Los camiones del Estado Islámico
- La organización dio instrucciones del uso de camiones pero insiste en que los terroristas se identifiquen como “soldados” del EI antes de atentar
La agencia de noticias del Estado Islámico, Amaq, dispone de un formato fijo para sus comunicados después de un atentado. Siempre con el mismo texto –como el emitido ayer a propósito de Berlín- se asume la responsabilidad del ataque afirmando que su autor “es un soldado” del EI.
El Estado Islámico puede ser organizador de atentados, actuar como franquicia, ser mero inspirador o nada de todo esto. El llamamiento a asesinar “cruzados”, vistan de uniforme o de civil, por todos los medios posibles, ha sido reiterado una y otra vez, la última, el pasado 5 de diciembre en el primer mensaje del nuevo portavoz oficial de la organización, Abu al Hasan al Muhayir. Este individuo releva al sirio Abu Mohamed al Adnani, cuya muerte en un ataque aéreo selectivo fue reconocida por el EI el pasado agosto. Al Adnani estaba considerado el ministro de atentados pero se desconoce aún si su sucesor asumirá ese cargo. Es significativo que su alias, Al Muhayir, indica que se trata de un extranjero, alguien que emigró al califato de Iraq y Siria.
El uso de vehículos en atentados ya fue recomendado hace tiempo por Al Qaeda y el Estado Islámico ha insistido en ello como el mejor método para causar una masacre. Por ejemplo, en el tercer número, el pasado noviembre, de su nueva revista en inglés, Rumiyah. Con el muy definitorio adjetivo, derivado de Roma, con el que los yihadistas se refieren a los cristianos y, por ende, a Occidente, el EI sustituyó su vieja cabecera, Dabiq, en vista de la pérdida en la guerra de aquella localidad siria donde según su escatología debía darse la batalla final contra los “cruzados”: toda una muestra de pragmatismo.
En un artículo titulado Tan solo tácticas de terror, la revista señala en tono didáctico que, como el uso de vehículos está tan extendido en el mundo, estos no levantan sospechas y están al alcance de cualquiera que sepa conducir. Y subraya la acción del “hermano” Mohamed Lahouaiej-Bouhlel en Niza, quien lanzó un camión de 19 toneladas a 90 kilómetros por hora contra una multitud el pasado 14 de julio, matando a 86 personas. El artículo se recrea en la descripción de ideales “camiones pesados, grandes, razonablemente rápidos en velocidad o aceleración”, de chasis elevados, etc., y está ilustrado con fotos de camiones de alquiler de las compañías Hertz y U-Haul.
En cuanto a los objetivos, se sugieren “grandes convenciones y celebraciones al aire libre, calles peatonales atestadas, mercados al aire libre, festivales, desfiles y mítines políticos”. Y, como propuesta de “blanco excelente”, el desfile de los grandes almacenes Macy’s en Nueva York el Día de Acción de Gracias…La idea, en todo caso, se frustró porque la policía protegió el perímetro con bloques de cemento.
El analista Thomas Joscelyn recuerda en The Long War Journal que el 18 de julio, dos días después de Niza, el adolescente afgano Mohamed Riad Khan atentó en un tren en Alemania con un cuchillo y un hacha y, según reveló el diario Suddeutsche Zeitung, estaba en contacto con un controlador yihadista que le había recomendado utilizar un coche, pero el joven no sabía conducir.
Riad Khan tenía un asesor, pero ese no fue el caso de Mohamed Lahouaiej-Bouhlel en Niza, un vulgar delincuente a quien no se le encontraron vínculos con ninguna organización. El Estado Islámico tardó en reconocerle como “soldado”, quizás a fin de evitar actuar precipitadamente como hizo con el asesino de la discoteca de Orlando, que actuó por motivos personales, a pesar de que dijo a la policía que lo hacía en nombre del EI.
Ahora, en el caso de Berlín, la organización se ha comportado con más prudencia que las fuentes de la seguridad alemana que empezaron a filtrar la identidad del sospechoso detenido ayer, un refugiado paquistaní. El EI esperó a que fuera puesto en libertad para enviar su mensaje calificando al desconocido terrorista de “soldado”.
El EI pedía que los terroristas arrojaran octavillas desde la ventanilla del camión
Hasta el momento solo se han producido tres ataques con vehículos supuestamente inspirados por el EI: el de Niza, el de la universidad de Ohio, en Columbus, el 28 de noviembre, con una treintena de heridos, y el de Berlín. Ni en Niza ni en Columbus se estableció relación entre sus autores y la organización. En cuanto a Berlín, sería la primera vez en que el terrorista evita de algún modo perecer en el atentado.
El Estado Islámico divide sus combatientes prestos a morir entre aquellos que luchan con armas y cinturones explosivos (caso de los terroristas de París o del museo del Bardo en Túnez), los inghimasi, y los que directamente se suicidan, con el mismo cinturón o un vehículo cargado de explosivos, los intihari. El hombre de Berlín, en cambio, ha preferido salvar la vida.
Como el Estado Islámico sigue necesitando –y hoy, más que nunca- ser reconocido como una fuerza global, el artículo de Rumiyah pedía que los aspirantes a terroristas “den cuenta de sus motivaciones” por escrito, diciendo por ejemplo: “Soy un soldado del Estado Islámico” en octavillas que debería lanzar por la ventanilla del camión.
El asesino de Berlín no se ha molestado en hacerlo. Así que después del ataque al mercadillo navideño, el canal del EI en alemán en Telegram ha pedido a los terroristas que juren lealtad al califato “inmediatamente antes de la operación”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario