La presa de Mosul, en peligro de derrumbe
El inminente colapso del mayor embalse de Irak, tras año y medio sin mantenimiento, puede anegar Bagdad y cobrarse un millón de vidas
Una empresa italiana inyectará cemento los próximos 18 meses
La mayor presa de Irak, una obra de ingeniería levantada en tiempos de Sadam Husein, amenaza con diluirse como si se tratase de un azucarillo. La estructura se asienta sobre un lecho de yeso y anhidrita, altamente solubles, sometido a continuos cuidados desde que concluyera su construcción en 1986. En junio de 2014 la irrupción de las huestes del autodenominado Estado Islámico en la cercana Mosultrastocó la terapia. Capturada fugazmente por los yihadistas, la presa es la última víctima del caos que reina en un país despedazado por las cuitas sectarias.
"Cuando el Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés) ocupó brevemente la presa se suspendieron unas operaciones que no se han llegado a retomar. La maquinaria ha sido destruida, los trabajadores e ingenieros han huido y la instalación se ha dejado a su suerte", reconoce a EL MUNDO Nadir al Ansari, el ingeniero iraquíque desde su construcción participó como asesor científico en el examen de la presa y la porosa roca sobre la que descansa.
Precisamente fue él quien firmó el informe que, apenas unos meses después de su inauguración, obligó a contratar a unas 300 personas para -organizadas en tres turnos- sellar sin tregua la estructura de la obra. "En un principio se optó por una única inyección de lechada, pero pronto nos percatamos que, incluso probando con distintas mezclas, todas terminaban disolviéndose bajo el agua. Ése fue el motivo por el que se decidió que la operación se efectuaría durante las 24 horas", agrega Al Ansari, actualmente profesor de Ingeniería en la Universidad Tecnológica de Luleå en Suecia.
Despojada de mantenimiento durante el último año y medio, la presa -que controla el flujo del río Tigris al norte de Mosul- suma otros achaques. "Hay dos compuertaspara desalojar el agua pero una de ellas está atascada desde 2013", esboza el técnico. Una situación de debilidad extrema que ha puesto en alerta al Gobierno iraquí y a la embajada estadounidense en Bagdad. El primer ministro iraquí Haidar al Abadiha instado a los habitantes de Mosul a alejarse seis kilómetros de la orillas del Tigris en una medida tildada de "ridícula" por los expertos. Entretanto, EEUU ha advertido a sus ciudadanos sobre el riesgo de derrumbe de la instalación, diseñada por una compañía suiza y construida por un consorcio germano-italiano. "Una roturaprovocaría inundaciones y la interrupción de los servicios esenciales a lo largo del valle del Tigris de Mosul a Bagdad", indica la legación diplomática.
"La población de Mosul tiene miedo pero nadie puede abandonar la ciudad. El IS les mantiene secuestrados", señala a este diario Said Mamuzini, dirigente del Partido Democrático del Kurdistán en la segunda urbe de Irak. "Se avecina una catástrofey la gente que habita las proximidades de la presa vive atrapada entre los abusos del IS y la pesadilla del colapso", agrega desde Bagdad el experto en seguridad Hashem al Hashimi.
A principios de mes, en busca de soluciones, el Ejecutivo iraquí adjudicó a la empresa italiana Trevi el mantenimiento de la presa por un monto de 273 millones de euros. Fuentes de la compañía han confirmado a este diario que durante18 meses su misión será inyectar cemento para "la consolidación de los cimientos" yreparar los túneles de desagüe. Un destacamento de las fuerzas armadas italianasgarantizará la seguridad de los más de 450 técnicos enviados por la firma. Desde agosto de 2014, la presa está custodiada por los 'peshmerga', el ejército 'de facto' de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Sin embargo, la campaña para salvarla podría llegar demasiado tarde. "No han comenzado aún y se acerca el momento crítico. En primavera se produce el mayor incremento del nivel del agua por la fusión de la nieve. Y este año esperamos una crecida como la de 1994. En aquel momento, las dos compuertas funcionaban. Si llega mucha cantidad de agua, aumentará la presión sobre el esqueleto de la presa y me temo que no podrá soportarlo", recalca Al Ansari.
Si sus malos augurios se cumplen, el 'tsunami' barrerá la cuenca del Tigris. "El agua llegará a las primeras poblaciones en el lapso de cuatro horas y superará los 24 metros de altura. El 70% de Mosul quedará completamente anegado. AlcanzaráBagdad en 40 horas y la cubrirá hasta los cuatro metros. La estimación oficial es que se registrarán entre medio millón y un millón de víctimas, pero será mucho más por la ausencia de un plan de evacuación", vaticina el ingeniero.
La joya de Sadam
Ni siquiera la composición geológica de la zona fue obstáculo para levantar la presa, convertida en motivo de orgullo nacional por el régimen de Sadam Husein. El gigante proporciona electricidad a más de un millón de almas. Para apuntalar su armazón, se han usado hasta la fecha 95.000 toneladas de cemento.
La única solución
"Desde el principio todo el mundo sabía que antes o después la presa se derrumbaría", admite Al Ansari. Con el fin de evitar la tragedia, arrancó a finales de la década de 1980 la construcción de la presa de Badush, unos 20 kilómetros río abajo. "Las sanciones internacionales cancelaron la obra", lamenta el experto. Solo se completó el 40% de la estructura.
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