Países occidentales preparan una nueva intervención militar en Libia
El New York Times informó el martes que el secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, ha suministrado recientemente a la Casa Blanca un plan detallado para llevar a cabo operaciones militares en toda Libia.
Carter presentó el plan a los principales consejeros de Barack Obama en materia de seguridad nacional el 22 de febrero. Concebido por el Mando de África del Pentágono y el Mando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC), la operación implicaría ataques aéreos contra 30 o 40 objetivos que pertenecen al EI.
Citando a responsables anónimos, el New York Times escribe que una vez que el plan haya sido aprobado por Obama, los aviones estadounidenses atacarán campos de entrenamiento, centros de mando y depósitos de municiones del EI y asegurarán una cobertura aérea a diversas milicias apoyadas por EEUU, que comprenden elementos extremistas similares al EI.
El artículo del New York Times omite mencionar que Washington, Londres y París son los responsables de la desestabilización de Libia y del crecimiento de las milicias extremistas takfiris en este país y la región. EEUU, Reino Unido y Francia lanzaron en 2011 una operación de cambio de régimen para derrocar al gobierno de Muammar al Gadafi.
Aprobada por Hillary Clinton, entonces secretaria de Estado, la operación, disfrazada de “humanitaria” causó la muerte de 30.000 personas, el asesinato brutal de Gadafi, la partición de hecho de Libia entre varias facciones extremistas rivales y la desestabilización del país y de todo Oriente Medio.
Desde esa fecha, EEUU y sus aliados han llevado a cabo ataques y asaltos con las fuerzas de operaciones especiales. En febrero, EEUU lanzó un ataque aéreo contra un pretendido campo del EI cerca de la frontera con Túnez, matando a unos 50 militantes, según fuentes estadounidenses.
Durante un debate televisado el pasado lunes, Clinton, la favorita demócrata en las primarias de 2016, dijo que ella apoyaba el despliegue de las fuerzas especiales norteamericanas en Libia y favorecía la extensión de las operaciones militares de EEUU.
Aunque oficialmente EEUU y sus aliados europeos señalan que van a esperar para lanzar operaciones militares, centenares de soldados de las fuerzas especiales están ya desplegados secretamente en el país desde hace semanas para preparar una vasta operación. Aviones norteamericanos, franceses y británicos efectúan también allí vuelos de reconocimiento.
Soldados norteamericanos, británicos, franceses e italianos han sido desplegados en Misrata, en el oeste, y en Bengasi, en el este del país, a fin de formar y armar a las milicias que han estado luchando entre ellas por el control del país. Ellos se enfrentan a un EI cada vez más poderoso, cuyo centro es la ciudad de Sirte.
Las milicias que reciben apoyo de los países occidentales son Amanecer de Libia, que incluye a combatientes vinculados a Al Qaida y fieles al Congreso Nacional islamista con base en Trípoli, y las fuerzas leales al Parlamento, situado en Tobruk, que están bajo el mando del general libio Jalifa Hifter, apoyado por la CIA.
Italia juega un rol crucial en la preparación de las nuevas operaciones militares en su antigua colonia. Un mando de operaciones conjuntas ha sido creado en Roma y un acuerdo fue concluido en febrero para permitir a EEUU ataques aéreos en apoyo a las fuerzas de operaciones especiales desplegadas en Libia. Para ello, se cuenta con aviones y drones estacionados en la base aérea de Sigonella, en Sicilia.
El viernes pasado, el embajador norteamericano en Italia, John Phillips, dijo al Corriere della Sera que Italia se preparaba para desplegar 5.000 soldados en Libia para combatir al EI. “Debemos asegurar la capital, Trípoli, y vigilar para que el EI no pueda atacarla”, indicó.
El primer ministro italiano, Mateo Renzi, negó en una entrevista televisada el pasado fin de semana que Italia esté preparando una intervención militar en Libia, pero dejó la puerta abierta a la posibilidad de realizarla. “Si es necesario intervenir, Italia no dará marcha atrás”, dijo Renzi. “Sin embargo, ésa no es la situación hoy. La idea de enviar a 5.000 hombres no es algo que consideremos para el momento actual”.
A pesar de las negativas públicas de Renzi, el gobierno italiano ha desplegado ya al menos a 40 agentes de los servicios secretos y a 50 soldados de sus fuerzas especiales para preparar una operación más amplia. Un diplomático occidental en Roma dijo anónimamente al Financial Times que “todo está preparado en el plano operativo para desembarcar una vez que tengan luz verde. Ellos tienen un modelo claro sobre lo que les gustaría hacer”.
Un factor importante que pesa a favor de la intervención es el temor a que el avance del EI en Libia provoque una ola de cientos de miles de refugiados desde el Norte de África hacia Europa.
“Está claro que la llegada de la primavera y la perspectiva de un nuevo flujo de refugiados que provenga de Libia acelerarán los planes occidentales para una intervención militar”, señala el analista Ludovico Carlino de IHS Country Risk MENA. En estos últimos días, la UE y la OTAN han intensificado las operaciones militares en el Mar Egeo para detener la ola de refugiados sirios, iraquíes y afganos que buscan llegar en Grecia en barcos procedentes de Turquía.
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