualquier fallo o imprecisión me pertenecen por completo.

Javier Gálvez Martínez
Murcia, Octubre 2008


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